Estrenada en Netflix durante el verano, "Estados Unidos: El Peliculón" es un curioso repaso a algunos de los momentos cruciales de la historia de los USA. Gamberra de principio a fin, y con todo tipo de licencias, la película cuenta las peripecias de George Washington y un grupo de personajes ilustres (de diferentes épocas, incluyendo a Gerónimo, Addams o una fémina Newton) en su lucha por la Independencia del país después de la alta traición por parte de un General que se pasa al bando británico.
Con la voz de Channing Tatum en el rol de Washington o Simon Pegg como el Rey británico, "Estados Unidos: El peliculón" pretende hacernos pasar un rato divertido a la par que pone patas arriba la historia de Estados Unidos. Alterna, por desgracia, momentos acertados como el guiño al asesinato de Abraham Lincoln, con un sorprendente y sangriento momento, con auténticas tonterías que carecen de gracia. Veremos diferentes momentos cumbre como la firma de la Declaración de la Independencia, Gettysburg, Vietnam o incluso el hundimiento del Titanic a la par que critica a los británicos y atiza a algunas de las "way of life" americanas.
Con cultura pop a más no poder, con guitarreo o guiños a Star Wars en esa épica y descacharrante batalla final, la película no consigue captar toda nuestra atención, y tras un más que correcto arranque con algunos momentos que son de lo mejor de la película (a destacar esa mala decisión de entrar en "Vietnam") el film se va por las ramas y pierde el rumbo manteniendo pequeños chispazos en forma de crítica a la manera en que los norteamericanos trataron a los indios, afroamericanos o a la falta de libertad con las mujeres. Que el grupo esté formado por blancos de pro que se dedican a la fiesta, beber cerveza, carreras con comentarios lo más machistas y racistas posibles, junto a precisamente la antítesis de estos, como ese Newton en versión femenina o Gerónimo, hace que la balanza se mueva entre todo tipo de cultura americana.
Al final trata de eso, con esa batalla final y la escena que sirve de epílogo como crítica a que toda lucha por la libertad y por crear un país multicultural acaba en un despropósito en el momento en que el exceso de libertades provoca que varias culturas acaben siendo pisoteadas. De eso trata "Estados Unidos: El peliculón" a la par que se mete de lleno en la Guerra de Independencia. Porque, a fin de cuentas, en un blog bélico tocaba tirar un poco del entramado bélico de la película. La batalla final, fantasiosa pero acertadísima, repleta de sangre y que no se guarda ninguna bala en la recámara, sirve para elevar ligeramente un fallido producto que no acaba de cuajar.
Y no lo hace porque acaba siendo una sucesión de Sketches sin ton ni son, perdiendo la frescura que ofrecía en el inicio y desaprovechando el buen final que sirva de guinda. El delirio, víctima de vayan ustedes a saber qué tipo de sustancias (no sé si cerveza o té, pasando por las drogas duras) hace que el guión acabe desapareciendo del mapa a la par que Washington se hace con el poder. Tampoco ayuda, fuera de Estados Unidos, que se trata claramente de una reinvención de la historia americana, y quien no esté familiarizado con los personajes que salen en pantalla perderán la noción de qué pintan en la trama.
Para quienes vivan en USA la película puede tener mayor sentido y, muy probablemente, captarán más bromas (los cultos, que en el país hay un amplio porcentaje que no sabrá ni qué hicieron Washington o Lincoln, no digamos ya quién fue Gerónimo) que el espectador medio internacional. No obstante, las bromas muy del estilo universitario y la gamberrada en exceso acaba saturando una propuesta que me resultó atractiva a la par que curiosa. La producción tiene sus momentos divertidos que harán que puedas recordarla por dichos tramos, pero contiene más momentos totalmente fuera de lugar que hacen que acabes olvidando fácil lo que ves en pantalla.
El resultado final, o mi veredicto, es que no aprueba por poco. Necesita mejorar porque no vale con realizar una crítica donde meter con calzador los momentos importantes de la historia de Estados Unidos con una trama rocambolesca. Le salva un Washington (Tatum) desatado, los momentos de culturilla que incluyen guiños a deportes americanos, el siempre eficaz Lincoln o la batalla final. Por el medio del camino, sin embargo, se entretiene en paja, en puro relleno donde pierde de vista su tono culturizador a la par que gamberro para caer en la broma burda y chorra.
