Primer lunes de mes y toca sesión de #MisionesSuicidas en el blog. Para combatir el calor de verano, nada mejor que ir a las nevadas montañas de los Alpes de la mano de Brian G.Hutton con dos pesos pesados de la interpretación como son Richard Burton y Clint Eastwood, a los que el uniforme alemán no les sienta tan bien, pero nos depararon una gran película de acción y aventuras, con dosis de espionaje y engaño: "El desafío de las águilas".
La Misión
Objetivo: Acceder a un castillo inaccesible en Alemania, y rescatar a un importante General norteamericano que tiene suficiente información sobre la creación del segundo frente, como para que los alemanes torturándole, puedan desbaratar los planes aliados.
(Objetivo Real): En realidad, el General no es más que un cabo, que en su vida civil era actor y que tiene parecido físico con el General. Y el objetivo de la misión para el Mayor Smith no es otro que averiguar qué agentes británicos del MI6 trabajan para la Alemania naziy quienes son los importantes contactos en Gran Bretaña.
Operativo: Siete hombres (seis británicos y uno americano) serán lanzados en paracaídas en las nevadas montañas, con uniforme alemán. Deberán infiltrarse entre las tropas alemanas que hay en el Cuartel General de la Wehrmacht, y una vez ahí, escalar hasta el castillo Schloss Addler para rescatar al General. Contarán con la ayuda de una mujer que se infiltrará en el castillo, consiguiendo armas. Una vez conseguido el objetivo, salir huyendo y ser rescatados en el aeródromo.
¿Cómo transcurre en la realidad?
Nada más aterrizar, uno de los miembros muere. Únicamente el Mayor Smith (Richard Burton) descubre que ha sido asesinado, pero no dirá nada. Poco después conocemos que junto a ellos ha sido lanzada en paracaídas una mujer que trabajaba con el Mayor, y que es la única persona en la que confía. Una vez llegan al Cuartel de la Wehrmacht, van a la cantina, allí tiene otro contacto, Heidi, que se encargará de "enchufar" a la amiguita o ligue (Mary Ure) de Smith en el castillo, y mostrarle donde esconde las armas.
Entre medias, otro de los miembros del comando aparece muerto. Solo quedan cinco, y al menos uno, sospechoso de trabajar para los alemanes. Llegan tropas a la cantina buscando a cinco desertores. Deciden, entonces, entregarse. De camino al castillo, en coche, Smith y el americano (Clint Eastwood) lograrán deshacerse de los soldados alemanes que les custodian provocando un accidente. Posteriormente conseguirán armas y explosivos para parar un tren y armarán una buena en el Cuartel, provocando confusión que aprovecharán para escapar en sidecar.
Colocarán explosivos en señales y árboles, y dejarán preparado un camión con quitanieves. Todo a punto pensando en la posible huida, y ellos dos solos intentarán asaltar el castillo, donde les espera la amiga de Smith. Aprovecharán el momento en que suben en teleférico a los otros tres miembros del comando, hechos prisioneros, para colocarse encima del mismo. Una vez llegan a la estación del teleférico de Schloss Addler, bajarán y comenzarán a escalar hasta la ventana donde les espera la parte femenina de la misión.
Escena Clave
Sin duda, la escena más recordada de la película es la del interrogatorio al supuesto General. Una vez presentan a los tres prisioneros del comando como auténticos agentes alemanes, harán acto de presencia Smith y el americano. Smith entonces se lanzará un farol contando algunas cosas ciertas, pero no todas, para así conseguir la información necesaria. Explica a los oficiales alemanes que el General en realidad es un actor y que no sabe nada, pero dará la vuelta a la información sobre los tres supuestos alemanes, vendiéndoles como impostores y auténticos británicos, siendo Smith, en realidad Schmidt, el oficial alemán al mando ahí.
