Fort Bravo (John Sturges, 1953)

Bajo el título original de "Escape from Fort Bravo"llega el título comentado hoy en la sección dedicada a la guerra de Secesión. Se trata de "Fort Bravo", un western en ambiente militar y bélico dirigido por John Sturges y protagonizado por William Holden, estrella en auge en aquellos días.

Nótese el escueto título en España, que viene a recordar a esos títulos típicos del Far West donde tocaba poner la palabra Río o Fort acompañada de alguna palabreja típica. Dentro de la gama, se trata de un título no tan famoso, lejos de los westerns de gama alta, pero ni mucho menos estamos ante un olvidable ejercicio de cine de sobremesa, pues tiene sus momentos cumbre para pasar un rato entretenido, amén de una generosa duración de 95 minutos para que la propuesta no se nos haga bola.

¿Y qué tiene que ver la Guerra de Secesión en todo esto? Pues que los protagonistas coinciden en ese Fort Bravo en Arizona, unos (los soldados de la Unión) como carceleros y los confederados como prisioneros de guerra. Un pequeño grupo de estos últimos pretende escapar de su prisión con ayuda de una mujer de la que se enamorará perdidamente el Capitán Roper (William Holden), oficial al mando del campo y un tipo de armas tomar al que no se le escapa nadie. Por si fuera poco ser prisionero en el Lejano Oeste, un territorio alejado de la contienda, la presencia de una peligrosa y hostil tribu india complica cualquier intento de fuga.

El mejor aroma de Western lo dedica Sturges a su corta introducción, donde Holden arrastra a un cobarde huido, y a su vibrante tramo final, con ese clímax resistiendo al ataque de los indios ante las escasas esperanzas de sobrevivir, y con una estrategia del enemigo que resulta ser lo más sugerente de la producción. En un amago de ataque los indios lanzarán lanzas alrededor del hoyo donde se esconden nuestros protagonistas, no con ánimo de herirles, sino para marcar la zona de cara a un posterior ataque con flechas. Esos planos con las letales flechas surcando los cielos y los 'buenos' de la película agazapados u obligados a salir de su escondite, representan una sensacional escena y buena muestra de lo que Sturges haría en futuras producciones ("Los siete magníficos" o "La gran evasión").

Por el camino hacia ese duelo final tenenos una trama sencillita. Se nos presentan ligeramente (en trazos gruesos) los personajes, se ve el duelo moral que tendrán los dos oficiales al mando tanto en defensa de sus ideales o ejércitos, como del amor de una mujer, y asistimos al acto de apaream... Digo, de romance entre la estrella masculina y femenina del proyecto. Una mujer que no debería enamorarse pero que caerá ante los encantos del irresistible Holden, al que el uniforme de la Unión le sienta de maravilla. La posterior fuga, postergada a algo más allá de la mitad de la película será el detonante que llevará a todos a la escena en cuestión.

Pese a poder estar ante un ejercicio evasivo wue tan bien se le daría 10 años después a Sturges, la realidad es que éste dedica mayores esfuerzos a la trama romántica y a centrarse en otros aspectos, siendo la mencionada huida algo así como un paseo por el parque. Escueta escena, donde parece claro que, en pleno auge de un enlace matrimonial, los guardias estaban de parranda. La posterior huida de los presos y búsqueda por parte de Holden es tan escueta como dicha escena. Lo que a John Wayne le llevaria años lograr en "Centauros del desierto" (si es que lo logra), aquí Sturges nos lo ventila en dos cortas escenas, quitando emoción a la captura, y dejando claro que esto ea un western y los malos son, como no, los indios.

Porque son los únicos sin líneas de guión, con dos escenas para lucir sus pretensiones con loa invasores. Unos rostros pálidos que deberán unir sus fuerzas pese a vestir diferentes uniformes, en pos de sobrevivir. A fin de cuentas en todo momento se trata con honores a todos los protagonistas, haciendo imposible tomar partido en la contienda. No se hace mucha mención a la Guerra Civil Americana, pero en la escena inicial donde ambos oficiales charlan se dicen algunas de las mejores frases de la película de concluyendo Holden diciendo que la "causa justa es la que gana la guerra", tras esperarle poco antes a su homónimo sudista que "se equivocó de bando".

Es una buena escena para ponernos en situación, sin duda, pero a partir de ahí lo poco que podemos distinguir de un bando y otro son el color de su uniforme, y la tonadilla sureña de turno que los prisioneros silban cada vez que ven la presencia de Roper o al sentirse victoriosos por la fuga de varios de los suyos. Poco más para una trama de prisioneros de guerra que podría haber tenido chicha de no haberse centrado la película en una de indios y vaqueros. Así pues, tenemos un entretenido western, pero una pobre muestra de la Guerra de Secesión.

A lo largo de la película el espectador amante de un buen clásico agradecerá los constantes piques entre dos prisioneros, uno entrado en edad y otro joven, echándose dardos constantemente de todas las maneras posibles ("duérmete, que ya te despertaré cuando estés muerto" o "¿Por qué nos hemos alistado veteranos como yo? Porque los jóvenes listos como tú estabais perdiendo la guerra"). Los que no gusten de estos chascarrillos o guasa que sirven para quitar tensión, pueden acabar hastiados con la pareja, cuyo valiente desenlace era tan inevitable como imprescindible.

En resumen, "Fort Bravo" tiene buenas escenas de indios y caballería, con muchísima emoción en los momentos cumbre, y con correctas interpretaciones. Por contra, la trama y como es llevada en el nudo del largometraje no acabó de convencerme en exceso. Sobria, sin grandes alardes, romanticismo de la época y con un buen director tras las cámaras y un final altamente recomendable donde no puede ni debe faltar la caballería.

Nota: 6'5

Lo Mejor: El escenón bélico resistiendo y sobreviviendo a los indios.
Lo Peor: Excesivamente sencilla en los mimbres

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