La leyenda del Samurái (47 Ronin) (Carl Erik Rinsch, 2013)

Este mes en la sección de cine histórico-bélico me traslado al Japón Feudal. Y no, por desgracia para vosotros, no voy a dedicar una entrada a un título de Akira Kurosawa, algo que hace mucho tiempo que pese a que tengo ganas de hacer todavía no me he dignado a ello. A cambio, eso sí, voy con ese espíritu samuraiesco al fin de los días, con "La leyenda del samurai (47 Ronin)" dirigida por Carl Erik Rinsch en 2013 y protagonizada por Keanu Reeves.

Una película que costó (abróchense el cinturón) la friolera de 175 millones de dólares y que no llegó a recaudar en todo el mundo dicha cifra, quedándose ligeramente por debajo (150), con un balance USA excesivamente pobre. Y es que por mucho que Keanu sea una gran estrella del cine de acción, no es alguien que pegue en exceso en un proyecto así... con un reparto repleto de japoneses. La película fue, por lo tanto, un fracaso de taquilla.

47 Ronin en el cine
Toca destacar que no es la primera vez que la leyenda de estos 47 samurais, o Ronin (Samuráis que han perdido el honor o a su amo) al cine. En la época del cine mudo, el cine japonés dedicó no pocos cortometrajes o largometrajes a los hechos. En 1932 Teinosuke Kinugasa dirigió "The Loyal 47 Ronin" divididas en dos partes de unos 100 minutos. Un metraje kilométrico pero que sería el referente para narrar la historia.

Fue Kenji Mizoguchi quien en 1941, con Japón expandiéndose en Asia y al borde de involucrarse en la II Guerra Mundial tras Pearl Harbor, quien dirigiría "La venganza de los 47 samuráis", conocida también como "Los leales 47 Ronin" (mismo título del film de Kinugasa). 240 minutazos de película, cuatro horas, para narrar las fatalidades y hazañas de esta cuadrilla de samuráis . En 1962 Iroshi Inagaki volvería a las andadas con otros más de 200 minutos de película bajo el título de "47 Ronin".

Destacar, de entre estas obras, que tuve el placer (o no) de ver la de Mizoguchi. Precursora del cine de samuráis y Japón Feudal del que bebería y se haría famoso Akira Kurosawa. Tiene todos los ingredientes del pausado y teatral cine japonés para ser una obra reconocida. Y en efecto lo es... pero a diferencia del cine de Kurosawa o de alguna obra sensacional como "Seppuku" del maestro Kobayashi, con los 47 Ronin me atraganté, quizás por su extensión, por ser una obra realizada con pocos medios (cine japonés de 1941, no es Hollywood) o porque no me pilló el día. Reconozco no disfrutar de una película que goza de muy buena fama entre los amantes del cine asiático y de samuráis.

Mitos y Leyendas
Volviendo a lo que trato hoy, a la película de 2013, comentar que emplea la leyenda, mito o historia de esos leales 47 Ronin (fuera o no verídica) incluyéndoles momentos fantasiosos con diferentes personajes mitológicos. De este modo tenemos a una bruja que puede disfrazarse de astuta zorra (perdón por la expresión) o ser en realidad un dragón con similitudes a Fujur (sí, el de "La historia interminable"). También tenemos un bosque con personajes peculiares, o alguna bestia de enormes dimensiones por los bosques del Japón Feudal. Todo ello para dota de un toque más aventurero a la propuesta.

La Trama
La leyenda de los 47 Ronin puede que ya la conozcáis. Un grupo de valientes y honorables hombres que vengaron la muerte de su amo en manos de un auténtico cabronazo que se hizo con sus tierras. Desterrados, estos ex 47 samuráis, planificaron y esperaron un momento de debilidad de su archienemigo para cumplir su cometido. Por el camino, en esta película, se añade un personaje como el de Keanu Reeves simplemente para poder tener el gancho suficiente (no lo tuvo) cara al público internacional. Un mestizo, mitad hombre mitad demonio, que vivirá con los samuráis y, pese a que le desprecian, demostrará estar preparado para el combate.

A esto toca añadir una sencilla historia de amor que no tiene el suficiente pesos más que para justificar que el personaje en cuestión se una a los ronin en la búsqueda de venganza. El mestizo no busca venganza, si no salvar a su amada de un matrimonio concertado con el malo maloso. Sí, por similitudes puede recordar todo el final a "Robin Hood: Príncipe de los ladrones", con Kevin Costner. Pero sin llegar al nivel de aquella película.

Comentario
Con escenas con bestias que pueden recordar a los estudios Ghibli, con una secuencia piratil con navíos holandeses de por medio que nos recordará inevitablemente a "Piratas del Caribe" y con referencias o recuerdos a un buen puñado de películas. Ahí tenemos a un mestizo que es una fiera para entretenimiento de los holandeses, como el John Rambo del inicio de la floja tercera escena. La mitología y las leyendas japonesas se dan cita en una película con sabor anglosajón a pesar de contener (por lógica) un reparto en su mayoría compuesto por asiáticos.

No obstante, la película es un entretenido viaje de principio a fin. Con algún altibajo en la parte central, la trama se nos da bastante masticada para no perdernos entre tanto nombre japonés. Una de esas cintas hechas a sabiendas de que el público necesita algo rápido y fácil de digerir y cumple con ello. Por el camino nos regala una leyenda japonesa en menos, mucho menos, de las casi 4 horas de rigor de cada una de las películas mencionadas sobre los hechos.

El resultado se disfruta, sin duda, si vas a sabiendas de que estás contemplando una historia de japoneses en modo remake americano. Es por ello que el teatro y el cartón de los decorados dan paso a muchos efectos visuales, a bestias inmundas, a acertijos, juegos, romanticismo del ñoño y a unos valerosos hombres dispuestos a morir con honor antes de ser repudiados y vivir en el bosque. Un entretenimiento que no gustará a todos, pero para mí sí pasa la prueba del algodón.

Nota: 5,75

Lo Mejor: La acción, y la trama samuraiesca.
Lo Peor: No deja de ser un remake a la americana con sus innecesarios añadidos.

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