La historia del género bélico tiene un punto álgido en la década de 1940. Aquella década fue clave en el devenir del cine sobre conflictos armados. La II Guerra Mundial había hecho aparición y, con ella, la meca del cine llegó a realizar películas como churros. No solo de alto standing, dispuestas a reventar la taquilla de la época pero, sobretodo, a servir para el Ejército y para el pueblo, si no también de Serie B. Gran Bretaña bajo las bombas también tuvo su cine o Alemania en sus inicios victoriosos.
De aquella década quedan a día de hoy grandes títulos aún guardados, fáciles de encontrar al ser clásicos que han sobrevivido a ya 75 u 80 años de vida. Sin embargo, gran parte de aquellas películas no llegarían a España en su momento, ni años después. Y muchas las estamos descubriendo en los últimos años gracias a Internet o a nuevos lanzamientos de cine clásico más desconocido. Hoy toca hablar de aquellos maravillosos años en el género, a modo homenaje y resumen. Recordaros que sí queréis saber más anécdotas del cine de aquella época, el año pasado le dediqué no pocas entradas a las diferentes tramas.
La Guerra Empieza
1940, la guerra hace cuatro meses que ha comenzado y, en el horizonte un futuro desesperanzador. Sobretodo para la Industria británica que, lejos de venirse abajo, llegará a producir cine bélico para rendir homenaje a todos los que luchan en los diferentes frentes. Desde los bomberos en casa, el propio pueblo, o la aviación o las fuerzas marítimas. Ya en 1939 avisaban del enemigo en films como "El león tiene alas" o "El espía negro", esta última ambientada en la Primera Guerra Mundial y analizada en este blog.
Pero en 1940 la guerra ya estaba en las narices de los británicos con el desastre (¿o victoria?) de Dunkerque, y el inicio de La batalla de Inglaterra. De este modo llegarían films como "Convoy" (mar), "Gesta de héroes" (Aviación) o "Tren nocturno a Munich" (espionaje), que bebían de diferentes subgéneros. El último gran largometraje de aquellos inicios, con Estados Unidos fuera de la guerra, sería "Los invasores", película propagandística cuyo objetivo era ser comercializada en EEUU avisando del peligro que acechaba con el nazismo. Un grupo de nazis supervivientes de un submarino en las costas de Canadá (aliada de Gran Bretaña) siembran el pánico mientras intentan alcanzar la frontera de EEUU (entonces neutral).
La película tuvo muy buena repercusión y alcanzaría notoriedad en los premios de la Academia siendo nominada a Mejor Película o a Mejor Historia/guión. Sin embargo su función quedó deslucida puesto que el estreno en el país norteamericano llegaría ya en 1942, para entonces, Pearl Harbor había sido bombardeada y Estados Unidos había entrado en la guerra.
Hollywood al poder
Hasta el bombardeo a Pearl Harbor, Hollywood no había coqueteado demasiado con la contienda. "Un americano en la RAF" es el film más reconocido de unos inicios donde hay algún que otro título olvidado hoy en día. De hecho, antes de Pearl Harbor el gran bombazo (perdón por emplear la palabra) made in Hollywood fue "El sargento York", cuya vida en cines se inició antes del día de la infamia pero se perpetuó largo tiempo. Esa historia patriótica con Gary Cooper de protagonista, ambientada en la Primera Guerra Mundial, serviría para que el público fuera cogiendo la idea de que otra guerra se avecinaba y que a todo el mundo le iba a tocar poner de su parte.
Una vez llegó Pearl Harbor la maquinaria propagandística se puso manos a la obra y, desde 1942 a 1945 no cesó de realizar largometrajes. Del sinfín de películas que hubo en la época, toca condensar aquí las más memorables por ser las que aún a día de hoy se mantienen con vida.
De este modo en el frente del Pacífico podemos distinguir a títulos como "Bataan" (1942), "La patrulla del Coronel Jackson" (1945) o la archiconocida "Objetivo:Birmania" (1945) como cine de infantería; a "Treinta segundos sobre Tokio" (1943), "Fuerzas aéreas" (1943) o "Dos en el cielo" (1943) como cine de aviación... y no nos olvidemos del mar, donde tenemos ejemplos como los de "Destino Tokio" (1943) o "Tiburones de acero" (1943) en cuanto a los submarinos o "No eran imprescindibles" (1945) dando importancia a las lanchas torpederas.
