Miguel Strogoff (Carmine Gallone, 1956)

Dentro de la Sección de cine Made in Europe, y aprovechando que este año estoy volviendo a resucitar el cine histórico-bélico, hoy os traigo un clásico de aventuras basadas en la novela de Julio Verne: "Miguel Strogoff". En 1956 el cine europeo, con Francia a la cabeza pero aprovechando la colaboración de Alemania del Oeste, Yugoslavia e Italia, llevó a cabo una coproducción costosísima para la época, para la cual contó con uno de los grandes actores europeos del momento.

Curd Jürgens fue el escogido para tan importante papel. Cabe destacar que por entonces ya había protagonizado "El General del diablo", uno de sus títulos más importantes en su Alemania natal. El éxito de "Miguel Strogoff", junto al de la mencionada película ambientada durante el nazismo, derivó en que un año más tarde, en 1957, protagonizaría junto a Richard Burton "Amarga victoria" y junto a Robert Mitchum "Duelo en el Atlántico", posiblemente su papel bélico más importante, por encima de su papel en "El día más largo". Estamos, pues, ante uno de los grandes actores del cine bélico, sin lugar a dudas.

"Miguel Strogoff" cuesta digerirla como cinta bélica. Pero tiene lugar en el Siglo XIX, en la época zarista, y con una revuelta tártara de por medio. Con el General rebelde Ogareff como principal villano en una trama que podríamos incluso tildar de espionaje pero, sobretodo, de aventuras bélicas. El juego que nos depara la película mantendrá al espectador entretenido de principio a fin. Eso sí, el mérito reside más en la obra de Verne que en la película en sí.

Carmine Gallone no se permite excesivas licencias con respecto a la obra original, aunque las haya. Si en la obra de Verne el personaje principal y la mujer que le acompañaría durante el viaje se encuentran "por casualidad", en la película es el General al mando de la operación quien incluye a la mujer como parte de la misión, obligándola a acompañar a Miguel Strogoff en su viaje veraniego por la extensa Siberia.

Tenemos todo tipo de peligros por el camino. No solo el siempre presente enemigo tártaro y las diferentes tribus que quieren llegar a Irkutsk, si no las tormentas, lo peligroso de atravesar un rio en esas barcazas, la presencia de un Ogareff que está dispuesto a descubrir al mensajero del Zar para evitar que este alcance su destino. Porque Strogoff únicamente es un cartero que debe enviar un mensaje al hermano del Zar, cuyo puesto defensivo en Irkutsk es clave. Pero a medida que avanza la película acabará convirtiéndose en un gran estratega.

Con amplia presencia femenina en el reparto (hasta tres mujeres con papeles importantes, como la compañera de viaje de la que Strogoff se enamorará, la zíngara y una tercera con importancia en el momento clave de la película, con Strogoff hecho prisionero). Porque aunque no destriparé en exceso los diferentes momentos de la película, cabe destacar las escenas en las que es hecho prisionero, como importante tramo de la película. El aventurero Strogoff, eso sí, tendrá la compañía en una buena parte del viaje de dos periodistas. Un movimiento al estilo de "La vuelta al mundo en ochenta días", repartiendo en algunos tramos el peso de la película.

Jürgens cumple su función, con Genevieve Page como su supuesta esposa en la trama. Juntos hacen creibles sus personajes y, con ello, hacen avanzar la película en ese primer tramo algo menos aventurero y bélico. Las batallas, tranquilos, llegarán. Con especial mención al ingenio final de Strogoff y a ese duelo final con el jefe de turno. Eso sí, estamos en 1956 y, para más inri, en Europa. Con lo cuál no esperéis grandes duelos. Se ve a la legua que había presupuesto por la cantidad de extras en las escenas de combate pero, al mismo tiempo, se adolece de una clara falta de virtudes cinematográficas y credibilidad. A los extras los metieron ahí, a caballo, a hacer como que peleaban y, claro, en los planos generales de más de dos segundos se ve a la legua lo cutre de las escenas.

A pesar de esos pequeños errores que se pueden pasar por alto teniendo en cuenta que por entonces los efectos especiales eran una cosa terciaria en el cine europeo, cabe señalar que la película ofrece lo que pretende, una gran aventura con escenas de combate, con duelos a espada y con un Miguel Strogoff tan heroíco e importante como la novela. De ello se encarga Jürgens a la perfección. Queda un tanto cutre, no obstante, el villano Ogareff, uno de esos personajes hechos con maldad desde el principio, capaz de matar ancianitas y cuya parte final es, directamente, ridícula. Una de esas escenas importantes, que deben ser tomadas en serio y que, sin embargo, no están artísticamente bien acabadas.

El resultado final es un entretenimiento de los años 50. Un título que pretende no envidiar (y en algunos tramos lo consigue) al cine del Hollywood de su esplendor. No es peplum pero creció en la época en la que en Europa ese tipo de cine épico estaba de moda. Por ello, "Miguel Strogoff" ofrece un cine diferente al de la época, mucho más hollywoodiense. Una película que recomiendo descubrir a los amantes de Curd Jürgens, a los amantes de Julio Verne y a quienes, como yo, no le hagan ascos a batallas repletas de extras donde se pueda notar el cartón.

Como último detalle, destacar que en 1961 Curd Jürgens volvería a interpretar al personaje en una especie de secuela (esta sí, sacada de la manga y no inspirada en ninguna obra de Verne) bajo el tútulo de "El triunfo de Miguel Strogoff". En esta ocasión el enemigo del ya Coronel a las órdenes del Zar, combatía contra los turcos.

Nota: 6
Lo Mejor: Júrgens y algunos pasajes de la obra
Lo Peor: Las batallas, aunque interesantes, se quedan cortas por culpa de la nula coreografía.

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