
Sería el ejército rojo, el de Stalin, el que llegaría a la capital alemana antes. A finales de Abril el frente era Berlín, y esos hechos, los de aquellos fatídicos días, incluyendo el del 30 de Abril de 1945, fecha en la que Hitler acaba con su vida, y el resto hasta el 7 de Mayo, fecha en la que oficialmente se rinde el ejército alemán, son los que nos cuenta "El hundimiento", la sobresaliente película de Oliver Hirschbiegel que pasará a la historia por traer a un Hitler sensacional interpretado por Bruno Ganz, en esos fatídicos últimos días del III Reich.
Sinopsis

Fuera, en las calles, desolación. Un hombre manco intenta recuperar a su hijo, que se ha convertido inesperadamente en héroe de guerra junto a otro grupo de muchachos que deberían ir a la escuela pero están defendiendo su madre patria. El niño se marchará desesperado. De esta historia posteriormente le veremos recibiendo una condecoración del Führer en persona, el niño será clave en diferentes momentos de la película. En el búnker se montan fiestas, con una Eva Braun dispuesta a olvidar los horrores de la guerra, pero las bombas cada vez caen más cerca.

Fuera, durante la batalla con los soviéticos, el niño soldado del que he hablado se dará a la fuga al contemplar el horror de la guerra. Mientras, un oficial médico se juega el pellejo para buscar medicamentos. En su retirada, acabará dentro del búnker del Führer siendo un actor secundario que contempla la decadencia que hay allí abajo. A Hitler le comunicarán que sus planes no pueden funcionar porque no hay suficientes hombres para hacer frente a los soviéticos, y montará en cólera. Ahí es cuando asume que es su final, que acabará teniendo que acabar con su vida.

También intenta convencer a Hitler en vano. Y le reoconocerá no haber cumplido algunas de sus órdenes, si bien su lealtad sigue intacta. Hitler no le estrechará la mano en la despedida de su buen amigo. Fuera, volvemos a ver al niño que, tras deambular, conseguirá encontrar a su padre. Si bien posteriormente los altercados de gente fanática acabarán con el padre colgado por "Traición" y el niño, huérfano, nuevamente deambulando junto a otros chavales sin hogar.
En esa vorágine derrotista final, Himmler, desde Lübeck ofrecerá la capitulación a los aliados, lo cual para Hitler será alta traición. Quien pagará los platos es el cuñado de Eva Braun, que será encontrado y fusilado por desertor. Otro oficial de Hitler acabará suicidándose con dos granadas en la mesa donde iba a comer con sus hijos y su mujer. Dentro del búnker, Hitler y Eva se casan, tras quince años de noviazgo. Será un simple papeleo innecesario e inútil puesto que ambos acabarán con sus vidas en ese búnker.

Incluso en esos instantes finales, tras conocer la rendición, dos hombres se pegarán un tiro en la cabeza, últimas víctimas del fanatismo nacionalsocialista que imperaba en un país en ruinas.
Escenas
"El hundimiento" es una película repleta de pequeñas escenas que podrían ser mencionadas. El reparto coral de la película invita, sin lugar a dudas, a hablar de algunas de ellas puntualmente. Como la ya mítica escena en el despacho del Führer que ha sido víctima de numerosos memes, donde le comunican que los ejércitos que él pretende movilizar están casi diezmados y, por lo tanto, no podrán romper el cerco soviético, provocando de este modo la ira de un Hitler que comienza a ver fantasmas y traidores en todos lados.

Pero, sin duda alguna, la secuencia cumbre en el búnker es la de los suicidios finales. En primer lugar con Hitler y Eva Braun, pegándose un tiro el primero e ingiriendo ella una cápsula de cianuro. Previamente habían envenenado al perro. En una sala, sentados en el sofá, se quitaban la vida ante la expectación y la angustia de quienes aguardaban fuera para, posteriormente, prenderles fuego para que los soviéticos no pudieran coger sus cuerpos sin vida.

Crítica
Dura, como tuvo que ser aquellos oscuros días del final del III Reich. Así es la obra maestra de Olivier Hirschbiegel, que tras haberse dado a conocer con "El experimento", aquí llegaba al tope. Una parte de la historia de Alemania que nadie se había atrevido a llevar a cabo con tal crudeza. Hasta ahora centradas más en la figura de Hitler, el director quiere dar protagonismo al Führer como maestro de ceremonias de esta tétrica y deprimente historia. Pero, al mismo tiempo, da voz al resto de protagonistas.
Centrándose en un personaje femenino (la secretaria) simplemente como excusa, vemos a un médico alemán con ideas nada fanáticas, a un oficial con miedo, a esa sensación de traición que sobrevuela en el inicio de la película... o a esa locura de un Hitler que se cree él solo sus películas de que la guerra aún se puede ganar, y de que el pueblo debe sufrir porque sí. Y que si él muere, dará igual todo lo demás.
El resultado es espeluznante, porque muestra un Hitler humanizado y en franca decadencia. Un líder, un rey, dispuesto a morir y a que muera quien haga falta pero que tras su muerte no habrá más Reich ni mayor gloria para Alemania. Al mismo tiempo, se ve a un Hitler consciente de sus actos a pesar de su locura, pidiendo la cabeza de cuantos traidores cree ver a su paso. La interpretación de Ganz, en este apartado, es soberbia y es la que consigue elevar el tono final de la película.

Se trata, pues, de una película más de interiores que de exteriores, lo cual hace crecer la sensación de agobio, angustia o claustrofobia (pongan el calificativo que quieran) en el espectador. El resultado final se disfruta mucho por el realismo dotado, y por conseguir un drama bélico de altos vuelos que es de lo mejor que el género ha deparado en este Siglo XXI. Por algo los seguidores de Todosobremicinebélico le acabarían otorgando el 3er puesto (empatada con "Cartas desde Iwo Jima") como mejor película bélica del Siglo XXI.
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