Mientras los norteamericanos combatían en Guadalcanal en el Pacífico, y en el Este se realizaba la cruenta batalla de Stalingrado, en el resto de Europa Gran Bretaña se había repuesto a los bombardeos. Y, aunque continuaba recibiéndolos, desde aeródromos británicos bombarderos aliados partían rumbo a diferentes objetivos (generalmente industrias, pero también morirían, lógicamente, civiles) sobre la Alemania del III Reich.
Dentro de estos raids de bombarderos destaca la historia del que la propaganda hizo el más famoso de todos, el "Memphis Belle". William Wyler, en su periplo de documentales rodados por la causa durante la II Guerra Mundial llevó a las pantallas la historia de este bombardero que cumplió 25 misiones con éxito y consiguió que sus diez tripulantes volvieran sanos y salvos de todas sus incursiones diurnas. Ese documental, que podéis ver en Netflix, es de 1944, décadas más tarde, en 1990 su hija produciría un largometraje mucho más conocido para hacer que dicha historia permaneciera en la memoria de todos.
Sinopsis

A la noche se celebra una fiesta donde se alardea del logro de la tripulación de Memphis Belle, si bien para el Oficial al mando no es más que un avión más con otros chicos a los que se hace duro enviar a una posible muerte. La tripulación disfruta de la fiesta como si pudiera ser su última noche en la tierra. Allí conocen a una serie de chicos en prácticas de un bombardero que no ha entrado aún en combate, bromeando uno de los jóvenes miembros del Memphis Belle sobre las escasa posibilidades de los otros de sobrevivir.

Rumbo a Bremen recibirán un primer ataque aéreo alemán, donde caerá el bombardero al mando. Más adelante volveremos a ver un nuevo ataque que provocará que el nuevo avión al mando deba aterrizar forzosamente en suelo enemigo. Ahora el Memphis Belle está al frente de la Operación. Vaya manera de acabar una última misión. Kozlovski (Billy Zane) es el encargado de descubrir el objetivo. El fuego antiaéreo, además de provocar algunos destrozos en el avión provocará que el capitán al mando decida no lanzar las bombas y volver a iniciar el ataque.
Entre tanto son alcanzados, perdiendo un motor y quedando malherido uno de los miembros. Poco antes habían visto como el avión de los jóvenes que están ante su primera misión caiga abatido. "Solo he visto saltar a dos" dirá uno de la tripulación. Dos que con suerte serán hechos prisioneros, mientras el resto mueren en el acto. El Memphis Belle lidera la brillante operación de bombardear las fábricas en Bremen y ponen rumbo a casa.

La alegría se vuelve en angustia al ver que vuela con solo un motor y como una de las ruedas no baja. Entre dos miembros de la tripulación deberán hacerla bajar manualmente en el clímax final de la película. In extremis, a punto de aterrizar, lo consiguen, y el Memphis Belle acaba así su última misión. El capitán al mando descorchará una botella de champán y todos felices celebrarán el final de la guerra para ellos.
Secuencias
Si algo tiene Memphis Belle de especial es que nos mete de lleno en un bombardero. A diferencia de otros títulos donde la operación aérea se mostraba con menos objetividad, aquí se nos muestran los diferentes puntos de la nave. Desde la posición del piloto y copiloto, pasando por los diferentes puntos de defensa como el de cola o la famosa "bola" en la parte baja del avión.
Los combates aéreos están bastante conseguidos, mostrados en todo momento desde esa primera persona, para que vibremos y suframos con la tripulación en esta última misión. Incluso la dificultad de descubrir el objetivo militar y la difícil decisión de si dejar caer las bombas y largarse o querer cumplir con la misión como corresponde y hacer una nueva pasada. Todo ello junto a un final con cierto toque de emoción para saber como conseguirán aterrizar.
Quizá, el único pero de la película, sea el hecho de ¿exagerar? dicha última operación. Sin entrar en los hechos reales, que pueden contar lo que quieran, o del documental original de William Wyler, la cuestión es que enumeraré todos y cada uno de los peligros a los que hacen frente en una última misión tras 24 misiones cumplidas.

Por último, por supuesto, ese final tan emocionante como peliculero donde se nos muestra que tienen que aterrizar con solo un motor (de cuatro), y bajando la rueda manualmente, todo porque la nave llegue hecha un destrozo, a casa, a salvo (que no tan sana). Que en 25 misiones pudieran pasar toda esa serie de desgracias de las que, milagrosamente, consiguen salir vivos, lo podemos comprar. Que todas ellas sucedan en la misma misión y esta sea la última, permítanme dudarlo.
Crítica
Aunque tiene ciertos momentos que parecen acercarla a un telefilm, se trata de una de las pocas incursiones de Hollywood sobre la II Guerra Mundial desde la década de los 70 hasta 1998 cuando el cine sobre dicho conflicto volvió a estar a la orden del día gracias al dueto "Salvar al soldado Ryan" y "La delgada línea roja".

Michael Catton Jones, el director de la película, se limita a contarnos una historia que tiene cierto toque documental, que se burla en cierto modo de esa propaganda de la época, de los bonos de guerra, y se centra en las personas, en la camaradería, en esos diez chavales diferentes pero cercanos que lucharon juntos durante 25 misiones. Paradójicamente, no deja de ser una película propagandística para ensalzar a esos jóvenes
La tripulación del Memphis Belle y la de las fortalezas volantes, se merecían, sin duda alguna, una película que les rindiera homenaje, que recordara su labor en la guerra de 1942 en adelante. Por ello, en 1990 se saldó cierta deuda con una entretenida y buena película. No es de lo mejor del género, pero "Memphis Belle" es una de esas películas que de vez en cuando está bien recordar.
Nota: 6
Lo Mejor: La vida a bordo de la nave
Lo Peor: Una curiosa mezcla entre un ¿telefilm? y una acción un tanto peliculera.
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