"Good Morning, Vietnam" (Barry Levinson, 1987)

¡Goooooooood Morning, Vietnam! De esta manera tan efusiva damos la bienvenida a Todosobremicinbélico a una de las dos Secciones Estrella de este 2020: La Guerra de Vietnam. Después de casi seis años del nacimiento del blog, y de llevar dos 25 meses ininterrumpidos, la guerra de Vietnam no había tenido aún apenas mención alguna en textos esporádicos. Esa cuenta pendiente espero saldarla esta temporada con 12 títulos sobre la Contienda, además de algunos textos relacionados.

Para dar la bienvenida al cine de Vietnam al blog, he escogido, como habréis podido averiguar por la introducción, el título "Good Morning Vietnam", dirigido en 1987 por Barry Levinson y que narra las peripecias de un locutor de radio dicharachero que es enviado al Saigon de 1965 para entretener a las tropas. En el papel principal tenemos a Robin Williams, que obtuvo aquí la nominación al Oscar al mejor Actor (muy merecidamente), como ese divertido locutor llamado Adrian Cronauer.


La Película
"Good Morning Vietnam" fue rodada y estrenada en 1987, el mismo año en que llegaría otro de los títulos Top de la contienda: "La chaqueta metálica" de Kubrick, y un título reconocido entre el público bélico como es "La colina de la hamburguesa". Con dos crudas recreaciones de la guerra por rivales el mismo año, esta simpática película se podría decir que sirvió para cerrar la que sería la década prodigiosa de la contienda en el cine, iniciada en 1978 con el estreno de "El cazador", y en la que hubo numerosa presencia en los premios de la Academia.

Barry Levinson se encargaría de la dirección y Mitch Markowitz del guión. Cabe destacar que Levinson, que había debutado como director apenas cinco años atrás, ya era un reputado director emergente que un año más tarde estrenaría la que es su obra maestra: "Rain Man" por la cuál obtendría el Óscar al Mejor Director (además de conseguir el de película). Pero, sin duda alguna, la estrella de la función es Robin Williams, con un papel hecho para su lucimiento personal, que mezcla drama y comedia en un tono tragicómico bastante conseguido.

Sinopsis
Adrián Cronauer es un locutor de radio que el Ejército envía desde Creta a Saigón para entretener a las tropas norteamericanas. Desde el primer día se gana la gran admiración de la mayoría de sus compañeros de radio del Ejército, así como el del público. Los soldados quieren escuchar su verborrea, sus tacos, su humor... no deja títere con cabeza y no tiene pelos en la lengua. Esa es la virtud que hace del sensacional Cronauer, un ídolo de masas.

Sin embargo, su Teniente y otro oficial superior ven con malos ojos a Cronauer e intentarán quitárselo de encima a pesar de que ha conseguido que los soldados vayan a luchar con una sonrisa de oreja a oreja. Entre medias, vemos como Cronauer conocerá a una Vietnamita. La seguirá hasta la clase de lengua inglesa y una vez ahí pagará al profesor militar para cambiarle el puesto. A partir de ahí veremos dos labores del protagonista, la de locutor de radio y la de profesor.

Entablará una relación de amistad con el hermano de la vietnamita, a quien humillarán dos soldados en un local típico donde van las tropas. Eso sí, la relación con la mujer, aunque se va aproximando, no llegará a buen puerto debido a que ella le para los pies y, en todo momento, le dice que lo suyo es imposible. Cronauer poco a poco irá dudando de su labor como locutor ya que un día tras otro se censuran numerosas noticias que no pasan el filtro de los estamentos militares.

Un día, el joven vietnamita viene a buscarle al bar alegando que le ha conseguido una cita con su hermana. Al salir del bar, este estalla por los aires: dos muertos y tres heridos. Cronauer, hasta el momento alegre y divertido en su trabajo y en su vida fuera del trabajo, se da el duro golpe con la realidad de la guerra en el que se debe considerar el primer punto de inflexión en el guión. Rápidamente irá a la radio y decidirá narrar la noticia a pesar de tenerlo prohibido, consiguiendo la inhabilitación.

Es el propio Teniente quien decide tirar adelante con el programa a pesar de que el resto de miembros de la radio intentan disuadirle alegando que "no tiene gracia". El desastre es tal que llegan numerosas cartas quejándose de él y exigiendo la vuelta de Cronauer, que de mientras visita una aldea vietnamita junto a sus amigos locales. Garlick (Forest Whitaker), el hombre de confianza con quien más tiempo pasa en la base Cronauer intenta convencerle para que vuelta, pero él se niega. Esto cambia cuando se topan con camionetas que llevan al combate a jóvenes americanos. Garlick presentará a Adrian a la tropa que, ilusionada, le piden que dedique unas palabras. El encuentro es el momento cumbre de la película y es un nuevo punto de inflexión, el que provocará que el protagonista vuelva a sus labores.

Vuelve y, para permanecer más unido a las tropas quiere ir a entrevistar a soldados en el frente. A pesar de que es arriesgado, el Sargento Mayor decide aceptar la petición incluso después de conocer que le enviaba a una zona que era territorio del Vietcong, en un claro gesto de descerebrado cobarde sin escrúpulos. Lógicamente el jeep en el que van Garlik y Cronauer acabará pinchando rueda con una mina y ellos perdidos en la jungla. El amigo vietnamita de nuestro querido Robin Williams llegará al rescate, y acabarán siendo rescatados por un helicóptero.

Sin embargo, este es el punto final de Cronauer con la radio. Se le informa que su amigo vietnamita es un terrorista, y fue quien hizo estallar la bomba aquella en el bar de Saigon, junto a otros actos. Cronauer tendrá momento de ir a buscarle para decirle que se aleje, y recordarle que le ha decepcionado, que creía que eran amigos. Posteriormente le veremos jugar al Béisbol con los vietnamitas de su clase, que querían aprender a jugar, y despidiéndose de todos ellos y de la mujer de la que se había enamorado. Acto seguido, Garlik le llevará al aeropuerto para marcharse de Saigon, apenas cinco meses después de haber llegado, pero habiendo dejado huella en la gente... y en él.

Escenas
Con un tono de humor, sobretodo verbal, la película poco a poco se va enmascarando en tragicómica. Eso sí, el entramado bélico queda relegado todalmente a un tercer plano, ya que el único momento donde podría haber cierta tensión (con Cronauer y Garlik en la jungla) se salda con una secuencia de apenas cinco minutos, sin apenas presencia enemiga y, nuevamente, con cierto tono de humor. Por ejemplo, tras horas dando vueltas creyendo que podrían estar en Camboya, resulta que estaban junto al Jeep que habían abandonado el día anterior.

Con todo ello, cabe destacar dos momentos por encima del resto. Los mencionados momentos que hacen de punto de inflexión en el protagonista. En primer lugar, con la bomba que estalla en el bar. Cronauer, sin saberlo, ha sido rescatado por el propio terrorista encargado del atentado. Movido por la rabia, irá a la radio y, a pesar de que tiene prohibido locutar la noticia, se encierra dentro y arranca con un "Notica NO oficial. Dos personas no han resultado oficialmente muertos y tres no han resultado oficialmente heridas en un no oficial atentado". Con ese ingenio acabará encabronando a su superior, provocando su despido momentáneo.

El otro gran momento a destacar es en el que habla con las tropas americanas que van al combate. Ahí, Cronauer se da cuenta de su buena labor, de como la risa que saca a esos jóvenes soldados les anima a estar distraidos y no pensando constantemente en que la muerte se avecina detrás de cada árbol en la jungla. La secuencia se remata de la manera más bella, volviendo a la radio, dedicando un tema a uno de los soldados: "What a Wonderful World", tema que suena más triste que nunca mientras se intercala con imágenes de atentados en Saigon, Napalm en la jungla y soldados yendo al combate.

Crítica
"Good morning, Vietnam" es una película simpática y amable. Muy bienintencionada a pesar de la mala baba que se gasta su protagonista. Exceptuando sus bromas radiofónicas, el resto de lo que sucede es muy light y muy suave como para tener una mínima comparación con el resto de películas bélicas del momento relacionadas con Vietnam.

Pero ello no debe ser un problema. Quien quiera una de guerra del Vietnam con dosis de sangre, que revisione a Coppola, Kubrick, Stone o incluso a Chuck Norris. Aquí de lo que se trata es de hacer una tragicomedia, de ser un payaso en la corte de los militares. Ahí, en esa mezcla de géneros con la barbarie de fondo donde maestros como Chaplin, Lubitsch o posteriormente Benigni darían en el clavo, Levinson nos muestra sus buenas dotes que le acabarían llevando al Oscar un año después.

No cabe la menor duda, eso sí, que esta película sin un as de la comedia pero capaz de actuar con muy buen nivel dramático como fue Robin Williams, no hubiera llegado a buen puerto. Si Levinson sabe llevar la trama de una película sencilla y básica, y muy edulcorada por momentos a buen lugar, se debe en gran parte a que el carisma del protagonista que devora la pantalla lleva al espectador a divertirse con una película buena, pero sin altas pretensiones.

Una Banda Sonora repleta de temazos puestos uno tras otro en la radio, algún que otro momento divertido, con persecución en bicis incluidas y un Robin Williams en estado de gracia. ¿Se puede pedir más? Posiblemente un poco más de tensión en la parte que podría haber sido bélica de la trama, pero entoncs estaríamos hablando de otra película diferente. Las pequeñas dosis de realidad incrustadas en ese "What a wonderful world" de Louis Armstrong mostrándonos la crudeza de la guerra en una película que había esquivado una y otra vez dicha realidad, sirven de perfecto contraste para narrarnos la guerra de Vietnam desde otro punto de vista.

Quizá, un punto de vista es el que el espectador norteamericano creía en 1965 que estaba sucediendo o pudiendo suceder a miles de kilómetros de sus hogares... y ese golpe de realidad es similar al que se dieron desde la Opinión Pública a todo el pueblo norteamericano una vez se supo todo lo que estaba sucediendo en tan encarnizada guerra. Levinson, con un tono amable y sencillo, sin altas pretensiones que no fueran las de entretener al espectador, consigue hacernos pasar un buen rato y olvidar la guerra... al mismo tiempo que su protagonista Cronauer hace lo propio con los soldados en el frente.

Nota: 7

Lo Mejor: Robin Williams en estado de gracia
Lo Peor: Falta de mala leche y de querer averiguar a donde se podía llegar, cuando puede ponerse mucho más interesante.

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