Puentes en la historia del cine bélico ha habido muchos: sobre el río Kwai, el de Remagen, el tan lejano de Arnhem, los de Madison o el que defendían unos jóvenes alemanes en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo al que haré mención hoy no aparece en el título y fue, durante mucho tiempo, el último puente que separaba mi tensión ante una película del largo y profundo sueño antes de despertar sin completar una película.
Mi película favorita de todos los tiempos es "Apocalypse now" ,una película que estuvo un tanto maldita para mi. No es que no la echaran en la tele, es que la emitían siempre con nocturnidad, la pillaba en la tele, y diría que entre semana, me ponía a verla tumbado en la cama (un error del que he ido aprendiendo, poco, pero aprendiendo) hasta que, irremediablemente, uno se quedaba dormido.
Hasta en tres ocasiones la cogí en la tele, recuerdo intentar verla un par de veces en el primer piso de mis padres, donde viví desde los 4 hasta los 8 o 9 años. Nunca pasé de aquel puente, ese último puente en manos de los americanos. Una escena que me tenía marcado, mucho más que la imprescindible cabalgata de las Valkirias con el Coronel Kilgore a la cabeza. Ese olor a Napalm que me dejaba K.O. en la cama... oliendo a derrota.
Una tras otra, la película había podido conmigo hasta que, por fin, la descubrí y la compré con mi paga en el Pryka (ahora conocido como Carrefour). Por fin podía ver el final de la película, aunque tuviera que pararla en el intento. Lo de pararla era porque estaba dividida en dos VHS's tan idénticas de duracion como una lombriz y una serpiente. El primer VHS llegaba muy poco después del famoso puente, con lo cuál mi maldición seguía al pie del cañón. Sobretodo cuando, creyendo en un fundido a negro duradero, que había acabado la primera cinta, paré, rebobiné la cinta, y puse la segunda.
Al poner la segunda parte contemplo como están dejando un muerto por el camino, en el río. Y yo no entiendo nada porque no he visto morir a ese personaje. Tuve que volver a coger el VHS número uno, darle al FFW (el de rebobinar hacia adelante) y darle al play, para contemplar como Coppola me había intentado engañar en su afán por prohibirme su obra maestra. Conseguí acabar la película, de una pieza, no como Chef, el simpático personaje con bigote.
Y, aunque la parte del Coronel Kurtz no me gustó tanto en esa primera ocasión, como toda esa espiral de violencia bélica de la primera más de hora y media, quedé saciado. Esa película que siempre había defendido que era un peliculón... hasta que me quedaba dormido, por fin podía definirla y defenderla como tal: La mejor película de la historia (según yo).
A partir de ahí ya podía iniciar mi #belicómetro. Inicialmente, en mi juventud, con una pequeña lista de apenas 15 títulos, ordenando de mejor a peor los que yo consideraba Top del género. Posteriormente ampliada hasta los 25-30 títulos, de ahí a los 50... y finalmente en mi afán de llegar a mi Santo Grial particular, mi propia lista de 100 títulos imprescindibles del género ordenados por gusto y no cronológicamente. Desde que existen estas listas, Apocalypse now siempre ha estado la primera, mientras el resto han ido variando ligeramente a mejor o peor.
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