Sin duda, en esa lista aparecen los títulos más imprescindibles del género bélico. Pero no toca olvidar el frente europeo, menos fructífero a nivel de cine made in Hollywood, pero con numerosos títulos. A destacar "Sáhara" (1943) con Humphrey Bogart de protagonista o "También somos seres humanos" (1945) con Robert Mitchum, como las dos con mayor vida. Aunque no serían las únicas, ya que siempre recomendaré "Al filo de la oscuridad" con Errol Flynn de protagonista y Lewis Milestone tras las cámaras.
No podemos olvidar al cine británico. Que tras la irrupción de Estados Unidos continuaría con su labor propagandística y realizaría su obra más conocida de la época: "Sangre, sudor y lágrimas". Aunque el título hace mención a la famosa frase de Winston Churchill, en realidad el título en inglés fue "In which we serve" y contó como co-director con un por entonces desconocido en este mundillo, David Lean ("El puente sobre el río Kwai").
El "otro" cine
Las arriba presentes son cintas bastante conocidas entre el amante del género bélico. Pero Hollywood también supo realizar comedias y dramas con la guerra como telón de fondo. Incluso, a pesar de ser un lustro plagado de mucho cine bélico, las grandes joyas de la corona son títulos que tenían la guerra por protagonista pero que no eran cintas bélicas propiamente dichas.
De ese lustro toca mencionar a "Casablanca", cinta para la historia con Marruecos como lugar y la Resistencia francesa pululando por ahí contra los alemanes. Maestros como Hitchcock, que nunca dirigirían una película bélica, jugaron sus cartas con títulos como "Náufragos" donde los supervivientes de un ataque submarino tienen que estar en alta mar en otro thriller repleto de tensión del director británico. Y en el aspecto de las comedias toca destacar dos: "El gran dictador" de Charles Chaplin y "Ser o no ser" de Ernst Lubistch.
Otros títulos importantes de esa época son "La señora Miniver" (1942) ambientada en el Londres que sufría los bombardeos alemanes (ganadora de 6 Óscars), "Hombres intrépidos" (1940) drama de John Ford con John Wayne de protagonista donde se deja ver la gran labor de hombres que se jugaban la vida surcando el Océano para transportar todo tipo de mercancía a los amigos británicos, o "Los verdugos también mueren", film de suspense de Fritz Lang con el asesinato de Heydrich (el carnicero de Praga) como argumento principal.
Entre 1946 y 1948 el cine bélico hechó el cierre. En ese periodo post-bélico parecía que la gente se había cansado del género. Pero entonces llegaría la Guerra Fría y, con ella, tocó desempolvar el hacha de guerra y volver a hacer cine bélico a partir de 1949. Pero, eso lo dejo para otro capítulo.
De aquella década quedan a día de hoy grandes títulos aún guardados, fáciles de encontrar al ser clásicos que han sobrevivido a ya 75 u 80 años de vida. Sin embargo, gran parte de aquellas películas no llegarían a España en su momento, ni años después. Y muchas las estamos descubriendo en los últimos años gracias a Internet o a nuevos lanzamientos de cine clásico más desconocido. Hoy toca hablar de aquellos maravillosos años en el género, a modo homenaje y resumen. Recordaros que sí queréis saber más anécdotas del cine de aquella época, el año pasado le dediqué no pocas entradas a las diferentes tramas.
La Guerra Empieza
1940, la guerra hace cuatro meses que ha comenzado y, en el horizonte un futuro desesperanzador. Sobretodo para la Industria británica que, lejos de venirse abajo, llegará a producir cine bélico para rendir homenaje a todos los que luchan en los diferentes frentes. Desde los bomberos en casa, el propio pueblo, o la aviación o las fuerzas marítimas. Ya en 1939 avisaban del enemigo en films como "El león tiene alas" o "El espía negro", esta última ambientada en la Primera Guerra Mundial y analizada en este blog.
Pero en 1940 la guerra ya estaba en las narices de los británicos con el desastre (¿o victoria?) de Dunkerque, y el inicio de La batalla de Inglaterra. De este modo llegarían films como "Convoy" (mar), "Gesta de héroes" (Aviación) o "Tren nocturno a Munich" (espionaje), que bebían de diferentes subgéneros. El último gran largometraje de aquellos inicios, con Estados Unidos fuera de la guerra, sería "Los invasores", película propagandística cuyo objetivo era ser comercializada en EEUU avisando del peligro que acechaba con el nazismo. Un grupo de nazis supervivientes de un submarino en las costas de Canadá (aliada de Gran Bretaña) siembran el pánico mientras intentan alcanzar la frontera de EEUU (entonces neutral).
