Black Hawk Derribado (Ridley Scott, 2001)

Me he puesto serio en el blog y hoy traigo uno de esos títulos que es algo así como petición popular entre los twitteros. Una película tan adorada que fue 6ª en el #Belicómetro del público y 9ª en la #Ligadecinebélico si bien demostrando ser adorada por legiones de fans. Tocaba rendir homenaje al que para muchos es el título que mejor representa el fragor del combate: "Black Hawk Derribado", dirigida por Ridley Scott en 2001 y la cuál optó a cuatro Óscars, incluyendo Mejor Dirección, y logrando dos, los correspondientes a Montaje y Sonido.

Proyecto
Ridley Scott venía de dirigir la secuela de "El silencio de los corderos", "Hannibal" cuando el productor Jerry Bruckheimer le sedujo con la idea de llevar a cabo la recreación da la batalla de Mogadiscio, en Somalia, en 1993. En ella, fuerzas de los EEUU, con los Rangers a la cabeza, entraron en combate en la capital de Somalia en su intento por capturar al líder de una milicia rebelde. La Operación fue una chapuza, y acabaría saldándose con 19 muertos de los EEUU (y alguno, que no se comenta, pakistaní), y unas 1000 víctimas somalíes.

Destacar este último detalle para quienes sigan viendo en "Black Hawk Derribado" un film antibelicista por el mero hecho de mostrar el horror de la guerra. Se trata de una película que si bien no aplaude a los EEUU, y no vemos tanta bandera de por medio, no critica una acción chapucera, además de rendir homenaje claramente a los caídos por únicamente uno de los dos bandos. Por poner un ejemplo, la palomitera "Midway" de Roland Emmerich, sí destaca en sus letras, que quiere ser un homenaje a todos los que perecieron en el mar en aquella batalla, de un bando como de otro.

La película fue rodada en Marruecos, porque por motivos obvios era muy arriesgado rodar en Somalia. Buscaron diferentes localizaciones y finalmente encontraron en Rabat una zona que podía dar el pego como el Mogadiscio de 1993. El resultado fue espléndido. Los decorados nos meten de lleno en un combate en ciudad, y a ello toca añadir la buena labor de un montaje que capta lo esencial para mostrarnos un sinfín de personajes diversos en las diferentes situaciones.

Reparto
El reparto está liderado por Josh Harnett y Ewan McGreggor. A simple vista no parecen nombres atractivos, pero en parte es lo que se buscó: jovenes, como jóvenes eran los que combatieron en Mogadiscio. El caso es que Bruckheimer se lo montó muy bien, puesto que rodó la película y dio el papel principal a un desconocido actor que apenas seis meses antes estrenaría otro proyecto suyo: "Pearl Harbor". La publicidad de la primera llevó a Harnett a ser de la noche a la mañana una superestrella y, con ello, a ser el cabeza visible del cartel de un reparto coral.

No fue, el de Harnett, el único nombre asociado a "Pearl Harbor". Tom Sizemore ("Salvar al soldado Ryan"), Ewen Bremner ("Trainspotting") y William Fitchner tuvieron papel en la película dirigida por Michael Bay y repetían en este proyecto. Junto a ellos, y el mencionado McGreggor, destacar el nombre de Eric Bana, Sam Sheppard, Jason Isaacs, Jeremy Piven y otros desconocidísimos actores como Tom Hardy, Orlando Bloom o Nikolaj Coster-Waldau ("Juego de tronos").

A destacar, sin lugar a dudas, el papel de Eric Bana, del que la gran mayoría coincidirá en ser el personaje clave de la película. Él es quien al principio nos muestra las diferencias entre Rangers y Delta, y el que da de comer a unos cuantos gracias a sus capacidades de tiro. Chulesco en apariencia,uno de esos tíos que sí o sí quisieras tener a tu lado en el combate y, por si fuera poco, un buenazo como muestran sus dos conversaciones con Josh Harnett, una antes del combate y otra al final, cuando volverá al centro de la ciudad.

Destacar, sin duda, la frase que nos deja la película y que dice nuestro querido Eric Bana (Hoot) antes de echar el cierre la producción: "Cuando me digan: ¿Por qué lo haces? ¿Eres un yonki de la guerra o qué? No pienso decir ni una palabra. No lo entenderían (...) es por el hombre que está a tu lado". En efecto, quedémonos con esta frase del personaje interpretado por Bana porque, en efecto, todo lo que vemos en pantalla es por el compañero.

Nadie queda atrás
Precisamente la película nos hace partícipes de esa misión desde el momento en que nos muestra la manera de morir de diferentes personajes que ni siquiera nos parecen principales o importantes. Vemos como el primero en caer está disparando desde su Hunvee cuando es alcanzado en la yugular y cae desparramado en el interior de un vehículo que posteriormente el propio Hoot llegará a decir que deberían limpiar para levantar la moral de las tropas.