Tendrá incluso coartada gracias a que durante dos años había estado enviando información falsa a un oficial alemán, y tentará al oficial alemán de turno a dudar de los tres prisioneros del comando. Eastwood asiste atónito a esta parte del juego. En realidad, lo único que pretendía Smith era que esos tres miembros pusieran en libretas los nombres de sus contactos en Gran Bretaña, auténtica misión para la que iban al castillo. Lo consigue y le muestra al oficial alemán "ssu lista" que resulta ser una libreta en blanco. Destapadas las mentiras y delatados los tres impostores, así como el miembro del jefe (aún lo desconocemos) que les guía en el MI6, comenzará la huida
Fuga
A partir de ahí viene el despelote. Tiros y más tiros, explosivos por todos lados. Sin duda, muy fantasioso, sobretodo en cuanto a la cantidad de munición y explosivos que parecían llevar nuestros protagonistas en el bolsillo mágico de Doraemon. Tras liarla en el castillo bajarán en el teleférico donde tenemos la escena de acción Top de la película, con Richard Burton liándose a tortazos con dos de los "traidores", tirando a uno al vacío y dejando al otro herido (con un explosivo sorpresa) para, en un acto tan heroico como alocado, saltar de un teleférico a otro, antes de que estallase el teleférico.
La acción no parará hasta el final de la película, tras continuar con tiros y más tiros ilimitados, explosivos, coches estallando o volcando o cayendo por un precipicio, un puente destruido y, finalmente accediendo a la pista de aterrizaje para poder huir en el momento justo en que aterrizaba el avión de rescate. A bordo, eso sí, una última sorpresa, un oficial británico que en realidad era el traidor que pasaba información a los alemanes. Éste acabará saltando del avión (sin paracaídas) antes de esperar a la soga en Gran Bretaña, sin tener ninguna opción más tras destaparse todos los misterios de la película.
"Hágame un favor. Si tiene otro trabajito de estos, utilice sólo personal inglés" (El norteamericano interpretado por Clint Eastwood al Mayor Smith, interpretado por Richard Burton, al término de la película).
Balance de la Misión: 9/10 (Suicidómetro)
Saltar en paracaídas en un grupo en el que sólo puedes confiar en el norteamericano (que estaba más perdido que un pulpo en el garaje en la operación). Ver que caen los que podrían colaborar. Ser traicionados y, por lo tanto, hechos prisioneros. Toda la operación en sí, parece abocada al fracaso. Pero entonces, únicamente dos personas son capaces de acceder al castillo.
Subir en teleférico sin ser detectados, escalar hasta dentro y, posteriormente escapar de las garras de cientos de alemanes. Con especial mención al momento del teleférico con salto al vacío incluido. Una temeridad. Sin duda alguna, la última hora de película es frenética, repleta de peligros, y hace que la misión sea suicida a todas luces. Únicamente el detalle de tener munición ilimitada como un videojuego, y el hecho de no morir ninguno de los principales protagonistas, hacen que no sea un 10 en el Suicidómetro. Si no mueres, no es tan suicida la misión, ¿no creéis?
La Película
Los títulos de crédito ya son un aviso a navegantes. La Banda Sonora compuesta por Ron Goodwin se te queda grabada a fuego. Son pocos compases, pero anuncian algo tan trepidante y repleto de aventuras, como épico y heroíco, una misión dónde "solo las águilas pueden llegar". Historia viva en cuanto a Bandas Sonoras del cine bélico se refiere, y que he de reconocer que horas después, yendo a dormir, aún deambulaba por mi cabeza la dichosa musiquilla.
Tras esa introducción, la obra, basada en la novela de Alistair MacLean, logra que te pegues en el asiento desde el principio. Sus primeros 100 minutos son dedicados a una cinta de espionaje puro y duro. Nada es lo que parece hasta que la escena en el Castillo, dónde Smith juega sus cartas de manera perfecta, nos desvela definitivamente todo (o casi todo) el tinglado montado. Sin necesidad de apenas una escena de acción se llega a ese punto, con una película de suspense y espionaje.
A partir de ahí la película rompe todos sus moldes y se distingue como una clara aventura bélica de comandos con un intento de huida donde no cesan los disparos. Trepidante y aventurera durante sus últimos 45 minutos, no deja al espectador respirar. Poco creible, quizá el único pero, pero eso importa poco porque a esas alturas de lo que se trata es de disfrutar. Y quien adore este tipo de películas de Misiones Suicidas y Hazañas bélicas, de comandos tras las líneas enemigas, debe disfrutar, por mucho que Richard Burton pegue poco como oficial alemán y Clint Eastwood menos aún.
"El desafío de las águilas" fue la primera de las dos incursiones bélicas de su director, que dos años después realizaría la también sensacional "Los violentos de Kelly". Posiblemente sus dos mejores obras en una corta carrera, pero en ambas dio en el clavo, repletas de acción, suspense e incluso algunas dosis (sobretodo en la segunda) de humor. Una cinta que toca recomendar, y de las más míticas de la sección #MisionesSuicidas.
