Por el valle de las sombras (The Story of Dr.Wassell; Cecil B.DeMile, 1944)

Recupero el cine de la II Guerra Mundial rodado durante el conflicto para traer un clásico que había visto de pequeño en la televisión. Uno de esos títulos que vagamente recordaba porque, muy probablemente, lo vería mientras jugaba, víctima del aburrimiento que generaba en un niño pequeño ver una película bélica de 140 minutos donde apenas aparece el enemigo y unos pocos bombardeos son la mayoría de escenas bélicas del mismo. Pero, "Por el valle de las sombras" es algo más que lo que recordaba como un drama romántico e intentaré desgranarlo aquí tras mi revisión.

La Historia
El Doctor Corydon M. Wassell fue un héroe de guerra norteamericano reconocido por el mismísimo Presidente Roosevelt, quien narró en la radio la gesta de este hombre que se quedó junto a un grupo de heridos durante la Batalla del Mar de Java (febrero de 1942) y consiguió, pese a algunos de ellos no poder ponerse en pie, atravesar la jungla y sobrevivir al enemigo para llegar a salvar a 12 de estos valientes marinos. La película narra estos hechos.

¿Realidad o ficción?
El auténtico Dr. Wassell sí que logró dicha gesta y, considerando que es una ficción del Hollywood de la época, toca reconocer que posiblemente no todo sea como nos lo cuenten. En cualquier caso hay detalles de su vida que el film varía deliberadamente para hacerlo más "cinematográfico". Toca destacar que el propio Corydon Wassell estuvo asesorando en el guión y durante el rodaje de la película. Y fue él mismo quien, al igual que Alvin York, quiso que Gary Cooper fuera quien protagonizara su historia. Y eso que en los hechos (1942) el Doctor tenía 58 años, mientras que el actor que le interpretaría contaba con 41 primaveras cuando tuvo lugar el rodaje de la película.

Pero el detalle más sorprendente cambiado para que fuera todo más ficcionado fue el de su mujer. Cuando fue a la guerra como médico, Wassell estaba casado con Madeleine Edith Day desde 1926. Sin embargo, aunque en la película esta Madeleine existe, no solo no están casados, si no que el enamorado personaje interpretado por Cooper piensa que ella sí, con otro hombre. Por si este cambio fuera poco, en la vida real Wassell había contraído matrimonio con anterioridad, falleciendo su primera esposa el mismo año en que volvería a casarse. Con ella tuvo cuatro hijos (uno de ellos muerto prematuramente). En el film no se hace mención alguna a dicha familia y nuestro personaje es un soltero que va en busca de aventuras a China.

La película
Dirigida por Cecil B.DeMille, un hombre que picoteó poco el cine bélico pero tiene una amplia experiencia con los sacrificios humanos y con el Cristianismo, la película nos muestra a un Doctor Wassell que no deja de perder la fe. El mensaje religioso está intrínsecamente ligado a la película en todo momento. Sobretodo cuando las bombas caen aleatoriamente ante la mirada de un esperanzado y convincente Gary Cooper, nuevamente héroe de una producción bélica como fuera en "El sargento York".

Con mano firme, los travellings del primer tramo de la película nos muestran la amplitud de los espacios en los que se desarrolla. Desde esa escena inicial en el puerto con los supervivientes de dos barcos "casi hundidos" durante la Batalla del Mar de Java, hasta esas escenas de hospital con la cámara siguiendo a los diferentes protagonistas que serán importantes para mantenernos en el sillón.

Porque aunque la película en su título original se titule "The story of Dr.Wassell" y sea él el protagonista principal y absoluto del mismo, se da muchísima importancia al amplio ramillete de secundarios, cada cual con sus locuras varias. Desde el cascarrabias Murdock, que es contrario al Doctor en todo momento, pasando por el ligón de turno que desaparece en cada escena para flirtear con alguna nativa. Tenemos también dos historias de amor no del todo correspondido, entre un jovencísimo marino y una enfermera holandesa que está enamorada de un soldado holandés que es uno de esos personajes nobles a más no poder.

Me detengo brevemente para señalar que se hace buena mención durante el film tanto a los holandeses (con esa enfermera holandesa incluida) como a los británicos, clave escoltando y ofreciendo vehículos a nuestros protagonistas. También una enfermera nativa dará el toque exótico a la producción, enamorada del herido al que ofreció su sangre. Todos componen un collage que puede resultar repleto de tópicos pero al que DeMille da suficiente protagonismo equilibrado para que uno no acabe cansándose en exceso ante la propuesta. El detalle de hablar bien de todos los aliados chocará con lo que "Objetivo: Birmania" realizaría un año después, obviando al resto de países implicados en el conflicto en el Pacífico.

Pero el principal homenaje está destinado, sin lugar a dudas, a ese hombre, el Doctor Wassell, que estuvo en el pasado a punto de descubrir la vacuna para una importante enfermedad y que acabó marchando a la Marina para, en cierto modo, huir de su pasado. Él es el Jesucristo de esta película. Su milagro, haber llevado consigo a esos doce "leprosos", hombres despojados de todo menos de la vida, lo poco que parece quedarles de ella, y a pesar de que le pusieran trabas (como dejarles en tierra por no tenerse en pie), logra reivindicar a esos valerosos soldados, marinos.