Del mismo modo vemos como otros miembros de los vehículos liderados por el Coronel interpretado por Tom Sizemore mueren de una manera un tanto gore. El que estalla y del que solo queda medio cuerpo, como el que un proyectil se le queda enganchado en el vientre. Los muertos, eso sí, van al vagón de cola, pero se vuelven a casa: No queda nadie atrás. Otra de las premisas de la película, dispuesta a demostrar a toda costa el compañerismo y destacar el sacrificio, muchas veces en balde.

Ese sacrificio lo vemos en ese tipo casi anónimo que salva a un amigo de las balas enemigas, acabando costándole una cruel muerte en pantalla. Decimos lo de cruel por el silencio sepulcral que le precede tras el posterior intento de extracción de la bala. Vemos los rostros de sufrimiento de quienes observan la escena y vemos que eso, a pesar de que creíamos que, como buena película americana, podía salir bien, acaba no saliendo bien.

Ese sacrifico lo vemos en esos dos pobres infelices que son capaces de descender a uno de los black hawks derribados sin saber si sigue vivo el piloto, para dar cobertura y apoyo hasta que lleguen los refuerzos que, tal y como les informan, tardarán en llegar. Ambos acabarán muriendo por intentar salvar al piloto, y uno de sus cuerpos será exhibido casi desnudo por la milicia somalí, esa comparsa que acompaña a la producción en todo momento como zombies de una película de terror.

No solo están los que mueren por intentar salvar a otros aunque en algunos casos, como el mostrado, sirva de bien poco (si bien la salvación posterior del piloto Durant, 11 días después de ser hecho prisionero, pueda indicarnos que las muertes no fueron en balde). También tenemos ese sacrificio por el compañero en cada fotograma de la película. Con el Coronel McKnight (Sizemore) volviendo con sus Hunvees a Mogadiscio a pesar de que les comunican (ya extenuados) que los pakistaníes de la ONU se pueden encargar del rescate; 

Como el que no va al combate por estar con una escayola en el brazo y, cuando toca volver a buscar a los heridos y atrapados en el centro de la ciudad, se autoinvita llegando a casi quitarse la escayola si fuese necesario; Como Hoot con ese discurso final previo a volver a por los rezagados, o ese momento en que, tras el rescate, deciden quedarse unos cuantos a sacar el cuerpo sin vida del piloto de un helicóptero para repatriarlo.

Nadie queda atrás, ¿Queda claro?

Montaje y Escenas
Analizado de qué va la película con muestras claras de por donde van los tiros, toca destacar otros aspectos de la película mucho más superficiales. Ahí tenemos la BSO de Hans Zimmer como primera muestra. Una Banda Sonora que arranca con tonos africanos, pero cuya voz femenina nos acabará recordando a "Gladiator", mientras que los tonos bélicos nos llevan a "La delgada línea roja". De este modo, el gran compositor alemán bebe de dos de sus mejores composiciones para crear una obra deslumbrante que merece más reconocimiento del que tuvo. El tema final, con el que la película baja la persiana mientras las letras nos comunican qué sucedió después. es digna de alabar.

También la fotografía de Slawomir Idziak es otro de los puntos fuertes. La suciedad y el polvo de la ciudad, así como la sangre, nos muestra el realismo de la guerra. Esos tonos grises, que confunden en todo momento esa polvareda con los soldados así como los efectos necesarios en momentos como los de las caídas de los helicópteros ponen los pelos de punta.

Hablando de helicópteros no me puedo olvidar del gran montaje ganador del Óscar y que, todavía a día de hoy, se podría decir que es de los mejores de la historia del género. Condensar en algo así como hora y media unas 24 horas de combate, mostrando los entresijos de la operación, no es fácil. Al final tenemos a los Hunvees por un lado, los helicópteros caídos por otro, los rangers y delta desperdigados en diferentes puntos... muchos frentes abiertos, además de la Base con Sam Sheppard al frente, que nos hacen inevitable pensar que un desliz nos hará perdernos.

Por ello, la gran labor de montaje hace que en todo momento estemos alerta y sabiendo lo que sucede. Efectista, sí, pero efectivo también. La escena cumbre en este sentido es la de la caída del primer helicóptero Black Hawk. En ella se alternarán imágenes de la caída del gigantesco bicho desde la cabina del propio vehículo así como desde los diferentes puntos de la ciudad en los que hay tropas amigas. De este modo el cielo nos muestran desde diferentes perspectivas la caída de ese "halcón negro".

