La cima de los héroes (Pork Chop Hill; Lewis Milestone, 1959)

Volvemos a Corea y, al igual que hiciera el mes pasado, Gregory Peck es el protagonista indiscutible del texto dedicado a la Guerra de Corea. Y, en este caso, por partida doble, puesto que además de protagonizar la cinta "La cima de los héroes", fue el encargado de producirla con su productora Mellvile. ¿Qué le empujó a ello? Fácil, el actor quedó interesado en la novela escrita por S.L.A.Marshall,veterano que combatió en la colina Pork Chop que da título al film en inglés.

La historia transcurre en 1953, en los últimos meses de la Guerra de Corea. Mientras las negociaciones por la Paz tienen lugar a varios kilómetros del lugar, una Compañía norteamericana recibe la orden de recuperar una colina que los comunistas chinos (aliados de los norcoreanos) acaban de arrebatarles. Con el Teniente interpretado por Gregory Peck al mando, la Compañía procurará cumplir sus objetivos pese al gran número de bajas que comportará.

El infierno del combate
Algo que honra a la película de Lewis Milestone, hoy en día casi una rareza algo olvidada, es su afán por mostrarnos el combate con pelos y señales. Se trata de una historia de soldados en el combate. A los 10 minutos sabes de qué va todo y a los 15 todo salta por los aires... hasta los 95 minutos de película. Film corto pero que va al grano y muestra los intentos norteamericanos por tomar la colina y, posteriormente, defenderla.

Vista en perspectiva, la obra de Milestone puede recordarnos a "La colina de la hamburguesa" en cuanto a carnicería sinsentido se refiere. Porque mientras los políticos o altos estamentos militares negocian un tratado de Paz o de tregua (llamémoslo como queramos), en Pork Chop tiene lugar una sangrienta batalla donde más del 70% de la compañía norteamericana perecería, pero muchas más bajas tendría el Ejército chino. Y todo por un pedazo de tierra.

Hay una conversación clave entre Peck y uno de sus subordinados, donde se da con la clave de esa contienda. No luchan por algo estratégico. Simplemente combaten para demostrar al ejército enemigo que ellos no se frenarán, que combatirán y, por lo tanto, que urge llegar a un tratado de Paz antes de que eso se vaya de madre.

Al mismo tiempo, la película critica a los superiores, capaces de enviar al matadero a pobres infelices y no enviarles ni munición ni relevos cuando estos lo necesitan. Toca hacer hincapié en esta parte de la película, pues es claramente una crítica al ejército norteamericano. Tenemos, por lo tanto, un combo bastante interesante que, por desgracia, tiene algunos lunares que expondré. Y es que si el Ejército USA colaboró con la película no todo iban a ser críticas al sinsentido de la guerra y al realismo del combate.

En ese aspecto nos topamos con un mensaje final, que choca con lo expuesto en la hora y media previa, en el cuál el personaje princial, en voz en Off, nos lanza el mensaje patriótico de turno destacando que gracias a esos hombres se pudo lograr que otros vivieran en libertad. Tampoco ayuda que por primera vez veamos soldados afroamericanos y un ejército multicultural pero, mire usted, Woody Strode, sea el gran cobarde del grupo. En una Compañía donde todos tienen miedo pero cumplen con su función de luchar por Corea del Sur y en contra del comunismo, a un hombre de color no le interesa eso e intenta una y otra vez escabullirse del combate con las reprimendas de un Peck empeñado en enviar al combate a todos sus hombres, porque es su deber.

Son dos de los detalles que chocan: Ese patriotismo que no viene a cuento con la trama y cierto toque que puede resultar o sonar a racista, y que en Francia levantó ampollas. No así en Estados Unidos. A pesar de esas mencionadas lagunas, "La cima de los héroes" sabe encontrar su ritmo trepidante en una sucesión de escenas de combate que ponen los pelos de punta. Porque estamos en 1959, poco después de acabar el conflicto, y antes del fragor de Vietnam, y la película de Milestone nos lleva literalmente al barro.

De pequeño recordaba "La cima de los héroes", posiblemente por culpa de su innecesario título en castellano, como una película de hazañas bélicas con tono patriótico. Pero la realidad, dista mucho de mis recuerdos de pequeño, puesto que estamos ante una película que es comparable, salvando las distancias, con "La colina de la hamburguesa" o "BlackHawk derribado", en lo que refiere a tenernos más de una hora bajo las bombas, sin dar tregua ni descanso al espectador.

En ese sentido, "La cima de los héroes" se puede tildar de pionera. Una batalla por una colina, sin florituras, sin personajes femeninos y con algún topicazo como ese ejército rojo que envía mensajes por megafonía para desesperar y desquiciar a los yankees. Con esos ingredientes se basta y se sobra Milestone para rodar su última aportación al género al que más gloria dio (incluyendo su obra maestra "Sin novedad en el frente").

Comentario final
Meter de lleno al espectador en el combate, tal y como querría Samuel Fuller, no es nada sencillo. Y mucho menos con los medios de la época. Por ello hay que dar valor a lo que consigue, pese a algunos tramos irregulares, el bueno de Lewis Milestone amparándose en un reparto coral pero con una figura clave, la del actor y productor Gregory Peck.

Queda un entretenimiento con momentos de notable bien logrados. Una película acertada sobre la Guerra de Corea que merece mayor reconocimiento que el olvido al que parece destinada. No es la mejor de su director, ni la mejor de Peck, ni la mejor sobre Corea. Pero tiene algo, en todo ese combate donde sufrimos con esos chavales, donde el drama se apodera de la pantalla en no pocos momentos, que la hace realmente interesante.

Resumiendo, un título que recomiendo, con alguna escena que pone los pelos de punta, como la del momento en que les caen las bombas encima, o ese chaval que intentando reventar un búnker enemigo, se reventará el brazo con una granada. No es tan glamouroso combatir. Y en ello, "La cima de los héroes" nos muestra un mensaje más cenizo y duro con el combate que era una rareza en el Hollywood de los 40 y 50.

Nota: 6,75

Lo Mejor: Mostrar el combate sin dar tregua ni al enemigo, ni mucho menos al espectador
Lo Peor: El mensaje patriótico del tramo final y cierto tono racista que podía evitarse.

Comentarios

  1. Señor Imanol,

    Sigo las actualizaciones de tu blog con gran interés y te agradezco el tiempo y la energía que inviertes en ello.
    Y además utilizo lo utilizo como biblioteca de referencia sabiendo que tus análisis son amenos y muy equilibrados.
    Hace poco escuché un Podcast de Esaú Rodríguez (del Podcast Casus Belli) que me encantó sobre la referencia histórica y el libro y citaba la película de pasada (no pongo la referencia porque no se si es de mala educación poner un vínculo en un comentario).
    Y haciendo una búsqueda por encima aquí, encontré los datos necesarios para poderla encontrar y adquirirla.
    He disfrutado de la película, con todas los límites que comentas, de principio a fin y es un placer triangular así mi interés por la historia y el cine bélico.
    Muchas gracias nuevamente por tu labor y enhorabuena por tu estilo de redacción.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *