Toca rendir entrada a la producción española, "G.E.O. Más allá del límite", un proyecto que desconocía hasta encontrar tanta publicidad del mismo que acabé por caer en la tentación. El resultado, salta a la vista para cualquiera que siga las redes sociales ha sido altamente satisfactorio. Una grata sorpresa que toca reivindicar y que tenéis disponible en Prime Video.
Llama la atención que los G.E.O. abran sus puertas para que veamos como se las gastan en las duras pruebas de acceso para formar parte del grupo de élite español. Pero una vez estamos dentro, la serie cumple de sobra con requisitos imprescindibles pata su éxito. El primero de ellos es el de captar la atención del público. El primer capítulo pone en situación, atrapa, y el periodo de convivencias muestra la dureza máxima de las pruebas. Al acabar su primera de las ocho balas, el espectador querrá más.
Después, el mérito es mantener el nivel pese a que las pruebas posteriores llegan a ser más centradas en el entrenamiento de forma física y táctica. Pero la variedad de las mismas y de recursos de un equipo técnico dispuesto a superar con nota la exigente prueba hacen que la serie documental perdure en nuestras retinas durante largo tiempo. Estamos ante un entrenamiento militar de aquí, pero con muchos de los recursos artísticos de allí (USA). Es de aplaudir que no se caiga en desgracia y se firme una serie que ya quisieran al otro lado del charco.
Porque no lo neguemos, el tonillo de algunos planos es muy patriótico, muy cercano al de las películas yankees pero cambiando las barras y estrellas por la rojigualda. Y no se cae en el estereotipo ni en la torpeza, siendo la producción que cualquier fuerza militar o policial española quisiera firmar con sangre. Es tal dl grado de implicación de todos, que el éxito de la producción posiblemente sirva de aliciente para que en futuras pruebas de acceso haya mayor número de solicitudes, tal y como sucedió con "Top Gun" en las fuerzas aéreas norteamericanas.
Podría hablar horas del protagonista principal, que si no fuera porque es real y esto es un documental pediría a gritos el Goya al Mejor Actor protagonista. Ese Pelayo, asturiano de nacimiento y del que iremos conociendo cosillas de su vida pasada, es el Director de las pruebas, es el alma matter del proyecto. Sin él, "G.E.O. Más allá del límite" no sería lo mismo. Nuevamente invito a poner su nombre en redes sociales para ver que su carisma devora la pantalla, nos capta la atención y, al igual que esos aprendices de G.E.O. nosotros también aprenderemos cositas, por evidentes que sean.
Pero no todo es Pelayo, al igual que no todo son las pruebas y los actores principales o secundarios que vamos viendo pasar. Conocemos poco a poco sus vidas en esta especie de reportsje documental que, por momentos, no dista mucho de un reality hecho con mucho mimo y dedicación. Como si del Masterchef de los grupos especiales se tratara, la serie nos va cribando al grupo mientras el espectador espera a ver quien cae y quien logra su sueño de formar parte de tan prestigioso grupo.
No quisiera centrarme exclusivamente en los aspectos intrínsecos, puesto que hay mucho mérito detrás de todo el equipo de producción. Del primero al último. Que han convivido durante tantos meses con el grupo, rodado muchísimo material para lograr un grado de realismo espectacular. El montaje, que no debió ser fácil, maneja diferentes ritmos para según la ocasión. El juego peliculero de muchos de sus planos, una introducción tan épica como acertada y cualquier cosa que veamos en plantalla está cuidada con exquisitez, con muy buen gusto. Aprendidas las lecciones de una superproducción made in Hollywood pero con los medios de aquí.
Al igual que para llegar a ser G.E.O., el equipo de producción sabía que para llegar al público en algo así sólo se podía tener el mejor equipo posible. Y lo logran con soltura, mostrando muchos entresijos pero sin olvidarse del ser humano, otorgando a cada capítulo un carácter uniforme de principio a fin, pero manteniendo el tono a lo largo de toda la serie. Poco que achacar a un documental bien hecho y que todo aquel al que le guste la instrucción debería mirar. No tenemos al Sargento Hartman, pero con Pelayo nos vale y nos sobra para ofrecer al espectador una dura sesión de preparación militar.
Nota: 7,5
Lo Mejor: Ese tono tan peliculero que le sienta fenomenal.