Mi opinión resumida es que es una de esas películas disfrutables, que uno puede devorar en el sofá a cualquier edad y del tirón. No se hace larga a pesar de sus 150 minutos, y cuya Banda Sonora, trama y acción la hacen memorable. Y a vosotros, ¿qué os parece?
Nota: 8,5
Lo Mejor: Trepidante de principio a fin. Sobretodo épicas las escenas del teleférico
Lo Peor: Quizá excesivas explosiones y disparos en el tramo final. Aunque son parte del espectáculo.
La Misión
Objetivo: Acceder a un castillo inaccesible en Alemania, y rescatar a un importante General norteamericano que tiene suficiente información sobre la creación del segundo frente, como para que los alemanes torturándole, puedan desbaratar los planes aliados.
(Objetivo Real): En realidad, el General no es más que un cabo, que en su vida civil era actor y que tiene parecido físico con el General. Y el objetivo de la misión para el Mayor Smith no es otro que averiguar qué agentes británicos del MI6 trabajan para la Alemania naziy quienes son los importantes contactos en Gran Bretaña.
Operativo: Siete hombres (seis británicos y uno americano) serán lanzados en paracaídas en las nevadas montañas, con uniforme alemán. Deberán infiltrarse entre las tropas alemanas que hay en el Cuartel General de la Wehrmacht, y una vez ahí, escalar hasta el castillo Schloss Addler para rescatar al General. Contarán con la ayuda de una mujer que se infiltrará en el castillo, consiguiendo armas. Una vez conseguido el objetivo, salir huyendo y ser rescatados en el aeródromo.
¿Cómo transcurre en la realidad?
Nada más aterrizar, uno de los miembros muere. Únicamente el Mayor Smith (Richard Burton) descubre que ha sido asesinado, pero no dirá nada. Poco después conocemos que junto a ellos ha sido lanzada en paracaídas una mujer que trabajaba con el Mayor, y que es la única persona en la que confía. Una vez llegan al Cuartel de la Wehrmacht, van a la cantina, allí tiene otro contacto, Heidi, que se encargará de "enchufar" a la amiguita o ligue (Mary Ure) de Smith en el castillo, y mostrarle donde esconde las armas.
Colocarán explosivos en señales y árboles, y dejarán preparado un camión con quitanieves. Todo a punto pensando en la posible huida, y ellos dos solos intentarán asaltar el castillo, donde les espera la amiga de Smith. Aprovecharán el momento en que suben en teleférico a los otros tres miembros del comando, hechos prisioneros, para colocarse encima del mismo. Una vez llegan a la estación del teleférico de Schloss Addler, bajarán y comenzarán a escalar hasta la ventana donde les espera la parte femenina de la misión.
Escena Clave
Sin duda, la escena más recordada de la película es la del interrogatorio al supuesto General. Una vez presentan a los tres prisioneros del comando como auténticos agentes alemanes, harán acto de presencia Smith y el americano. Smith entonces se lanzará un farol contando algunas cosas ciertas, pero no todas, para así conseguir la información necesaria. Explica a los oficiales alemanes que el General en realidad es un actor y que no sabe nada, pero dará la vuelta a la información sobre los tres supuestos alemanes, vendiéndoles como impostores y auténticos británicos, siendo Smith, en realidad Schmidt, el oficial alemán al mando ahí.
Tendrá incluso coartada gracias a que durante dos años había estado enviando información falsa a un oficial alemán, y tentará al oficial alemán de turno a dudar de los tres prisioneros del comando. Eastwood asiste atónito a esta parte del juego. En realidad, lo único que pretendía Smith era que esos tres miembros pusieran en libretas los nombres de sus contactos en Gran Bretaña, auténtica misión para la que iban al castillo. Lo consigue y le muestra al oficial alemán "ssu lista" que resulta ser una libreta en blanco. Destapadas las mentiras y delatados los tres impostores, así como el miembro del jefe (aún lo desconocemos) que les guía en el MI6, comenzará la huida
Fuga
A partir de ahí viene el despelote. Tiros y más tiros, explosivos por todos lados. Sin duda, muy fantasioso, sobretodo en cuanto a la cantidad de munición y explosivos que parecían llevar nuestros protagonistas en el bolsillo mágico de Doraemon. Tras liarla en el castillo bajarán en el teleférico donde tenemos la escena de acción Top de la película, con Richard Burton liándose a tortazos con dos de los "traidores", tirando a uno al vacío y dejando al otro herido (con un explosivo sorpresa) para, en un acto tan heroico como alocado, saltar de un teleférico a otro, antes de que estallase el teleférico.
