Punto clave del neorrealismo italiano, que se inició con este título y "Ladrón de bicicletas". En este drama bélico, Rosselini contó con un reparto compuesto en su mayoría por actores amateurs, una de las marcas de la casa del género. La austeridad presupuestaria que vivía Italia, ya sin Mussonili al frente, pero embarcada en la guerra (recordemos que Roma se libera apenas un día antes del Desembarco de Normandía y que el frente estuvo abierto hasta el final de la guerra en mayo de 1945), propició que para tirar adelante con el proyecto, el director italiano necesitase actores poco conocidos y ahorrar todo lo posible en decorados. El resultado es un sorprendente drama bélico con la Resistencia italiana presente, con la Gestapo... y todo ello con los aliados ya en la península itálica. Rosselini comenzó a trabajar en ella en verano de 1944 y se rodaría en enero de 1945, con los alemanes fuera de Roma, pero todavía por Italia.
Apenas había pasado un año, y la guerra había terminado, cuando Rosselini decidió continuar narrando la II Guerra Mundial. En esta ocasión la película no la ambientaría en la ocupación alemana, si no en la liberación aliada. A través de seis diferentes historias, el director nos cuenta pequeñas escenas que tienen lugar en diferentes lugares de Italia durante la liberación. A destacar la historia del niño italiano con el soldado afroamericano, posiblemente la más reconocida de la película. En esta ocasión, Rosselini tiró exclusivamente de actores amateurs. Destacar que un año después de su estreno en Italia, el director lograba nominación a los Óscars por su película anterior: "Roma, ciudad abierta", y en 1950 (donde participaban films de 1949) volvería a obtener nominación en la misma categoría con esta "Paisa (Camarada)".
Obra crítica con todas las guerras, pero con la Primera Guerra Mundial en particular la de Mario Monicceli. El título hace referencia precisamente a dicho gran conflicto mundial y contó con dos ases del cine italiano como eran Vittorio Gasman y Alberto Sordi. Este último, especializado en comedias, y que aquí se sentiría como pez en el agua, puesto que su papel es todo lo cómico que se pudiera ser pese al tono dramático de la película. Dos hombres especializados en ser unos caraduras y en evitar entrar en combate acabarán siendo unos inesperados héroes de Italia. Por el camino, eso sí, iremos viendo como su amistad crece a la par que van viendo caer a amigos que no pueden evitar el combate. Logró el León de Oro en Venecia y fue nominada al Óscar a la película de habla no inglesa.
Otra vez el bueno de Roberto Rosselini tirando del carro de la cinematografía histórico-bélica italiana. En esta ocasión volvería a la temática de la Resistencia italiana durante el conflicto para narrarnos la pobre vida de un hombre que acabará metido en un buen lío como "General de La Rovere". ¿Quién fue dicho general?. Un estafador de tres al cuarto, de los del timo de la estampita si hiciera falta, acaba siendo arrestado por los alemanes y obligado a hacerse pasar por dicho general de La Rovere con la misión de descubrir a miembros importantes de la Resistencia italiana. A medida que avanzará la trama la persona acabará creyéndose el personaje de antifascista, chocando drásticamente con el inicio de la película. Notable propuesta dramática/carcelaria con el heroismo siempre presente.
Apenas un año después de estrenarse "La gran guerra" Alberto Sordi demostró que el uniforme militar le sentaba de maravilla volviendo al frente. Pero en esta ocasión la historia se centra en los caóticos días en los que el ejército italiano se había rendido pero sus hasta entonces aliados alemanes todavía combatían en Italia. En septiembre de 1943 sucedían estos hechos y el oficial que interpreta Sordi hará todo lo posible por, dentro del desconcierto, mantener unida a su tropa y conseguir llegar a algún alto mando para esperar órdenes. Nueva comedia bélica, al igual que la película del año anterior. Eso sí, no obtuvo el mismo reconocimiento y no está al mismo nivel, pero sí que merece la pena destacarla entre las siete magníficas de la cinematografía bélica italiana.
Alegato contra la Gran Guerra donde se narraban las penurias de un grupo de soldados italianos en el frente austriaco. Basada en la novela "Una año en el altiplano" de Emilio Lussu, el director nos va contando el paso del tiempo y el hastío de unas tropas hartas de ser enviadas a la muerte por un alto mando torpe. Motines que acaban en fusilamientos e ideas tan absurdas y macabras como el ataque diurno contra las trincheras enemigas portando grandes armaduras que les impedían avanzar. Lógicamente, el enemigo disparaba a las extremidades provocando un destrozo considerable. También se llega a ver un ataque nocturno, o como uno de los personajes principales se juega el pellejo con unos alicates del todo a cien. Notable película que merece la pena conseguir ver al menos una vez en la vida.
Óscar a la Mejor Película extranjera. Sin duda, una grandísima carta de presentación para este título que incluí en la competición de la #Guerradecinebélico Especial Comedias. Con tono humorístico, como no podía ser de otra manera con la filmografía que con más sentido del humor se ha sabido tomar los conflictos bélicos, nos enseña las vicisitudes de un grupo de soldados italianos que están "anclados" en una isla griega del Mediterráneo. Pese a tener una importante misión, acabarán aislándose de la guerra, integrándose en la vida de la localidad helena que está habitada por mujeres, niños y ancianos. Ellos son los únicos hombres jóvenes de la isla. Partidillos de fútbol, algún amorío y comedia, bastante comedia, forman parte de este título del cine italiano moderno.
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