MISIONES SUICIDAS: "Escuadrón 633"

Este mes en la Sección de Misiones Suicidas (#MisionesSuicidas) toca volver a Noruega, donde ya estuvimos en febrero con "Los héroes de Telemark". Pero, en esta ocasión, sobrevolaremos los fiordos de la mano del "Escuadrón 633", esa película dirigida por Walter Grauman en 1964, situándola como una de las películas sobre aviación de la II Guerra Mundial más conocidas e impactantes (que no notables).

En el reparto contamos con dos estrellas como Cliff Robertson y George Chakiris, además de un secundario de lujo como Harry Andrews, o un rostro conocido como el de Angus Lennie que apenas un año antes había estado en el reparto de "La gran evasión", siendo el fiel compañero de intentonas de Steve McQueen, Ives "El topo". La película cuenta con una duración de 95 minutos, con lo cuál se puede ver con facilidad en una tarde, y toca hablar de los entresijos de la Operación.


La Misión

Objetivo: Sepultar bajo las piedras una fábrica donde los alemanes están trabajando con un combustible especial que será utilizado para unos misiles V2 que complicarían la Operación del Día D, aún con fecha por determinar.

Operativo: El Escuadrón 633 se encargará de, durante 17 días, entrenar en unas montañas en Escocia. El objetivo es destruir un punto en los fiordos, teniendo que volar a baja altura y lanzar la bomba desde muy cerca. Llegado el día clave, el escuadrón, con 12 aviones, se encargará de volar a Noruega para cumplir el objetivo fuertemente defendido. La Resistencia nórdica, mientras tanto, tiene el objetivo de encargarse de las defensas antiaéreas para conseguir que el escuadrón mosquito tenga más fácil el acceso al objetivo.

¿Cómo transcurre en realidad?
Durante el duro entrenamiento previo a la misión, son atacados por aviones alemanes, provocando importantes destrozos en la base. También perderán un avión y sus dos tripulantes en los duros entrenamientos, al chocarse contra la montaña (recordemos que se trata de una misión casi imposible), debido a tener que ir a alta velocidad para poder conseguir el objetivo.

El líder de la Resistencia (interpretado por George Chakiris) caerá hecho prisionero por los alemanes, y el Comandante Grant (Cliff Robertson) se encargará él mismo de volar con un avión mosquito y destruir el edificio donde interrogan al líder de la Resistencia, acabando con sus vida antes de que pueda informar a los alemanes.

Se adelanta el día clave y la tripulación, compuesta por 12 aviones (24 pilotos) vuela hacia Noruega. La Resistencia noruega sufre una emboscada y acaban muriendo todos sin poder llegar a cumplir su objetivo. La misión es suicida a todas luces, y a pesar de informar a Grant que vuelva atrás, éste acaba cumpliendo la misión. In extremis, y con la última bomba disponible, caen las rocas sepultando la fábrica alemana. Por el camino, 10 aviones y 20 personas muertas. En su intento de huir, los otros dos aviones son derribados, sobreviviendo únicamente uno de los 24 miembros de la tripulación. La misión, no obstante, ha sido un éxito.

Balance de la Misión 9,5/10
Sin lugar a dudas se trata de una de las misiones suicida más salvajes de la historia del cine. La misión no tiene mucha complicación más allá de prepararse para sobrevolar un objetivo. Pero para acceder al mismo, toca pasar por no pocos puestos antiaéreos. El fracaso de la misión por parte de la Resistencia eleva sobremanera la dificultad de la misma.

Que lleguen a impactar al menos nueve veces en el objetivo, avión estrellado incluido, y estas puñeteras rocas no caigan implica que la misión podía fracasar a pesar de la efectividad del escuadrón mosquito. A pesar de ello, con un tono peliculero, consiguen el objetivo... pero a qué coste. Únicamente dos aviones siguen en pie, con tres miembros vivos, pero en su intento para salir del atolladero acabarán siendo derribados con un único superviviente. ¿Hay algo más suicida que perder 23 vidas humanas en una misión a la que van 24?.

Todos los aviones quedarán destruidos, el Escuadrón 633 "ha muerto" en boca de uno de los oficiales, a lo que el personaje interpretado por Harry Andrews le espetará que "Un escuadrón no muere", demoledora frase final para la película justo tras conocer que los alemanes conseguirán igualmente llevar a cabo su objetivo, simplemente lo han atrasado unos meses... a cambio de 23 vidas humanas (sin contar todos los noruegos muertos por el camino).

Crítica
La película de la que hablo hoy no la había visto desde mi juventud. Hará casi 20 años que descubrí esta cinta al comprar el VHS original y durante largo tiempo se convirtió en una de esas películas que, sin contar realmente mucho, me resultaba espectacular. La misión final, que ocupaba los últimos 20 minutos de metraje, elevaban sobremanera el nivel del film, con un regusto amargo en el final: La misión se cumple, pero casi todos mueren.

Esa idea me ha perseguido durante tiempo, y sin haberla vuelto a ver, he leído opiniones contrarias a la película. He de decir, tras el revisionado con un espíritu algo más crítico, que no es, ni mucho menos, la película sorprendente que recordaba. Posiblemente conseguida en cuanto a Efectos Especiales de la época, la trama central pierde bastante fuelle a lo largo de la primera hora, llegando incluso a flirtear con una cutre historia de amor que no aporta absolutamente nada a la película.

La gloria final, esos veinte minutos bélicos, merecen mucho la pena. Se podría equiparar esta misión a la que trece años después llevaría a cabo George Lucas en el final de "Star Wars: Una nueva Esperanza", con la Estrella de la muerte, donde en este caso sería esa maldita roca en Noruega. Si bien antes del estreno de "Escuadrón 633" ya había llegado una menos conocida e infravalorada "The Damm Busters" que es donde realmente se fijaría Lucas, si bien el final de aquella misión dista mucho del suicidio que supone la aquí presente.

Como digo, "Escuadrón 633" es una película entretenida, que se deja ver, pero que por el camino de una interesante misión necesita de ingredientes típicos del cine clásico para entretener al público que, con el paso del tiempo, se hacen anodinos. Como digo, la historia de amor, o incluso el personaje de Chakiris y la Resistencia nórdica en general, no aportan realmente mucho a la trama. No obstante, ese tramo final es digno de aplaudir, siendo uno de los momentos más interesantes (si bien no Top) del cine bélico clásico.

Mención aparte, y destacada, merece una Banda Sonora original que es de las más brillantes (o efectivas) del cine bélico. No estamos ante un clasicazo, pero su música es de las que merece la pena incluir en listas de lo más Top del género. Quizá algún día me ponga a ello.

Nota: 6,25

Lo Mejor: Los 20 minutos finales, con un batalla sin piedad y el "gol" in extremis.
Lo Peor: La primera hora de la película, tiene tramos un tanto irregulares

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