Hoy os traigo un clásico un tanto desconocido casi hasta para mí. Hace un tiempo (largo tiempo) descubrí en la programación de cierto canal de Tv en la sobremesa, este título y de qué iba. Me pareció, cuanto menos, interesante aun a sabiendas de que estaba ante una Tv movie setentera, y con el aroma, por lo tanto, a cine de Serie B en toda regla. "Pájaros humanos", no obstante, cumple con su cometido y deja un sabor más bien dulce pese a sus limitaciones.
La sinopsis es bien sencilla. Un miembro de la OSS es enviado a la búsqueda de un científico noruego con el objetivo de sacarlo del país, puesto que tiene (lo sabremos luego) una teoría bastante útil para la consecución de la bomba atómica. Los alemanes, no obstante, también buscan al mencionado científico. Serán capturados, y el científico se hará pasar por piloto noruego, y acabarán en Colditz, un castillo en lo alto de los Alpes, a tan solo 15 kilómetros de Suiza, pero totalmente inexpugnable y, por lo tanto, imposible de escapar. ¿O no?
No hace falta decir mucho sobre un título que nos alerta de qué va la evasión en cuestión. "Pájaros humanos" trata de, cual Ícaros de la vida, un intento de fuga por aire, intentando salir volando del campo de prisioneros con un avión que únicamente planee. La altura y unas rágadas de aire que hay en uno de los laterales de la fortaleza favorecerían, teóricamente, la rocambolesca idea con la cuál intentarán huir de ahí para conseguir sacar al científico sano y salvo.
Reparto
En el reparto cabe destacar el nombre de Doug McClure, que os sonará de "Los Simpsons" puesto que el actor más famoso de la serie animada, Troy McClure, debe su nombre a los actores Troy Donahue y a este Doug McClure, un tipo con cuarenta años de carrera, que tras un relativo éxito inicial acabó en películas de poca monta y fuste como esta "Pájaros humanos". Junto a él, Richard Basehart o Chuck Connors completan un reparto algo reconocido.
Como buena película de evasiones de campos de prisioneros, tiene los topicazos de turno. El túnel que intentan realizar, el grupo que se dedica a planificar las fugas o como el beisbol y otras actividades sirven para camuflar el plan de escape de turno. También tenemos al clásico suicida que desesperado por salir de allí acabará perdiendo la vida haciendo unir fuerzas al resto de los prisioneros en pos de la libertad.
Todo eso con unos nazis muy de Serie B, algo palurdos hasta decir basta. El momento en el cuál llega a manos del Oficial al mando los archivos del científico pero no le hace caso a los mismos alegando que no tiene sentido buscar en un campo de prisioneros de aviación a un científico. Y eso que en una de las primeras escenas hay un interrogatorio por parte suya a los recién llegados, donde el bueno de Doug McClure se las ingeniará para que no sea delatado el científico.
Sin duda, la parte de los preparativos para la fuga, haciendo volar un pequeño avión de juguete, o aceptando el rancho (siempre asqueroso) debido a que la avena con la que cocina el alemán de turno es necesaria para una de las partes de la operación, son algunos de los pequeños detalles que la película nos va dejando. 75 minutos es una duración realmente corta, pero ello agiliza todos los procesos. Y a falta de una banda sonora y unos actores que den fuste a la producción, esta se hace fuerte pese a sus limitaciones.
¿Realidad o ficción?
El castillo de Colditz existió y el famoso avión, también. Conocido como "Colditz Cock" (El gallo de Colditz), dos pilotos de la RAF (con ayuda de un grupo de prisioneros) llegaron a trabajar en la disparatada idea. Y tenían todo preparado para echar a volar en Primavera de 1945. No tuvieron que hacerlo puesto que el castillo sería liberado poco antes, y allí se encontraron los aliados con un avión escondido en la Capilla del Castillo. Los dos figuras en cuestión se llamaban Best y Goldfinch. Obviamente la trama de la película, ambientada en 1943 requería de un final más acorde y espectacular que el que tuvo la aventura aérea en la vida real.
"Pájaros humanos" es una aceptable propuesta de Serie B, o Tv Movie, sobre cine de campos de prisioneros de guerra que da en el clavo. Lo atractivo de la alocada idea y unos mimbres correctamente colocados en un montaje rápido y directo al grano, hacen que nos olvidemos del cartón piedra de los decorados. O de ese primer vistazo al castillo que hace daño a los ojos.
Estamos ante una película que todo el mundo olvidará con facilidad, pero que durante el rato que estemos en el sofá contemplándola, no nos desesperemos por la mala elección. Si sabes a lo que vas, a ver una película corta, floja y de prisioneros de guerra con una atractiva fuga, sin duda pasarás el rato como lo hice yo. Es simpatiquilla (sí, -quilla), que no es poco.
Nota: 5
Lo Mejor: La atractiva idea y como sobrevive a sus limitaciones
Lo Peor: Que se olvida fácil
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