La escuadrilla deshecha (George Archainbaud, 1932)

La película que traigo hoy no es una más del cine de aviación de la Primera Guerra Mundial. Se trata de un título de cine bélico dentro de cine bélico pues narra los avatares del rodaje de una película sobre la Gran Guerra. "La escuadrilla deshecha" fue estrenada en 1932 por parte de la productora RKO, y en ella se homenajeaba, con una trama ficticia, a aquellos héroes del aire que, una vez concluido el conflicto tuvieron que buscarse la vida para ganarse el pan.

Entre los trabajos que realizarían estos pilotos, destacan dos. Por un lado, el de exhibiciones aéreas, algo que podemos observar en el film "El carvanal de las águilas" (1975) con Robert Redford de protagonista. Por el otro, el de formar parte de equipos de rodaje de films de aviación. Puede sonar a guasa que se pueda vivir de ello, pero el éxito de la película "Alas" de William Wellman, en 1927 provocó que durante los siguientes años se realizaran numerosos films de aviación, muchos de los cuales tenían la Primera Guerra Mundial como conflicto preferido.

En 1931 llegaba a RKO el productor David O.Selznick (el que se encargaría años después de "Lo que el viento se llevó"). En su afán por potenciar una productora de presupuesto modesto, mejoró notablemente la calidad artística de sus películas, además de apostar por realizar nuevos fichajes para la productora. Sin embargo, la crisis financiera propició que no durara muchos años en el cargo pese a las mejoras. RKO no logró alzar el vuelo con éxitos, pese a algún pelotazo como el de "King Kong", siguiendo (en líneas generales) siendo una productora de mucho título modesto, incluida mucha Serie B.

En ese sentido "La escuadrilla deshecha" podría parecer una producción de ese calibre, pero no lo es. Se trata de uno de los productos mimados de 1931, año en el que se había estrenado (Sin Selznick en la producción) "Cimarrón", título que en 1932 lograría el Óscar a la Mejor Película, el primero para un Western, y único hasta la llegada de "Bailando con lobos". En ese sentido para esta película se contó con Richard Dix, protagonista del mencionado western y una de las estrellas del momento. Uno de esos actores hoy en día olvidados por el propio Hollywood pero que tuvieron su momento.

No obstante, es el secundario de lujo el nombre con mayor peso en el cartel: Erich Von Stroheim. Director de cine que hasta entonces había protagonizado algunos de sus títulos pero no solía ejercer de actor y que le picó el gusanillo al leer el guion, hasta el punto de que pese a tener contrato con la FOX, pidió a su productora libertad para poder ejercer el rol de déspota director de cine. Papel que, vista la fama que le precedía, le vendría como anillo al dedo.

Inicialmente Pal Sloane iba a ser el director, pero debido a su adicción al alcohol, y para no demorar más el rodaje, Selznick acabó apartándole del proyecto para poner a George Archainbaud. Un director hoy en día considerable de poca monta pero que realizó películas por doquier. Era se director low cost contratado para RKO que podía realizar 3 o incluso 4 rodajes al año. De hecho, en apenas tres años, rodó 11 películas para la productora, incluída esta "La escuadrilla deshecha" que acabó (el rodaje) en un mes y medio, pudiendo acabarlo antes de acabar 1931. Se estrenaría, obviamente, al año siguiente tras la posproducción.

La película
La película narra las desventuras de un grupo de tres amigos que, años después de acabar la guerra, se van a Hollywood a trabajar como pilotos de acrobacias para las arriesgadas escenas aéreas. Una vez ahí, se toparán con un déspota director que les exprimirá hasta la extenuación pidiéndoles acrobacias casi suicidas. Paralelamente, uno de los pilotos tendrá una relación romántica con la mujer del director. Éste, movido por los celos, llegará a límites insospechables para acabar con la historia de amor y con los pilotos.

Realidad o Ficción
Aunque lo que se narra es totalmente ficticio cabe destacar que este tipo de trabajos de riesgo existieron. El ejemplo más claro es el de la película "Los ángeles del infierno" donde hasta tres pilotos y un operador de cámara perdieron la vida en el intento del multimillonario Howard Hughes de hacer una película espectacular. El rodaje de dicha película es el tema central del inicio del film de Scorsese "El aviador".

Crítica
Interesante propuesta, con una temática novedosa incluso para la época y que se podría considerar, hasta donde conozco, única en su especie. Ese es el punto fuerte de la película de George Archainbaud, el mostrarnos las penurias y la dureza de ganarse la vida con esas piruetas, mientras tenías que estar a las órdenes de un director incapaz de saber valorar o respetar las vidas humanas con tal de impresionar al público. Algo que sigue sucediendo con el cine de acción por muchas medidas que se tomen.

Por desgracia, la película va perdiendo fuelle a partir de la media hora, llegando a agradecer su corta duración (apenas 79 minutos). No acaba de saber coger su ritmo o saber qué tipo de película quiere ser. En apenas hora y veinte minutos mal contados pasamos del cine bélico, presente en la escena inicial o en dos pequeñas secuencias bélicas ficcionadas durante el rodaje, a un thriller de suspense con asesinatos de por medio. Por el camino, drama y romance con ligeras dosis de humor del que no pasa bien la prueba del paso del tiempo.

Una lástima que una propuesta tan interesante acabe echándose a perder. Eso sí, nos queda un Von Strohein que se gustaría tanto en el papel como actor que se agradece hasta cierto punto el descubrimiento por lo que vendría después (Recordemos que en el cine bélico apareció brillantemente en "La gran ilusión" o haciendo de Rommel en "Cinco tumbas en El Cairo" del maestro Billy Wilder). Junto a él, y dentro de un rumbo algo a la deriva, quedarnos con esa primera media hora y como va calentando motores, y las espectaculares escenas aéreas dignas del cine bélico de aviación de la época.

Nota: 5

Lo Mejor: Las secuencias aéreas y ser una rareza en su especie
Lo Peor: En poco tiempo intenta abarcar muchos género sin decantarse por ninguno.