Lo Peor: Que el cine español no sea capaz de hacer una película de ficción militar a esta altura. Y un último capítulo tan necesario como menos emocionante.
Llama la atención que los G.E.O. abran sus puertas para que veamos como se las gastan en las duras pruebas de acceso para formar parte del grupo de élite español. Pero una vez estamos dentro, la serie cumple de sobra con requisitos imprescindibles pata su éxito. El primero de ellos es el de captar la atención del público. El primer capítulo pone en situación, atrapa, y el periodo de convivencias muestra la dureza máxima de las pruebas. Al acabar su primera de las ocho balas, el espectador querrá más.
Después, el mérito es mantener el nivel pese a que las pruebas posteriores llegan a ser más centradas en el entrenamiento de forma física y táctica. Pero la variedad de las mismas y de recursos de un equipo técnico dispuesto a superar con nota la exigente prueba hacen que la serie documental perdure en nuestras retinas durante largo tiempo. Estamos ante un entrenamiento militar de aquí, pero con muchos de los recursos artísticos de allí (USA). Es de aplaudir que no se caiga en desgracia y se firme una serie que ya quisieran al otro lado del charco.
Porque no lo neguemos, el tonillo de algunos planos es muy patriótico, muy cercano al de las películas yankees pero cambiando las barras y estrellas por la rojigualda. Y no se cae en el estereotipo ni en la torpeza, siendo la producción que cualquier fuerza militar o policial española quisiera firmar con sangre. Es tal dl grado de implicación de todos, que el éxito de la producción posiblemente sirva de aliciente para que en futuras pruebas de acceso haya mayor número de solicitudes, tal y como sucedió con "Top Gun" en las fuerzas aéreas norteamericanas.
Podría hablar horas del protagonista principal, que si no fuera porque es real y esto es un documental pediría a gritos el Goya al Mejor Actor protagonista. Ese Pelayo, asturiano de nacimiento y del que iremos conociendo cosillas de su vida pasada, es el Director de las pruebas, es el alma matter del proyecto. Sin él, "G.E.O. Más allá del límite" no sería lo mismo. Nuevamente invito a poner su nombre en redes sociales para ver que su carisma devora la pantalla, nos capta la atención y, al igual que esos aprendices de G.E.O. nosotros también aprenderemos cositas, por evidentes que sean.
Pero no todo es Pelayo, al igual que no todo son las pruebas y los actores principales o secundarios que vamos viendo pasar. Conocemos poco a poco sus vidas en esta especie de reportsje documental que, por momentos, no dista mucho de un reality hecho con mucho mimo y dedicación. Como si del Masterchef de los grupos especiales se tratara, la serie nos va cribando al grupo mientras el espectador espera a ver quien cae y quien logra su sueño de formar parte de tan prestigioso grupo.
No quisiera centrarme exclusivamente en los aspectos intrínsecos, puesto que hay mucho mérito detrás de todo el equipo de producción. Del primero al último. Que han convivido durante tantos meses con el grupo, rodado muchísimo material para lograr un grado de realismo espectacular. El montaje, que no debió ser fácil, maneja diferentes ritmos para según la ocasión. El juego peliculero de muchos de sus planos, una introducción tan épica como acertada y cualquier cosa que veamos en plantalla está cuidada con exquisitez, con muy buen gusto. Aprendidas las lecciones de una superproducción made in Hollywood pero con los medios de aquí.
Al igual que para llegar a ser G.E.O., el equipo de producción sabía que para llegar al público en algo así sólo se podía tener el mejor equipo posible. Y lo logran con soltura, mostrando muchos entresijos pero sin olvidarse del ser humano, otorgando a cada capítulo un carácter uniforme de principio a fin, pero manteniendo el tono a lo largo de toda la serie. Poco que achacar a un documental bien hecho y que todo aquel al que le guste la instrucción debería mirar. No tenemos al Sargento Hartman, pero con Pelayo nos vale y nos sobra para ofrecer al espectador una dura sesión de preparación militar.
Nota: 7,5
Lo Mejor: Ese tono tan peliculero que le sienta fenomenal.
Lo Peor: Que el cine español no sea capaz de hacer una película de ficción militar a esta altura. Y un último capítulo tan necesario como menos emocionante.
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