Nota: 4,5
Lo Mejor: Ese par de colegas Washington y Lincoln con una excesivamente alocada batalla final
Lo Peor: La trama, repleta de sketches que no vienen a cuento.
Con la voz de Channing Tatum en el rol de Washington o Simon Pegg como el Rey británico, "Estados Unidos: El peliculón" pretende hacernos pasar un rato divertido a la par que pone patas arriba la historia de Estados Unidos. Alterna, por desgracia, momentos acertados como el guiño al asesinato de Abraham Lincoln, con un sorprendente y sangriento momento, con auténticas tonterías que carecen de gracia. Veremos diferentes momentos cumbre como la firma de la Declaración de la Independencia, Gettysburg, Vietnam o incluso el hundimiento del Titanic a la par que critica a los británicos y atiza a algunas de las "way of life" americanas.
Con cultura pop a más no poder, con guitarreo o guiños a Star Wars en esa épica y descacharrante batalla final, la película no consigue captar toda nuestra atención, y tras un más que correcto arranque con algunos momentos que son de lo mejor de la película (a destacar esa mala decisión de entrar en "Vietnam") el film se va por las ramas y pierde el rumbo manteniendo pequeños chispazos en forma de crítica a la manera en que los norteamericanos trataron a los indios, afroamericanos o a la falta de libertad con las mujeres. Que el grupo esté formado por blancos de pro que se dedican a la fiesta, beber cerveza, carreras con comentarios lo más machistas y racistas posibles, junto a precisamente la antítesis de estos, como ese Newton en versión femenina o Gerónimo, hace que la balanza se mueva entre todo tipo de cultura americana.
Al final trata de eso, con esa batalla final y la escena que sirve de epílogo como crítica a que toda lucha por la libertad y por crear un país multicultural acaba en un despropósito en el momento en que el exceso de libertades provoca que varias culturas acaben siendo pisoteadas. De eso trata "Estados Unidos: El peliculón" a la par que se mete de lleno en la Guerra de Independencia. Porque, a fin de cuentas, en un blog bélico tocaba tirar un poco del entramado bélico de la película. La batalla final, fantasiosa pero acertadísima, repleta de sangre y que no se guarda ninguna bala en la recámara, sirve para elevar ligeramente un fallido producto que no acaba de cuajar.
Y no lo hace porque acaba siendo una sucesión de Sketches sin ton ni son, perdiendo la frescura que ofrecía en el inicio y desaprovechando el buen final que sirva de guinda. El delirio, víctima de vayan ustedes a saber qué tipo de sustancias (no sé si cerveza o té, pasando por las drogas duras) hace que el guión acabe desapareciendo del mapa a la par que Washington se hace con el poder. Tampoco ayuda, fuera de Estados Unidos, que se trata claramente de una reinvención de la historia americana, y quien no esté familiarizado con los personajes que salen en pantalla perderán la noción de qué pintan en la trama.
Para quienes vivan en USA la película puede tener mayor sentido y, muy probablemente, captarán más bromas (los cultos, que en el país hay un amplio porcentaje que no sabrá ni qué hicieron Washington o Lincoln, no digamos ya quién fue Gerónimo) que el espectador medio internacional. No obstante, las bromas muy del estilo universitario y la gamberrada en exceso acaba saturando una propuesta que me resultó atractiva a la par que curiosa. La producción tiene sus momentos divertidos que harán que puedas recordarla por dichos tramos, pero contiene más momentos totalmente fuera de lugar que hacen que acabes olvidando fácil lo que ves en pantalla.
El resultado final, o mi veredicto, es que no aprueba por poco. Necesita mejorar porque no vale con realizar una crítica donde meter con calzador los momentos importantes de la historia de Estados Unidos con una trama rocambolesca. Le salva un Washington (Tatum) desatado, los momentos de culturilla que incluyen guiños a deportes americanos, el siempre eficaz Lincoln o la batalla final. Por el medio del camino, sin embargo, se entretiene en paja, en puro relleno donde pierde de vista su tono culturizador a la par que gamberro para caer en la broma burda y chorra.
Nota: 4,5
Lo Mejor: Ese par de colegas Washington y Lincoln con una excesivamente alocada batalla final
Lo Peor: La trama, repleta de sketches que no vienen a cuento.
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