La acción no parará hasta el final de la película, tras continuar con tiros y más tiros ilimitados, explosivos, coches estallando o volcando o cayendo por un precipicio, un puente destruido y, finalmente accediendo a la pista de aterrizaje para poder huir en el momento justo en que aterrizaba el avión de rescate. A bordo, eso sí, una última sorpresa, un oficial británico que en realidad era el traidor que pasaba información a los alemanes. Éste acabará saltando del avión (sin paracaídas) antes de esperar a la soga en Gran Bretaña, sin tener ninguna opción más tras destaparse todos los misterios de la película.
"Hágame un favor. Si tiene otro trabajito de estos, utilice sólo personal inglés" (El norteamericano interpretado por Clint Eastwood al Mayor Smith, interpretado por Richard Burton, al término de la película).
Balance de la Misión: 9/10 (Suicidómetro)
Saltar en paracaídas en un grupo en el que sólo puedes confiar en el norteamericano (que estaba más perdido que un pulpo en el garaje en la operación). Ver que caen los que podrían colaborar. Ser traicionados y, por lo tanto, hechos prisioneros. Toda la operación en sí, parece abocada al fracaso. Pero entonces, únicamente dos personas son capaces de acceder al castillo.
Subir en teleférico sin ser detectados, escalar hasta dentro y, posteriormente escapar de las garras de cientos de alemanes. Con especial mención al momento del teleférico con salto al vacío incluido. Una temeridad. Sin duda alguna, la última hora de película es frenética, repleta de peligros, y hace que la misión sea suicida a todas luces. Únicamente el detalle de tener munición ilimitada como un videojuego, y el hecho de no morir ninguno de los principales protagonistas, hacen que no sea un 10 en el Suicidómetro. Si no mueres, no es tan suicida la misión, ¿no creéis?
La Película
Los títulos de crédito ya son un aviso a navegantes. La Banda Sonora compuesta por Ron Goodwin se te queda grabada a fuego. Son pocos compases, pero anuncian algo tan trepidante y repleto de aventuras, como épico y heroíco, una misión dónde "solo las águilas pueden llegar". Historia viva en cuanto a Bandas Sonoras del cine bélico se refiere, y que he de reconocer que horas después, yendo a dormir, aún deambulaba por mi cabeza la dichosa musiquilla.
Tras esa introducción, la obra, basada en la novela de Alistair MacLean, logra que te pegues en el asiento desde el principio. Sus primeros 100 minutos son dedicados a una cinta de espionaje puro y duro. Nada es lo que parece hasta que la escena en el Castillo, dónde Smith juega sus cartas de manera perfecta, nos desvela definitivamente todo (o casi todo) el tinglado montado. Sin necesidad de apenas una escena de acción se llega a ese punto, con una película de suspense y espionaje.
A partir de ahí la película rompe todos sus moldes y se distingue como una clara aventura bélica de comandos con un intento de huida donde no cesan los disparos. Trepidante y aventurera durante sus últimos 45 minutos, no deja al espectador respirar. Poco creible, quizá el único pero, pero eso importa poco porque a esas alturas de lo que se trata es de disfrutar. Y quien adore este tipo de películas de Misiones Suicidas y Hazañas bélicas, de comandos tras las líneas enemigas, debe disfrutar, por mucho que Richard Burton pegue poco como oficial alemán y Clint Eastwood menos aún.
"El desafío de las águilas" fue la primera de las dos incursiones bélicas de su director, que dos años después realizaría la también sensacional "Los violentos de Kelly". Posiblemente sus dos mejores obras en una corta carrera, pero en ambas dio en el clavo, repletas de acción, suspense e incluso algunas dosis (sobretodo en la segunda) de humor. Una cinta que toca recomendar, y de las más míticas de la sección #MisionesSuicidas.
Mi opinión resumida es que es una de esas películas disfrutables, que uno puede devorar en el sofá a cualquier edad y del tirón. No se hace larga a pesar de sus 150 minutos, y cuya Banda Sonora, trama y acción la hacen memorable. Y a vosotros, ¿qué os parece?
Nota: 8,5
Lo Mejor: Trepidante de principio a fin. Sobretodo épicas las escenas del teleférico
Lo Peor: Quizá excesivas explosiones y disparos en el tramo final. Aunque son parte del espectáculo.
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