Una paloma, símbolo de la paz, herida al quedar atrapada en una alhambrada que no la deja escapar. Por si fuera poco, todo ello en el centro de la silueta de un soldado. La guerra como protagonista y un claro mensaje pacifista, como el que desprende la película. También el hecho de tener a una paloma presa (sin poder salir del soldado) nos hace recordar a los protagonistas de esta película, atrapados en un campo de prisioneros del que tienen difícil evadirse. Jean Renoir dirigió esta gran película en 1937 en un claro mensaje en contra de una guerra que se avecinaba. Esa gran ilusión que no se cumpliría tiene un cartel muy de la época (a mí me recuerda a los de los mundiales y a la propaganda belicista del momento).
Muchas son las películas, y más dentro del cine bélico, que copiaron en cierto modo este tipo de carteles. Pero en "La gran evasión" la cohesión de todos los elementos es brillante, diría que perfecta. Los actores principales, dibujados, van apareciendo de más cerca a más lejos en el cartel según su importancia o peso en la película (o la fama de los mismos). En el fondo, numerosos hombres dibujados sin rostros, equivalentes a las centenas de prisioneros que pretendían escaparse. Al final del cartel los focos que iluminan en su búsqueda. Y, por encima de todo ese campo de prisioneros en miniatura que supone el cartel, unas alhambradas que recuerdan no únicamente a las que les mantienen presos, si no a las que acabará abrazando para su desgracia el personaje principal interpretado por Steve McQueen. Impecable.
Dentro de los carteles del cine clásico made in Hollywood podría haber expuesto el de "Doce del patíbulo" o "Tobruk", ambos con ese carisma e ingenio que el de "La gran evasión", pero si me tengo que quedar con otro mítico, ese es el de "Tora Tora Tora" (el original). En las salas USA llegó este cartel que deja 1/3 parte del mismo para mostrar el inmenso océano y el avance de los aviones japoneses. En la parte superior parte la imagen en dos, para mostrarnos el despegue de los aviones por un lado, mientras que a la derecha muestra el destrozo en Pearl. Bando japonés (izquierda) Vs bando americano (derecha). La película va de eso, de narrar los hechos del 7 de diciembre desde las dos perspectivas y el cartel lo anuncia de forma perfecta dejando el protagonismo a ambos, a la par que el avance de los aviones nos avisa del feroz ataque que verán los espectadores en la gran pantalla. La otra tercera parte del cartel es para el título, con un in crescendo "Tora Tora Tora" que anuncia, al mismo tiempo, el inminente ataque japonés.
Gran película de Sam Peckinpah muchas veces ninguneada u olvidada. Pero la película, pese a su grandeza, quizás quede incluso por debajo de un cartel memorable y que me parece de lo mejor que ha deparado el género. Tenemos alhambradas para recordarnos la guerra pero, sobretodo, la crueldad y la muerte reflejadas en ese soldado tumbado y ensangrentado en la nieve. Al fondo, en pequeñito, vemos a otros soldados cayendo y a tanques. Todo ello dibujado, como si fuera un cartel sesentero (pero estamos en los setenta). El mejor detalle de todos y que casa con la película es que el soldado que yace tendido en el suelo parece querer agarrar una cruz de hierro que da título a la película. Recordaros que en la misma, un cobarde oficial prusiano intenta a toda costa conseguir tal distinción, lo cuál hace ver lo difícil que es alcanzarla. "Yo le enseñaré donde crecen las cruces de hierro" le dice James Coburn a Maximillian Schell casi al final de la película. El cartel refleja perfectamente esa frase.
Bien es cierto que hay varios carteles de la película. Posiblemente el que más ha trascendido es el de los helicópteros atravesando el sol y ese río que serpentea en una clara imagen de la locura a la que se ven abocados los personajes. Sin embargo, el cartel original es muchísimo mejor, pues tiene los helicópteros como meros acompañantes secundarios y da protagonismo al Coronel Kurtz, al místico Kurtz con claroscuros, como parte de la jungla a la que pertenece su cuerpo y alma. Martin Sheen aparece al fondo, también en las sombras, como su personaje en la escena de la ejecución. Todo ello con el río y los helicópteros acompañando el cartel. Lo que sobresale iluminado no es más que el último puente en manos americanas, ese que atraviesan pasada la mitad de la película para adentrarse definitivamente en la locura. El rojo y el negro empleado, el mismo tono de muchas de las escenas de la película, le da ese aura de película de terror... el horror.
El cartel original de esta película, al menos el que se vio en cines, no tiene que ver con el que finalmente ha trascendido hasta nuestros días. En él aparece un casco bocaabajo y la silueta de soldados haciendo una marcha por la jungla. Bonito, pero un tanto olvidable para el espectador medio. Sin embargo la locura de la guerra queda reflejada en un fotograma que forma parte de la película y que es el cartel en sí. El cuerpo de Elías (Willem Dafoe) cayendo desesperado, huyendo del enemigo vietnamita, desangrándose, es historia viva del cine bélico. Esa imagen vale mucho más que cualquier otra y por ello el cartel que ha llegado a nuestros días es ese fotograma de la película. Un momento concreto en el que no vemos el rostro del actor y sí en el fondo, difuminados, a los vientamitas que le dan caza. Que las dos O´s de "Platoon" sean mostradas con chapas de identificación es otro detalle bonito a tener en cuenta.
Como cartel, el de "Full metal jacket" es escueto, sencillo, ramplón... pongan aquí la palabra que deseen. Pero dentro de ese aparente poco empeño en currarse un cartel, es mítico e imprescindible. Un fondo blanco y por encima unas letras y una única imagen, la del casco de Bufón, que sostiene una chapa de la paz a la par que se puede leer el mensaje "Born to kill" (nacido para matar). En la película un Coronel discutirá con Bufón acerca de dicha dualidad, ese choque entre el pacifismo y las ganas de matar caras amarillas. El caso es que basta esa imagen para darse cuenta de qué trata la película (y la mente de Bufón). Lo dicho, escueto a más no poder, pero de los carteles que van al grano y que golpean al espectador, dejando claro que tienen que ver la película.
Hasta aquí la lista de siete. Dejo a vuestra elección qué películas tienen carteles que os gusten. Para mi gusto, títulos como "Doce de patíbulo", "Tobruk", "La delgada línea roja", "1917" o incluso "U-571" tienen carteles realmente interesantes y llamativos por diferentes motivos. Pero no lo suficiente para estar entre las siete escogidas.
Comentarios
Publicar un comentario