"Cada vez que mis manos tocan cerebro soy supermosca TNT, soy "Los cañones de Navarone". La frase es una de las muchas que suelta el malhablado Jules Winfield (Samuel L.Jackson) en "Pulp Fiction", la película que acabó catapultando al director al estrellato. En ella hacía mención a uno de los títulos clave del cine de hazañas bélicas. Pero su homenaje al género no pararía ahí, puesto que en la escena en la que Bruce Willis está con Maria de Medeiros en el apartamento, en la televisión están viendo una película bélica con motos de por medio. Una rareza de Serie B de las que gustan homenajear a Tarantino.
Por si fuera poco podemos considerar (¿rizando un poco el rizo?) la escena del reloj de Butch (Bruce Willis) como un homenaje a "El cazador", puesto que en el flashback vemos a Christopher Walken ejerciendo el rol de padre de Butch entregándole a su hijo un reloj que llevó guardado en el ojete durante el tiempo en el que fue prisionero en la Guerra de Vietnam. Recordemos que Walken había sido prisionero de guerra en el éxito de Michael Cimino: "El cazador", film que le valió su Óscar como Mejor Secundario.
Damos ahora un salto importante en el tiempo para llegar a "Malditos Bastardos", su película bélica pese a que no pocos la tachan de "Otra cosa". Pero si hay que etiquetarla en un género, ese es sin duda el bélico. Ambientada en la II Guerra Mundial, en la Francia ocupada, y con no pocos homenajes al género que desgranaré a continuación. El primero, y evidente, está en el título. Su "Inglorious Basterds" original bebe de "Inglorius Bastards" que fue el título en Estados Unidos del film italiano "Aquel maldito tren blindado".
En realidad la trama es totalmente diferente, y Tarantino únicamente homenajea en el título a dicho film. Bueno, en el título y en el hecho de introducir el cameo de dos miembros del staff del clásico italiano, su director, Enzo Castellari y el actor Bo Svenson. Precisamente Svenson aparece como Coronel americano en la película ficticia "El orgullo de la nación" (Pride of the nation), esa macarrada dirigida por Eli Roth con Daniel Brühl de protagonista.
Esa película que se ve en el cine de París en 1944 nos recuerda al cine propagandístico alemán e, inevitablemente, a "El triunfo de la voluntad", de Leni Riefenstahl, directora mencionada a lo largo de la producción. Ese homenaje al cine propagandístico alemán contiene, en su interior, un pequeño guiño a otro clásico del cine histórico-bélico como es "El acorazado Potemkin". En medio del combate ficcionado para la gran pantalla, un carrito de bebé se cruza por medio del campo de batalla.
Pero no contentos con estos homenajes, tenemos otros a lo largo de la película. Tenemos una intro con la BSO de "El Álamo" para caldear el ambiente, el personaje interpretado por Brad Pitt se llama Aldo Raine, en claro homenaje a Aldo Ray, actor del cine clásico con unas cuantas películas bélicas en su haber. Pero, sobretodo, es inevitable ver similitudes a "Doce del patíbulo" en la manera en que Raine selecciona a sus judíos para la misión, recordando al Mayor Reisman (Desde la distancia). O en ese tramo final en el cine matando todo oficial nazi que se precie. Como homenaje escondido, añado uno que únicamente se vio en el trailer, donde uno de los bastardos, ametralladora en mano corre por los pasillos al más puro estilo de Pedazo de Animal (Adam Baldwin) en "La chaqueta metálica".
Su homenaje al cine en geéneral, esa pasión por el septimo arte, la ha plasmado Tarantino en su última obra, "Érase una vez en Hollywood", y entre enésimo homenaje al Western o al cine de Artes Marciales, el director de Knoxville ha vuelto a dejar al cine bélico en buen lugar. La escena de "La Gran evasión" donde el oficial alemán de turno manda a Steve McQueen a la "Neverrrra" tiene su calco de una curiosa manera: En una escena en concreto un actor reconoce al personaje interpretado por Leo Di Caprio (el jodido Rick Dalton) diciendo que estuvo a punto de conseguir el papel de McQueen en dicho clásico de John Sturges. Entonces, Tarantino lanzará un falso flashback, en el cuál vemos la escena en cuestión, tal cuál, pero con el rostro de la estrella de "Titanic" en lugar de McQueen, espetando al alemán aquello de "¡Capitán!".
Aunque la película hace mención a principios de 1969, eso a Tarantino le importa más bien poco y es por ello que decide incluir un cartel promocional de "Tora, Tora, Tora" en una de las escenas de la película. El cartel se ve clarísimamente al inicio de una secuencia en la que Brad Pitt recuerda una escena acontecida con anterioridad.
No puedo acabar este texto sin recordar ese homenaje brutal al cine bélico que es el pequeño fragmento que nos muestra de "Los 14 puños de McClusky". ¿De qué se trata? Nuevamente estamos ante una película ficticia de Serie B, con claras reminiscencias al final de "Malditos Bastardos" o de "Doce del patíbulo", donde Rick Dalton (Di Caprio) aparecerá con un lanzallamas en mano, algo que nos recordará inevitablemente a "Tobruk" donde veíamos a Rock Hudson con dicho juguetito. Pero, además, el personaje de la película lleva un parche, que a pesar de ser en el ojo contrario, nos recordará al personaje de Burt Lancaster en esa película extraña ambientada en las Ardenas titulada "La fortaleza".
Como veis, la pasión de Quentin Tarantino por el cine bélico nos ha deparado no pocos momentos donde homenajea nuestro querido género. Espero que algunos lo tengan en cuenta cuando vuelvan a no ver a "Malditos bastardos" como una cinta bélica. Porque es la película bélica con la que nos ha obsequiado un amante del cine en general.
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