Es, sin lugar a dudas, la escena cumbre. Pero no la única a mencionar. La heroíca resistencia casi sin munición, la extracción de la bala o ese tramo final con Harnett mostrando a los helicópteros americanos donde está el enemigo con las bengalas son otros puntos fuertes de la película que concluye con la suficiente epicidad necesaria con esos hombres a pie, siguiendo a los hunvees y acabando corriendo siendo disparados por el enemigo (que tiene la puntería peor que la de los alemanes de "Top Secret!"). Salir de la polvareda, exhaustos, sobreviviendo al día más largo de sus vidas. El plano, mostrándoles su caminar a cámara lenta con numerosos milicianos al fondo, en lo alto de la ciudad, pone los pelos de punta. Su entrada al Estadio Olímpio de la ciudad, zona aliada, donde les suministrarán agua, como si fuera un oasis, merece mucho la pena revisionar.

Crítica
Con exacerbado realismo y sin miedo al qué dirán, Ridley Scott y su productor Jerry Bruckheimer quisieron seguir las pautas marcadas por "Salvar al soldado Ryan" en cuanto al realismo bélico. Mostrarnos las tácticas de combate, con los soldados moviéndose por una ciudad sin ley infestada de enemigos, la película da en el clavo una y otra vez a la que entra en combate. Con poca tregua, la que otorga la noche previa a ese clímax final, "Black Hawk derribado" llega a meternos el miedo en el cuerpo y a ser partícipes de las vidas de todos los que allí se dieron cita.

Vemos cuerpos desmembrados de ambos bandos, a un niño soldado matando por error a su padre, la sordera que puede provocar el combate y ese compañerismo que les acompaña en todo momento. No ceden en su empeño por no dejar a nadie atrás. No es patriotismo USA del barato, no es cine palomitero y no es, ni mucho menos, un film antibélico. Es, posiblemente, uno de esos títulos que mejor reflejan el combate como tal. Es única y exclusivamente la guerra, mostrada por quienes la combaten que, lejos de pensar en por qué luchan en un lugar perdido de la mano de Dios, se dedican a cumplir con su trabajo, obedecer órdenes pero, sobretodo, a actuar por cuenta propia queriendo salvar a compañeros y amigos.

No voy a decir que a uno le den ganas de acabar siendo un Ranger o un Delta dentro de esa ¿lucha interna? que parecen indicar al principio del film cuando le insinuan a Hoot que ellos luchan por su cuenta y que toca trabajar en equipo. Pero sí, la película parece más un panfleto Probeligerante donde mostrar las bondades de la hermandad surgida entre soldados. Y lo consigue con creces. Estrenada poco después del 11S (si bien el proyecto se preparó con antelación) ese homenaje a los caídos en Mogadiscio es, en cierto modo, el tributo dedicado a los americanos caídos por cualquier guerra (sea o no contra el terrorismo).

Notable película bélica que seguía el camino Spielbergiano y mostraba lo que el cine bélico podía abarcar en pleno Siglo XXI. No es casualidad que muchos títulos posteriores sobre guerra moderna, bien sea Afganistán, Irak u otros conflictos ("13 horas: Los soldados de Bengasi") nos acaben recordando, irremediablemente, a esta producción de Jerry Bruckheimer. "Black Hawk derribado" es un título imprescindible del cine bélico. Y posiblemente la mejor película bélica sobre guerras modernas y el combate en ciudad. No os quepa la menor duda.

Nota: 8

Lo Mejor: Todo el combate en Mogadiscio con un montaje exquisito que te traslada con maestría por los diferentes frentes
Lo Peor: Que pueda parecernos un título probélico cuando en realidad es un título a favor del compañerismo y los lazos de fraternidad que genera la guerra.


Comentarios

  1. ¡Enhorabuena por el artículo! Lo que más destacaría de la película es la acción constante que ofrece. No hay un momento para aburrirse. Además el sonido es fabuloso, algo fundamental para ofrecer combates memorables.

    No comparto la idea de que por mostrar el compañerismo entre los soldados una peli deje de ser antibélica. Es algo natural, después de todo se enfrentan a los mismos peligros y deben colaborar para salir adelante con vida. Casi todas las producciones antibélicas que podamos recordar como Stalingrad, Captain Conan, La Chaqueta Metálica y Das Boot también muestran las fuertes relaciones que surgen entre soldados. Y eso no las hace ver con buenos ojos la guerra. Muestran una consecuencia natural de la guerra: que quienes luchan en ella tienden a protegerse mutuamente y a formar una hermandad.

    Comparto eso sí que la película no muestra casi nada el papel de otras tropas, y podría criticar más los errores de la campaña en Somalia. Pero creo que plantea bastantes veces el debate de que hace EE.UU allí, y si realmente están ayudando a rebajar el conflicto somalí. Lo hace a través del soldado cínico de los Seals, si la memoria no me falla. No es un tema en que acaben de posicionarse, y creo que nos dejan la respuesta a nosotros.

    ¡Enhorabuena de nuevo por el artículo!

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