Un entretenimiento submarino... a la europea (Crítica de "El canto del lobo")

El cine europeo se atreve con todo. Cada vez intenta parecerse más a lo que llega desde Hollywood. ¿Es eso malo? Dejémoslo en discutible. El caso es que se debe aspirar a poder hacer cine de acción, thrillers apasionantes que entretengan al público. A fin de cuentas, es este último quien tiene las exigencias (y la razón) y a quien toca hacer disfrutar. "El canto del lobo" es un claro ejemplo de ello, cine de submarinos nucleares que hasta ahora parecían coto privado de los USA.

Amparado en un reparto de renombre como gancho, con Omar Sy (Intocable) o Matthieu Kassovitz (El Odio) en roles secundarios pero importantes, la ópera prima del director Antonin Baudry consigue su objetivo y su torpedo da de lleno en el blanco. Lo hace cogiendo el ABC del cine de submarinos, consiguiendo mantener en algunos momentos el ambiente claustrofóbico, pero añadiéndole un punto diferente al visto hasta ahora.


No cabe la menor duda de que lo que llama la atención de la película es que se otorga el rol principal al sónar, al encargado de descubrir qué lobos acechan al submarino, en lugar de ofrecer (como es habitual) a los oficiales dicha importancia, si bien estos también tiene su parte de protagonismo. El don para el puesto que tiene el personaje interpretado por François Civil nos lo podemos creer o no, pero es el punto más atractivo de la película.

Baudry nos engancha desde el principio. Un inicio que coge las bases del género pero que nos consigue enganchar desde el sofá (recordemos que es Netflix quien distribuye) con extrema facilidad. Esa operación inicial que nos servirá para presentar a los personajes y sus virtudes, pero al mismo tiempo tendrá cierta relevancia en el futuro. Todo bien escogido, con un guión no excesivamente elaborado, que sigue las normas básicas de la temática submarina, pero cuyos trazos nos llevan en volandas.

Quizá se pueda acusar una historia ¿de amor? y algunos tramos en su nudo de los que se podría prescindir, pero rápidamente se vuelve a la necesaria trama, el submarino vuelve a poner rumbo al mar y, con ello, la claustrofobia y la tensión vuelve a estar a flor de piel. No entraré en detalles de si su final es sorprendente o no, ya que toca disfrutar de la película y descubrirlo por vosotros solos. Lo que importa, eso sí, es más el viaje que el destino final.

Y ahí Baudry consigue que nos subamos a bordo de su propuesta y no nos sintamos estafados en ningún momento. Cierto tono de humor francés en algunos tramos pero, sobretodo, un espectáculo repleto de adrenalina, con las clásicas escenas que le pedimos a un cine de submarinos. De lleno da en el clavo y estamos, posiblemente, ante la mejor propuesta del subgénero desde "La caza del Octubre rojo" (con permiso de "Marea roja" a quien no tiene nada que envidiar).

Da gusto ver como el cine francés, y el europeo en general, se adentra en estos terrenos inexplorados hasta el momento. El año pasado llegó "Kursk", en este ha tocado turno de este "El canto del lobo"... y el cine belga tiene una de submarinos de la IIGM en "Torpedo". Larga vida al cine bélico europeo, capaz no solo de obras personales como "Land of mine" o "El capitán", si no de adentrarse en el entretenimiento puro y duro y poder salir a la superficie victorioso.

Nota: 6,75

Lo Mejor: Que dentro de la sencillez de la propuesta, nos ofrezca un punto de vista diferente
Lo Peor: Algunos efectos especiales aún están distantes del cine made in Hollywood, restándole cierto realismo.

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