La película tuvo muy buena repercusión y alcanzaría notoriedad en los premios de la Academia siendo nominada a Mejor Película o a Mejor Historia/guión. Sin embargo su función quedó deslucida puesto que el estreno en el país norteamericano llegaría ya en 1942, para entonces, Pearl Harbor había sido bombardeada y Estados Unidos había entrado en la guerra.
Hollywood al poder
Hasta el bombardeo a Pearl Harbor, Hollywood no había coqueteado demasiado con la contienda. "Un americano en la RAF" es el film más reconocido de unos inicios donde hay algún que otro título olvidado hoy en día. De hecho, antes de Pearl Harbor el gran bombazo (perdón por emplear la palabra) made in Hollywood fue "El sargento York", cuya vida en cines se inició antes del día de la infamia pero se perpetuó largo tiempo. Esa historia patriótica con Gary Cooper de protagonista, ambientada en la Primera Guerra Mundial, serviría para que el público fuera cogiendo la idea de que otra guerra se avecinaba y que a todo el mundo le iba a tocar poner de su parte.
Una vez llegó Pearl Harbor la maquinaria propagandística se puso manos a la obra y, desde 1942 a 1945 no cesó de realizar largometrajes. Del sinfín de películas que hubo en la época, toca condensar aquí las más memorables por ser las que aún a día de hoy se mantienen con vida.
De este modo en el frente del Pacífico podemos distinguir a títulos como "Bataan" (1942), "La patrulla del Coronel Jackson" (1945) o la archiconocida "Objetivo:Birmania" (1945) como cine de infantería; a "Treinta segundos sobre Tokio" (1943), "Fuerzas aéreas" (1943) o "Dos en el cielo" (1943) como cine de aviación... y no nos olvidemos del mar, donde tenemos ejemplos como los de "Destino Tokio" (1943) o "Tiburones de acero" (1943) en cuanto a los submarinos o "No eran imprescindibles" (1945) dando importancia a las lanchas torpederas.
Sin duda, en esa lista aparecen los títulos más imprescindibles del género bélico. Pero no toca olvidar el frente europeo, menos fructífero a nivel de cine made in Hollywood, pero con numerosos títulos. A destacar "Sáhara" (1943) con Humphrey Bogart de protagonista o "También somos seres humanos" (1945) con Robert Mitchum, como las dos con mayor vida. Aunque no serían las únicas, ya que siempre recomendaré "Al filo de la oscuridad" con Errol Flynn de protagonista y Lewis Milestone tras las cámaras.
No podemos olvidar al cine británico. Que tras la irrupción de Estados Unidos continuaría con su labor propagandística y realizaría su obra más conocida de la época: "Sangre, sudor y lágrimas". Aunque el título hace mención a la famosa frase de Winston Churchill, en realidad el título en inglés fue "In which we serve" y contó como co-director con un por entonces desconocido en este mundillo, David Lean ("El puente sobre el río Kwai").
El "otro" cine
Las arriba presentes son cintas bastante conocidas entre el amante del género bélico. Pero Hollywood también supo realizar comedias y dramas con la guerra como telón de fondo. Incluso, a pesar de ser un lustro plagado de mucho cine bélico, las grandes joyas de la corona son títulos que tenían la guerra por protagonista pero que no eran cintas bélicas propiamente dichas.
De ese lustro toca mencionar a "Casablanca", cinta para la historia con Marruecos como lugar y la Resistencia francesa pululando por ahí contra los alemanes. Maestros como Hitchcock, que nunca dirigirían una película bélica, jugaron sus cartas con títulos como "Náufragos" donde los supervivientes de un ataque submarino tienen que estar en alta mar en otro thriller repleto de tensión del director británico. Y en el aspecto de las comedias toca destacar dos: "El gran dictador" de Charles Chaplin y "Ser o no ser" de Ernst Lubistch.
Otros títulos importantes de esa época son "La señora Miniver" (1942) ambientada en el Londres que sufría los bombardeos alemanes (ganadora de 6 Óscars), "Hombres intrépidos" (1940) drama de John Ford con John Wayne de protagonista donde se deja ver la gran labor de hombres que se jugaban la vida surcando el Océano para transportar todo tipo de mercancía a los amigos británicos, o "Los verdugos también mueren", film de suspense de Fritz Lang con el asesinato de Heydrich (el carnicero de Praga) como argumento principal.
Entre 1946 y 1948 el cine bélico hechó el cierre. En ese periodo post-bélico parecía que la gente se había cansado del género. Pero entonces llegaría la Guerra Fría y, con ella, tocó desempolvar el hacha de guerra y volver a hacer cine bélico a partir de 1949. Pero, eso lo dejo para otro capítulo.
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