Última misión en Afganistán (Pavel Lungin, 2019)

Para cerrar la sección de cine europeo tuve mis dudas sobre qué último título visualizar. Mucho cine francés por ver o revisionar en mente, y algún otro título todavía más exótico componía la lista. Todos, eso sí, cortados por el mismo patrón de numerosos títulos vistos últimamente, donde el drama ganaba por goleada al belicoserismo. Por ello, cuando descubrí en la biblioteca la película que os traigo hoy, no lo dudé: "Última misión en Afganistán", una rusada en honor a quienes combatieron en aquella lejana guerra de Afganistán a la que fue el mismísimo John Rambo en "Rambo III".

Lo primero que declararé sobre la cinta es que de rusada tiene poco. O, al menos, no en el aspecto rusada de títulos como "Héroes de acero" (T-34) o "Stalingrado" donde lo fantasioso e inverosimil ocupaba toda la pantalla casi en cada fotograma. Aquí tenemos el combate en el desierto, como en una película Yankee ambientada en Tormenta del desierto u Operación Duradera de turno, pero hasta ahí. Un grupo de reporteros siguiendo la misión da la nota algo discordante a modo reportaje tan manido en el cine.

La sinopsis, basada en hechos reales, nos habla de la operación de rescate de un piloto hecho prisionero por los talibanes. La guerra ha llegado a su fin, la URSS en plena decadencia y en la Perestroika abandona el país, pero antes de hacerlo definitivamente, toca rescatar a dicho piloto, no por no dejar a nadie atrás, si no por el hecho de ser hijo de un reputado general de la madre patria.

A partir de ahí las escenas de acción se sucederán con la trama de preparación de la misión, abarcando las tres ubicaciones importantes: misión sobre el terreno, retaguardia y prisionero en campo talibán. Con el peligro constante de un territorio hostil, la película cubre su recorrido con menor soltura, entusiasmo y entretenimiento que la mayoría de rusadas que he visto. Y eso es debido, en gran parte, a desmarcarse de ellas para hacer un cine puede que más crítico.

Una guerra sobre vencidos intentando sacar algo de una situación límite para ellos. Donde, derrota en mano, no habrá nada en limpio que sacar. Las escenas de camaradería contrastan con protagonistas al límite de sus fuerzas y decepcionados con la situación política del momento. Están en el 'culo del mundo' para ellos, no se les ha perdido nada. Y lo saben. Es ese toque crítico al conflicto el punto favorable de una película rematada con su denuncia final, tanto explícita, en la crítica al general soviético de turno por sus actos, como implícita en esa voz en off de uno de los miembros protagonistas, informando del finde una larga era de su patria.

Es probable que el hecho de ser el decepcionante último conflicto bélico armado de una decadente URSS, y no la Gran Guerra Patria, la protagonista de esta obra bélica influya en el intento de ser más tomada en serio. Aquí no hay los héroes de acción de las propuestas de la IIGM señaladas con anterioridad. Aquí hay hombres cansados que, a diferencia de los primeros, saben que pintan bien poco aquí.

Me gustaría señalar que, pese a ser un título anterior a la marcha de EEUU del país, y pese a abarcar el conflicto de hace más de tres décadas, el momento histórico actual invita a recapacitar sobre una lapidaria frase inicial de la película, que nos dice que es más fácil iniciar una guerra que acabarla (o saber acabarla), frase que volverá a la palestra en el casi profundo epílogo. Abandonar un país, con un nuevo gobierno emergente, algo que acabamos de ver hace poco en televisión, como tocó en Saigon en los 70 o, como muestra "última misión en Afganistán', le tocó vivir a la extinta URSS en sus últimos coletazos.

La película, en definitiva, no cumple con un prometedor cartel que parece invitar a la espectacularidad del combate cogiendo el hecho histórico como mero punto de partida. A cambio, seguramenty reinventando la historia igualmente, opta por un planteamiento más creíble. Pero su torpeza en el montaje hace agonizar una propuesta que debería (o se hubiera agradecido) haber ido al grano desde el primer momento. Una película desaprovechada que, gracias a su buen mensaje no ocultando algunas vergüenzas, logra mi aprobado. Cine ruso bélico, que no rusada.

Nota: 5

Lo Mejor: El mensaje sobre la guerra. Y el aroma a descomposición
Lo Peor: Quería ver una rusada y me topé con esto

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