Clásicos Escondidos I: "Comando del Pacífico"

Este 2019 inauguro nueva Sección: "Clásicos escondidos". Se tratará de una serie de películas menos conocidas del cine bélico de las que os hablaré sin destripar ni título ni director, ni protagonistas. La idea es que tras la lectura del título os atreváis a adivinar el título de la película si es que la habéis visto u os suena de algo. Pasado el primer día, publicaré el título de la película y añadiré un párrafo comentando (ahora sí) el nombre del director y los actores protagonistas.

El primer clásico escondido tiene lugar en el Océano Pacífico en plena II Guerra Mundial. Con un actor reconocido, especializado en comedias, como cabeza de cartel y con el mar de fondo. Una misión a bordo de un ruinoso barco de vela contra los japoneses. Una misión altamente secreta que tiene como objetivo descubrir donde se esconde la flota japonesa en vísperas de la que sería conocida como la Batalla del Estrecho de Bismarck.

Sinopsis
Un oficial de la marina es enviado para una misión altamente secreta. Una vez llega a puerto se da cuenta de que el barco del que le han dado el mando es un velero, un barco pequeño y no equipado para el combate. Y, por si eso fuera poco, le dan la tripulación más desastrosa del mundo. Únicamente el segundo de a bordo, un viejo conocido que se la lió en una carrera años atrás, está preparado para una misión de este calibre.

Tras amagar en varias ocasiones con evitar aceptar el mando del barco al sentirse estafado, finalmente aceptará gracias a la mediación de una mujer de la marina. Los problemas empezarán ahí, liderados por un especialista en comunicaciones con curioso nombre, y con gente tan incapacitada que provoca las risas de los buques militares que están expectantes. Finalmente, tras preparar a la tripulación en únicamente un día, se dan a la mar, con el objetivo de viajar a Nueva Guinea a dejar el barco.

Pero eso es un señuelo. La misión real tiene que ver más allá de ese pequeño paseo por el Pacífico. Una vez allí deberá abandonar el barco y un nuevo Oficial se hará cargo de la tripulación y de un miembro de la armada que se encargará de recabar información desde una isla ocupada por los japoneses, de donde se encuentra la flota japonesa una vez la descubran.

La entrada al puerto de Nueva Guinea es risoria. Se enteran tarde de que están pasando un campo de minas que evitarán como buenamente pueden. Por el camino acabará algún que otro hombre en el agua... pero llegarán sanos y salvos. Una vez en tierra, y tras ser explicados de la misión, nuestro héroe, el gran actor cabeza de cartel, decidirá coger a la fuerza el barco e irse con su tripulación un vez han sido "camuflados" como indígenas para evitar ser reconocidos por los aviones japoneses.

Una vez en la isla, el especialista, el segundo de a bordo y otros miembros de la tripulación irán a la cima de la colina de la isla para conseguir buscar las tropas enemigas, las descubrirán y bajarán al barco para informar de la ubicación de estas. Pero una vez abajo, el barco ha sido ocupado por los japoneses, haciendo prisioneros a nuestros queridos y simpáticos héroes. Con cierto ingenio, el oficial y el segundo de a bordo conseguirán deshacerse de los japoneses y poner rumbo a casa, mientras envían la información.

Los japoneses de la isla les dispararán con todo, e incluso uno de los japoneses que quedaba en el barco (el oficial de mayor rango) le clavará la espada a nuestro héroe, dejándole herido. Le salvarán como pueden, conseguirán enviar la información, pero finalmente el barco se hundirá, quedando todos a la deriva en la barca de salvamento. La misión ha sido un éxito y el segundo de a bordo conseguirá ascender a un rango superior y, toda la tripulación, acabará en un buque de guerra como Dios manda.

La Escena
Llegando a Nueva Guinea, son avisados por radio de que se presenten. Al no tener el motor en funcionamiento (uno de los problemas que les persiguen toda la película) no reciben la información y llegarán a ser disparados por sus propias tropas. Posteriormente entrarán en un campo de minas ante la atónita mirada de los que están en tierra. Es el momento de mayor tensión de la película, donde el vigía desde arriba va informando donde están las minas y van esquivándolas como pueden. Después, a la hora de amarrar en puerto, un nuevo show, con gente cayendo al agua y salvándose de hundir el barco gracias a que el ancla quedará encallada en una piedra.

Crítica
La película está rodada en clara clave de comedia. Desde la BSO y los chistosos títulos de crédito se avisa de que no queda ninguna duda de que no va de farol contando con un actor especialista en comedias (cuyo CV incluye algún que otro título más famoso con la marina de fondo). Sin embargo, es una comedia muy menor, de estas de sobremesa del sábado en la 1, uno de esos clásicos amables para ver alguna que otra vez por simple curiosidad.

Se trata de una película muy fácil de olvidar, porque la calidad de los chistes no acaba de convencer. Una payasada (sin ánimo de ofender, pues no lo digo como insulto) que te deja en el sofá manteniéndote al tanto de la película pero sabiendo que nada es trascendental. Una película narrada en dos claras fases, con una pequeña escena entre medio que es lo mejor del film.

Arranca con la parte preparatoria, sin duda alguna, la parte mejor llevada de la película, puesto que hasta ese momento es una aceptable comedia con algún que otro chiste bien llevado nos saca alguna carcajada diminuta. Es, como pasa en estos casos, en el entramado bélico donde patina. Mantener el tono humorístico intentando al mismo tiempo ser serios en que nos creamos la importancia de la misión no tiene sentido alguno.

Al final es una película que, como el barco, no llegará a buen puerto, puesto que acaba hundida en sus defectos. La escena que he mencionado me pareció lo suficientemente atractiva, pero no es suficiente para convencer del todo. Un fallido intento, en definitiva, en una década (entre los 50 e inicios de los 60) donde no fueron pocas las comedias con trasfondo bélico. El clásico escondido de este mes tiene lugar en esas fechas. Buena caza.

Solución
El título de la película es "Comando del Pacífico" (The wakiest Ship in the army). Fue dirigida por Richard Murphy en 1960. Sus principales bazas son el actor Jack Lemmon y el cantante de Rock Ricky Nelson. Curiosamente, Nelson ya conocía el cine y apenas un año antes había estrenado "Rio Bravo", uno de los mejores Westerns de todos los tiempos, junto a John Wayne. Mientras tanto, Jack Lemmon estrenó ese mismo 1960 "El apartamento", película que le valió su tercera nominación al Óscar.

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