El Cid (Serie, 2020)

Poca ficción bélica se estrenó en 2020 por culpa del dichoso Covid-19. Y, de momento, toca esperar para los estrenos pseudobélicos del año. Por ello, me he aventurado a hablar del proyecto español del que todos han hablado estas últimas semanas: "El Cid", disponible en Amazon Prime Video. Esa producción histórica, mucho más que bélica, de la Productora Zeta Producciones que ya ha confirmado un segunda temporada. Alguno, lo intuyo, ya se habrá llevado las manos a la cabeza cuando he hablado de "histórica". Entiéndase, pues, que me refiero a obras de ficción ambientadas en épocas históricas anteriores al Siglo XX, y no a su nivel de fidelidad con los hechos que narra.

Quien me conoce sabe que paso muy de puntillas los hechos históricos a la hora de valorar una producción. Me encanta "Gladiator", una película que acribilla la historia sacando de lugar y situación la muerte de Marco Aurelio o Comodo. Por ello, ¿Qué problema hay en, en pos de lo artístico, reinventar la historia? A algunos no les gusta, pero es algo muy español lo de mirar con lupa la historia de España. De ahí que, en una web como Filmaffinity haya un número elevadísimo de "1" de nota a "El Cid", muy probablemente por no haber soportado (mucho más) sus licencias históricas, que por su ritmo artístico.

Por suerte para la producción, y por desgracia para los amantes de la Historia, hoy valoraré la Serie tal y como me ha parecido en base a su calidad artística, y no tanto en unos hechos históricos que he ido descubriendo a medida que miraba la serie, para cotejar. Decir, sorprendido, que pese a las licencias, creo que la serie mantiene de todos los personajes históricos una serie de hechos y actos lo suficientemente sólidos como para ser tomada algo más en serio de lo que las críticas mostraban. Sobre izquierdas y derechas. Leñe, es "El cid", en aquella época no había movimiento obrero y se luchaba por el Rey y por Castilla (o León, o Aragón... o lo que se tercie). No entender a estas alturas que una serie de hoy en día debe poner una serie de argumentos sólidos para su público (como el buen pulso y "testiculina" de sus protagonistas femeninas) es una obligación, tanto en el cine español como en el europeo o mundial.

Como último comentario defendiendo las licencias históricas, decir que nadie entra a discutirle a Eisenstein y a los soviéticos (inventores de la propaganda como Dios manda) sus licencias históricas. Tampoco Riefenstahl, ni Griffith. Todos ellos movidos por la política y por un movimiento concreto, manejando a su antojo lo audiovisual con el fin de enviar un mensaje. "El cid" no llegará a esas obras, pero tiene tanto derecho como las mismas, a las licencias históricas. Porque quien quiera historia ya tiene libros y documentales. Y sí, quien quiera el Cid sigue teniendo a Charlton Heston, y eso no lo pondré en duda, ni entraré a compararlo. Porque el pobre Jaime Llorente no tiene culpa alguna de realizar un papel que bordó un actorazo entonces ganador del Óscar.


Crítica
Vayamos, tras esta labor desinteresada de defensa de las licencias históricas, a criticar la producción. Comenzaré por los aspectos más destacables, como es el caso de las localizaciones, vestuario y Dirección artística y decorados. Todas ellas mimadas y cuidadas (espada de Carlomagno aparte) al detalle, lo cuál se agradece. El cutrerío de este tipo de producciones de hace dos décadas ha dado paso a unos tiempos donde el cine y la ficción española pueden atreverse (y más con presupuesto) con este tipo de mastodónticas producciones.

"El Cid" cumple, mientras se acaba metiéndose en el fango de los líos de luchas por el trono al más puro estilo "Juego de Tronos". Aquí no hay dragones... pero hay moros, que darán mucho juego en futuras temporadas, sin lugar a dudas. En lo que respecta a la primera, se les echa algo de menos en algunos momentos y es su aparición, con mención a los Episodios III y IV, donde la serie alcanza su cénit. Ruy se convertirá en Campeador y con ello comenzará la leyenda. Y es que esta primera temporada, bien labrada en cinco capítulos para no abusar, pero que acaba uno echando de menos entrar en mayores menesteres, no son si no un chupito de lo que puede llegar.

Es ahí donde la serie puede resultar floja a los amantes del personaje. Centrándose en personajes de mayor linaje y compartiendo el peso actoral, Jaime Llorente acaba disipándose por momentos como estrella del proyecto y "El Cid" puede llegar a parecernos una comparsa. Por suerte ahí está la batalla de Graus para recordarnos al personaje y de lo que va la serie. La batalla en cuestión, donde se libera el gore más jugoso, destripando miembros que haga falta, nos hace aplaudir y haber echado de menos este tipo de combates a lo largo de la Primera Temporada.

Con actuaciones correctas (no diré mucho más, porque no lo son), la serie aprueba por mantener el interés y no llegar a hacerse pesada, pero se queda sin alcanzar mejores puntuaciones por esa ausencia de combate y ese menor personaje del "Baraka" Cid, que, repito, debe vérselas con otros personajes en un nido de víboras más cercano a la espectacularidad de las series que triunfan que a una serie bélica como Dios manda. Esperemos que la serie, ahora que ha puesto sobre la mesa lo que puede ofrecer, sepa encaminarse a las batallas más importantes y les de un amplio protagonismo.

No exenta de sexo y sangre, como debe ser, "El cid" cumple con su cometido y su mayor desgracia no es otra que pertenecer a un país donde se mira excesivamente con lupa cada revisión histórica, y si no que se lo digan a cualquier obra sobre la Guerra Civil, como sucediera con "Mientras dure la guerra". Puede gustar más o menos, pero "El cid" ha venido para quedarse, y la propuesta no se hace excesivamente larga y tiene mimbres que pueden hacer mirar al optimismo. Que así sea, y veamos próximamente las mayores batallas de la carrera bélica del Campeador.

Nota: 5,5

Lo Mejor: La Batalla de Graus, y la trama morisca
Lo Peor: Excesivo protagonismo de secundarios monarquiles

Comentarios

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *