Arriba el periscopio. La sección #AventurasSubmarinas llega con una película alemana. Y no, todavía no toca hablar del peliculón que es "Das Boot" y lo que ha significado para el subgénero. Toca hablar de un film menor, desconocido para el gran público, y que podéis disfrutar en alguna plataforma de Internet. "U-47:Comandante Priem", una película dedicada a la memoria del más famoso Capitán de submarino alemán durante la II Guerra Mundial, Priem, y su submarino, el U-47, que pasaría a la historia por una incursión en concreto.
Cine revisionista alemán
La década de los 50 supuso, para Alemania Federal (recordemos que el país estaba partido en dos bloques), el momento ideal de revisionar su historia y hacer un lavado de imagen cara al extranjero, e incluso a las nuevas generaciones alemanas. Un cine donde se hablaba de héroes de la guerra, de ALEMANES que combatieron en ella. Nótese esa mayúscula en la palabra que les define porque todos los títulos estaban cortados por el mismo patrón: NO se hablaba de nazis. De hecho en todas ellas quedaba bastante claro el desmarque entre los protagonistas princiales y el régimen de Hitler.
Todas ellas narraban las peripecias de figuras históricas reales, como en "Sucedió el 20 de julio" (sobre la operación Valiria), "Almirante Canaris", "La estrella de África" o esta "U-47". Cuando la película no estaba al 100% en hechos reales, o nos hablaba de más de un personaje principal, estaba claro que Alemania salía derrotada. Incluso en un título como el que tenemos presente, donde se intenta hablar de la gesta de Priem, "El toro de Scapa flow", la película aprovecha la excusa para lanzar un alegato antinazi con una trama sacada de la manga, y acabará con la última misión del personaje. Su fatal destino, como el de la Alemania nazi, sirve para recordar al espectador que se perdió la guerra... y con ella, millones de vidas alemanas.
El Toro de Scapa Flow
La madrugada del 13 al 14 de Octubre de 1939, con el Almirante Dönitz al mando de las operaciones, varios submarinos partieron rumbo a Scapa Flow, donde fueron hundidos los submarinos alemanes de la I Guerra Mundial tras su rendición, y donde debía dormir la flota británica. Allí, como sucedería en Pearl Harbor, no estaba toda la flota, ni mucho menos, pero sí descansaban algunos buques, de los cuales alguno no vivió para contarlo. Entre ellos el Royal Oak, hundido tras ser torpedeado por el U-47. Tras un primer intento sin demasiado éxito (Solo le da un torpedo), un segundo intento volará por los aires el buque británico.
Esta gesta le valdría a Günther Priem el apodo de "Toro de Scapa Flow" y fue recibido con todos los honores por el mismísimo Führer, convirtiéndose ipso facto, en un héroe de guerra en 1939. La película narra estos hechos en la que es, sin lugar a dudas, la escena más lograda de la película. Nos mete de lleno a bordo del submarino, y de como este debe intentar acceder a Scapa Flow para, una vez en la superficie, cumplir la misión. El éxito nos avisa de que la película trata de un héroe de guerra.
La película servirá para narrarnos algún hecho más de los inicios de la guerra. Antes de conocer a Priem y su submarino, vemos como Dönitz habla con el oficial del U-30 Filip Julius Lemp, que por error ha hundido el Atenia, un transatlántico de pasajeros, el 3 de septiembre de 1939, apenas tres días después de la ofensiva a Polonia que iniciaba el conflicto. La película nos enseña a un Dönitz preocupado y alejado del régimen nazi, como muestra de respeto a otro personaje histórico de Alemania. Al mismo tiempo, escuchamos por radio como desde el III Reich se procuran encargar de desmentir que Alemania haya hundido el Atenia, que es una invención de los británicos para justificar que Estados Unidos (había población americana en el barco) tomara partido en el conflicto.
A partir de ahí, la película nos narrará las aventuras del U-47, con un modus operandi bastante claro: Escena de combate - Escena en casa. Equilibrando ambas partes en la medida de los posible, si bien en una película de submarinos ver hasta en cuatro ocasiones el hogar merma bastante el contenido (y calidad) bélica de la propuesta. Vemos la incursión del submarino comandado por Priem que da título a la película dentro de Scapa Flow con especial atención, al ser la escena cumbre de la película. El problema es que a la media hora (si no antes) hemos visto ya lo que teníamos que ver, y la irrupción de una trama secundaria acaba por torpedear el proyecto.
Militarismo y Política
Aparecerá en escena un viejo compañero de escuela de Priem, ahora párroco, que se dedica a proteger y esconder a judíos y alemanes contrarios políticamente al régimen. Carne de campo de concentración. Priem no le acusará pero tampoco le ayudará. Sin embargo será el primer contacto antes de comenzar a ver el horror de la guerra y a escuchar a alemanes hablar de los campos de concentración.
Es interesante, si bien demasiado forzado para una película, ver como tras torpedear un buque británico aparecen supervivientes alemanes que al descubrir que volverán a Alemania prefieren lanzarse al mar "No quiero ir a un campo de concentración". Frase demoledora que menguará la moral de alguno de los jóvenes de la tripulación de Priem y que poco a poco pasará factura al propio oficial.
No hay indicios de que Priem en la vida real actuara contra el régimen, ni nada por el estilo, sin embargo la película nos encamina hacia dicho pensamiento en cada escena donde se solapan los cuerpos sin vida flotando de diferentes personas y la cara de angustia cada vez mayor del héroe de Scapa Flow. Especialmente lamentable resultará ver la escena en la que irá a ver al párroco que ha sido acusado de colaborar y esconder a gente políticamente repudiada por el Tercer Reich. Priem intentará sacar a su amigo de allí, pero antes debe cumplir una misión. Por desgracia, será la última.
Un intento forzado de mostrarnos el corazoncito de Priem. De desmarcar al personaje radicalmente de la trama Nazi. Estamos ante un héroe de guerra que el Führer aplaudió con las orejas pero que ahora, en 1958, toca vender como un alemán que murió por su patria y su país, y que no defendía las ideas de ese loco con bigote. De hecho, en una escena junto a Dönitz, su superior le avisará de que debe separar el "militarismo y la política". En efecto, la película se desmarca y nos muestra a militares alemanes que cumplían con su trabajo, y que no se metían en política. Si bien, en el momento en que intenta ayudar al párroco, la película toma descaradamente partido en la propuesta.
Frase: "Permaneceremos una hora aquí abajo, si pasa algún barco, lo dejamos ir porque es navidad"
La Escena Final
Ahora toca detenernos en la escena final de la película, en un film normal destinada a ser el clímax, y una de las memorables de toda producción. La gloria de un hombre, un héroe de guerra, que incluso se negó a dedicarse a la instrucción para volver con sus hombres se va al traste con una escena final tan cochambrosa como pobre de contenido, así como un tanto irreal.
En lugar de mostrarnos la última misión del U-47, y cómo este fue hundido perdiendo de vista al capitán, vemos por un telegrama en el Alto Mando, como informan a Dönitz de que han perdido contacto con el U-47. Acto seguido vemos un barco británico recogiendo a Priem y únicamente un superviviente de toda la tripulación de su submarino. Éstos verán a lo lejos un periscopio, Priem le pide a su compañero que no grite, que es la guerra. Y serán torpedeados.
Para hacer más rocambolesca y retorcida la propuesta final. El submarino en cuestión emerge y vemos como el capitán al mando, un anterior segundo de Priem, recoge del mar la gorra de Priem y su rostro se ilumina. Entiende automáticamente que acaba de hundir un barco donde, posiblemente, Priem iba a bordo. ¿No es demasiado rebuscado? La escena la remata un avión bombardeando el submarino en cuestión, que estalla por los aires. En menos de dos minutos han pasado todas esas cosas, dejando un regusto de querer acabar la película de cualquier manera. A pesar de dicho decepcionante final, no es mala película.
Crítica
Con un mensaje aperturista y claramente marcado por la época, tenía un recuerdo mejor de una cinta que flojea y patina en puntos clave. Tenemos una escena bastante lograda como la de Scapa Flow, e imágenes reales para ayudar a sacar adelante la producción. Las escenas de la visión del submarino surcando el mar (y que se verían en producciones posteriores como "Das Boot") son dignas de mención.
Pero exceptuando las dos incursiones submarinas importantes de la película, la sucesión de escenas "en el hogar" destruye cualquier intención de coger ritmo de crucero (o de submarino) a la producción. Todas esas escenas acaban sentando a "U-47" como cargas de profundidad de las que debe sobrevivir. Y lo consigue, no con mucho ímpetu, pero sí con un buen gusto. Si bien la politización de una película que no requería de dicha idea lastra nuevamente la propuesta.
Anclados en cierta austeridad, la película podría volver a emerger en una escena final que resulte atractiva para el espectador. Iniciar con Scapa Flow y concluir con la muerte de Priem en una misión, era la manera más digna de acaba la película. No lo consigue por un final tan atropellado como fantasioso, sacado tan de la manga como la subtrama que, por suerte, no aparece en exceso en la película si bien nos recuerda que se está intentando edulcorar la vida de un militar de la Aleamania Nazi (lo fuera o no confeso).
Queda un producto pasable, por momentos entretenido, pero al que el paso del tiempo, y un revisionado, no le ha hecho justicia. Tenía mucho mejor recuerdo de una producción que incluí en el Top 10 de la temática submarina por lo atractivo de la propuesta (alemana, clásica y basada en hechos reales) pero que, definitivamente, no creo que merezca ese honor que en su día le otorgué.
Nota: 5,5
Lo Mejor: La incursión en Scapa Flow
Lo Peor: A medias, un rocambolesco final y una subtrama política totalmente innecesaria.
Cine revisionista alemán
La década de los 50 supuso, para Alemania Federal (recordemos que el país estaba partido en dos bloques), el momento ideal de revisionar su historia y hacer un lavado de imagen cara al extranjero, e incluso a las nuevas generaciones alemanas. Un cine donde se hablaba de héroes de la guerra, de ALEMANES que combatieron en ella. Nótese esa mayúscula en la palabra que les define porque todos los títulos estaban cortados por el mismo patrón: NO se hablaba de nazis. De hecho en todas ellas quedaba bastante claro el desmarque entre los protagonistas princiales y el régimen de Hitler.
Todas ellas narraban las peripecias de figuras históricas reales, como en "Sucedió el 20 de julio" (sobre la operación Valiria), "Almirante Canaris", "La estrella de África" o esta "U-47". Cuando la película no estaba al 100% en hechos reales, o nos hablaba de más de un personaje principal, estaba claro que Alemania salía derrotada. Incluso en un título como el que tenemos presente, donde se intenta hablar de la gesta de Priem, "El toro de Scapa flow", la película aprovecha la excusa para lanzar un alegato antinazi con una trama sacada de la manga, y acabará con la última misión del personaje. Su fatal destino, como el de la Alemania nazi, sirve para recordar al espectador que se perdió la guerra... y con ella, millones de vidas alemanas.
El Toro de Scapa Flow
La madrugada del 13 al 14 de Octubre de 1939, con el Almirante Dönitz al mando de las operaciones, varios submarinos partieron rumbo a Scapa Flow, donde fueron hundidos los submarinos alemanes de la I Guerra Mundial tras su rendición, y donde debía dormir la flota británica. Allí, como sucedería en Pearl Harbor, no estaba toda la flota, ni mucho menos, pero sí descansaban algunos buques, de los cuales alguno no vivió para contarlo. Entre ellos el Royal Oak, hundido tras ser torpedeado por el U-47. Tras un primer intento sin demasiado éxito (Solo le da un torpedo), un segundo intento volará por los aires el buque británico.
Esta gesta le valdría a Günther Priem el apodo de "Toro de Scapa Flow" y fue recibido con todos los honores por el mismísimo Führer, convirtiéndose ipso facto, en un héroe de guerra en 1939. La película narra estos hechos en la que es, sin lugar a dudas, la escena más lograda de la película. Nos mete de lleno a bordo del submarino, y de como este debe intentar acceder a Scapa Flow para, una vez en la superficie, cumplir la misión. El éxito nos avisa de que la película trata de un héroe de guerra.
La película servirá para narrarnos algún hecho más de los inicios de la guerra. Antes de conocer a Priem y su submarino, vemos como Dönitz habla con el oficial del U-30 Filip Julius Lemp, que por error ha hundido el Atenia, un transatlántico de pasajeros, el 3 de septiembre de 1939, apenas tres días después de la ofensiva a Polonia que iniciaba el conflicto. La película nos enseña a un Dönitz preocupado y alejado del régimen nazi, como muestra de respeto a otro personaje histórico de Alemania. Al mismo tiempo, escuchamos por radio como desde el III Reich se procuran encargar de desmentir que Alemania haya hundido el Atenia, que es una invención de los británicos para justificar que Estados Unidos (había población americana en el barco) tomara partido en el conflicto.
A partir de ahí, la película nos narrará las aventuras del U-47, con un modus operandi bastante claro: Escena de combate - Escena en casa. Equilibrando ambas partes en la medida de los posible, si bien en una película de submarinos ver hasta en cuatro ocasiones el hogar merma bastante el contenido (y calidad) bélica de la propuesta. Vemos la incursión del submarino comandado por Priem que da título a la película dentro de Scapa Flow con especial atención, al ser la escena cumbre de la película. El problema es que a la media hora (si no antes) hemos visto ya lo que teníamos que ver, y la irrupción de una trama secundaria acaba por torpedear el proyecto.
Militarismo y Política
Aparecerá en escena un viejo compañero de escuela de Priem, ahora párroco, que se dedica a proteger y esconder a judíos y alemanes contrarios políticamente al régimen. Carne de campo de concentración. Priem no le acusará pero tampoco le ayudará. Sin embargo será el primer contacto antes de comenzar a ver el horror de la guerra y a escuchar a alemanes hablar de los campos de concentración.
Es interesante, si bien demasiado forzado para una película, ver como tras torpedear un buque británico aparecen supervivientes alemanes que al descubrir que volverán a Alemania prefieren lanzarse al mar "No quiero ir a un campo de concentración". Frase demoledora que menguará la moral de alguno de los jóvenes de la tripulación de Priem y que poco a poco pasará factura al propio oficial.
No hay indicios de que Priem en la vida real actuara contra el régimen, ni nada por el estilo, sin embargo la película nos encamina hacia dicho pensamiento en cada escena donde se solapan los cuerpos sin vida flotando de diferentes personas y la cara de angustia cada vez mayor del héroe de Scapa Flow. Especialmente lamentable resultará ver la escena en la que irá a ver al párroco que ha sido acusado de colaborar y esconder a gente políticamente repudiada por el Tercer Reich. Priem intentará sacar a su amigo de allí, pero antes debe cumplir una misión. Por desgracia, será la última.
Un intento forzado de mostrarnos el corazoncito de Priem. De desmarcar al personaje radicalmente de la trama Nazi. Estamos ante un héroe de guerra que el Führer aplaudió con las orejas pero que ahora, en 1958, toca vender como un alemán que murió por su patria y su país, y que no defendía las ideas de ese loco con bigote. De hecho, en una escena junto a Dönitz, su superior le avisará de que debe separar el "militarismo y la política". En efecto, la película se desmarca y nos muestra a militares alemanes que cumplían con su trabajo, y que no se metían en política. Si bien, en el momento en que intenta ayudar al párroco, la película toma descaradamente partido en la propuesta.
Frase: "Permaneceremos una hora aquí abajo, si pasa algún barco, lo dejamos ir porque es navidad"
La Escena Final
Ahora toca detenernos en la escena final de la película, en un film normal destinada a ser el clímax, y una de las memorables de toda producción. La gloria de un hombre, un héroe de guerra, que incluso se negó a dedicarse a la instrucción para volver con sus hombres se va al traste con una escena final tan cochambrosa como pobre de contenido, así como un tanto irreal.
En lugar de mostrarnos la última misión del U-47, y cómo este fue hundido perdiendo de vista al capitán, vemos por un telegrama en el Alto Mando, como informan a Dönitz de que han perdido contacto con el U-47. Acto seguido vemos un barco británico recogiendo a Priem y únicamente un superviviente de toda la tripulación de su submarino. Éstos verán a lo lejos un periscopio, Priem le pide a su compañero que no grite, que es la guerra. Y serán torpedeados.
Para hacer más rocambolesca y retorcida la propuesta final. El submarino en cuestión emerge y vemos como el capitán al mando, un anterior segundo de Priem, recoge del mar la gorra de Priem y su rostro se ilumina. Entiende automáticamente que acaba de hundir un barco donde, posiblemente, Priem iba a bordo. ¿No es demasiado rebuscado? La escena la remata un avión bombardeando el submarino en cuestión, que estalla por los aires. En menos de dos minutos han pasado todas esas cosas, dejando un regusto de querer acabar la película de cualquier manera. A pesar de dicho decepcionante final, no es mala película.
Crítica
Con un mensaje aperturista y claramente marcado por la época, tenía un recuerdo mejor de una cinta que flojea y patina en puntos clave. Tenemos una escena bastante lograda como la de Scapa Flow, e imágenes reales para ayudar a sacar adelante la producción. Las escenas de la visión del submarino surcando el mar (y que se verían en producciones posteriores como "Das Boot") son dignas de mención.
Pero exceptuando las dos incursiones submarinas importantes de la película, la sucesión de escenas "en el hogar" destruye cualquier intención de coger ritmo de crucero (o de submarino) a la producción. Todas esas escenas acaban sentando a "U-47" como cargas de profundidad de las que debe sobrevivir. Y lo consigue, no con mucho ímpetu, pero sí con un buen gusto. Si bien la politización de una película que no requería de dicha idea lastra nuevamente la propuesta.
Anclados en cierta austeridad, la película podría volver a emerger en una escena final que resulte atractiva para el espectador. Iniciar con Scapa Flow y concluir con la muerte de Priem en una misión, era la manera más digna de acaba la película. No lo consigue por un final tan atropellado como fantasioso, sacado tan de la manga como la subtrama que, por suerte, no aparece en exceso en la película si bien nos recuerda que se está intentando edulcorar la vida de un militar de la Aleamania Nazi (lo fuera o no confeso).
Queda un producto pasable, por momentos entretenido, pero al que el paso del tiempo, y un revisionado, no le ha hecho justicia. Tenía mucho mejor recuerdo de una producción que incluí en el Top 10 de la temática submarina por lo atractivo de la propuesta (alemana, clásica y basada en hechos reales) pero que, definitivamente, no creo que merezca ese honor que en su día le otorgué.
Nota: 5,5
Lo Mejor: La incursión en Scapa Flow
Lo Peor: A medias, un rocambolesco final y una subtrama política totalmente innecesaria.
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