El viaje por las tierras de Java se nos narrará con unos pequeños flashbacks. Casi insignificantes en realidad, y que servirán para conocer en primer lugar el motivo de su marcha a China, en segundo lugar el posible romance con Madeleine (la que en la vida real, recordemos, es su mujer) interpretada por Laraine Day, y el tercero de ellos para recordarnos el motivo por el que renunció a su amor y acabó "huyendo" de allí. Todos esos pequeños pasajes, ese camino por el desierto, forman parte de la vida de un personaje que acabará siendo como es gracias a ello. Y ese afán es el que llevará a luchar por la supervivencia de todos esos hombres de manera desinteresada. Incluso contraviniendo órdenes.

Rodada en 1943 y estrenada en 1944, no cabe la menor duda de que es una de esas películas hechas para llenar las salas. Contó con uno de los actores de moda como era Gary Cooper, que había combatido ya a los alemanes en la Primera Guerra Mundial en "El sargento York" (Howard Hawks, 1941) o había llegado a España en la Hemingwayesca "Por quién doblan las campanas" (Sam Wood, 1943). Tuvo también las historias románticas (de tres a cuatro) con variedad de personajes tan típicos para la época. Y, dentro del mensaje de alabar a los aliados, contiene el mensaje de victoria dentro de una derrota.

Sí, la película narra el momento en que la guerra se estaba perdiendo y se luchaba por sobrevivir. Por salir huyendo para, algún día, volver. Cuando se estrenó, no cabía la menor duda de que Estados Unidos y sus aliados ganarían la guerra salvo sorpresa, y era momento de enorgullecerse de actos heroícos como el del Doctor Wassell, que se negó a dejar atrás a un puñado de hombres, aun a riesgo de su propia vida. La película cumple perfectamente con todos esos requisitos a lo largo de más de dos horas de metraje que, he de reconocer, se hacen algo largos.

Escenas
A destacar un par de momentos por encima del resto. En primer lugar la escena inicial, con el Doctor Wassell atendiendo a todos los heridos posibles que están viniendo de uno de los buques dañados durante la refriega bélica. No paran de aparecer heridos en todo momento, aparentemente secundarios pero que poco a poco nos los presentarán como parte de la trama. Y Gary Cooper, de blanco impoluto, como un mesías, destinado a curar y salvar las vidas de todos ellos, incluso de los que parecen querer dejar escapar su último aliento y descansar en paz.

La segunda gran escena es en el hospital, durante un ataque aéreo japonés. Con inteligencia, el Doctor Wassell pedirá a las enfermeras y a quienes se tengan en pie, que se coloquen los colchones contra las ventanas y a los heridos debajo de las camas para sobrevivir al bombardeo. Mientras escuchamos las conversaciones de unos cuantos de estos personajes, las bombas caerán de fondo, algunas de ellas muy cerca, con especial atención a la última que deja algunas víctimas y tocado al personal.

Una escena parecida se repetirá ya en la última escena, en un barco rumbo a Australia. En ella un ataque japonés volverá a obligar a salvaguardar las vidas de los heridos. En plena vorágine, el Doctor Wassell no descansa en su afán por salvar vidas, incluida la de un niño que acaba de perder a su madre durante el ataque. Especial mención a los efectos visuales durante esta batalla donde desde el barco intentan resistir el ataque de los zero. Dichos efectos visuales serían nominados a los Óscars. La llegada de fortalezas volantes aliadas, con la música de la Marina de fondo, servirá como colofón bélico. Llegan los refuerzos, los Zero huyen en un claro mensaje de Victoria.

Comentario
El exceso de metraje para la propuesta resta enteros a una historia bien labrada. Llena de sus tópicos, algo muy típico para la época en la que fue rodada, pero "Por el valle de las sombras" es un interesante drama bélico sobre la superviviencia. Y una de esas películas rodadas durante la II Guerra Mundial que el público en general parece haber olvidado y que merecía su pequeño momento de gloria en este blog dedicado al cine bélico.

Con una buena actuación del siempre convincente Gary Cooper y una ristra de secundarios que cumplen con su cometido, la película parece seguir, por momentos, las bases del clásico "El sargento York", si bien dista mucho en el resultado final. Quizá con la película con la que más parentesco tenga sea con la todavía más desconocida "Sangre en Filipinas", al compartir ambientación (los meses posteriores a Pearl Harbor, en plena huída norteamericana) en la jungla y el hecho de tener a médicos, enfermeras y heridos, por protagonistas.

En definitiva, un de esas películas sobre la supervivencia donde nos sabemos de antemano el resultado final y a pesar de ello disfrutamos del viaje. Incluso el director se permite el bonito mensaje final de, una vez acabada la película, anunciarnos en voz en Off que Hoppy (A.K.A. Arkansas), el único de los heridos que desaparecía durante el viaje en una de esas escenas cortadas con el protagonista ametrallando a numerosos japoneses, continuaba vivo en un campo de prisioneros japonés. Por muchachos como él se debía seguir luchando esa guerra, sin duda. A ellos iba dedicado el mensaje y la película de DeMille. A ellos y a su salvador, el Doctor Corydon M.Wassell.

Nota: 6

Lo Mejor: Gary Cooper y las escenas de multitudes
Lo Peor: Los flashbacks no llegan a aportar tanto como para justificarlos, y le sobra metraje a la película

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