
Sinopsis
El Mayor Geoffrey Vickers (Errol Flynn) salva la vida a Surat Khan, rajá de un país imaginario llamado Suristán, cercano a la India. Éste, a partir de entonces estará en deuda con él. Mientras tanto, acontecemos a un triángulo amoroso entre Geoffrey, su hermano Perry (Patrick Knowles) y Elsa (Olivia de Havilland), la hija del General al mando en Chukoti, una ciudad de la India.

La rebelión de Surat Khan hace que Chukoti, poco defendido al tener a muchos de sus hombres de prácticas (con Perry entre ellos), sea atacado por el enemigo, que no deja títere con cabeza. Resguardados del ataque, Geoffrey, el General, unos cuantos soldados y mujeres y niños esperan a la casi segura muerte. Surat Khan pedirá que Geoffrey se siente a negociar y tras ofrecerle un caballo para que este huya (y así saldar su deuda) acaban quedando en que dejará al regimiento, mujeres y niños salir de allí desarmados. El General al mando aceptará y entonces se producirá una masacre, ya que todo era una trampa del despiadado Surat Khan. Geoffrey escapará junto a Elsa, únicos supervivientes de la masacre, y el Surat Khan dirá que ya ha zanjado su deuda.

En esas nuevas órdenes pedirá al 27º atacar sin tregua al enemigo en el valle de la muerte de Balaklava. Geoffrey se apuntará con ellos porque son su regimiento y por su particular venganza, evitando previamente que su hermano participe en tal suicida gesta. Atacarán bajo el fuego de los cañones rusos el puesto enemigo, y Geoffrey caerá muerto no sin antes contemplar como acaba con la vida de Surat Khan. La venganza hecha y su amada y su hermano vivos para poderse casar, puede dejar en paz el mundo.
Secuencias

Después está la batalla de Chukoti. El ataque enemigo les obliga a resguardecerse pero la auténtica gran secuencia se producirá después, cuando intentando salir de allí son acribillados a balazos desde los dos flancos cuando están en medio del río, sin escapatoria posible. La labor de Curtiz en la secuencia es especatular, sabiendo manejar planos de masas y mostrando todo el horror posible. Las secuencias, para ser de 1936 tienen una gran fuerza.
La Carga de la Brigada Ligera

Ese plano General que muestra todo el valle con diferentes destacamentos de cañones y la carga de la brigada avanzando por el centro, rodeada por cañones por todos los costados y con Surat Khan y el enemigo en el centro al final del recorrido. Cañonazos, hombres y caballos cayendo... sucesión de imágenes entre el enemigo disparando y ellos recibiendo y avanzando sin cesar. Una carga heroica perfectamente llevada al mundo del cine, y donde, además, vamos viendo caer a todas las caras conocidas de un lado y de otro.
La secuencia acaba con la caballería llegando a su objetivo y asaltando el puesto ruso enfrentándose cara a cara con el enemigo. El personaje interpretado por Errol Flynn, que ha tenido que cambiar de caballo sobre la marcha, sostiene una lanza y contempla al Surat Khan, este también le ve, la ira en los ojos de uno, el horror en el del otro... Surat dispara y Errol le ataca con su lanza. Ambos caen heridos de muerte. Errol se incorpora para ver el cuerpo sin vida de su particular enemigo, mientras otros miembros de la caballería no cesan de clavarle sus lanzas para rematar al muerto, ahí puede descansar en paz. Secuencia brillante, sin duda alguna, épica donde las haya.
La Realidad
La realidad es que la carga de la Brigada ligera que de pequeño se me enseñó como un acto heroico de caballería fue, en realidad, una chapuza de dimensiones épicas. Un ataque sinsentido que fue perpetrado realmente por tiras y aflojas entre dos oficiales y que nada tiene que ver con ese personaje ficticio de Surat Khan. En la vida real el ataque fue además de suicida, un disparate que salió mal. Aquí se camufla como una medio victoria. Se nos dice que salió bien, por si fuera poco el malo de la película está muerto, con lo cual se consuma la venganza... y para más inri, se reconoce que dicho ataque serviría para atacar Sebastopol, algo que no sucedió así.

Crítica
"La carga de la brigada ligera" tiene todo lo que un film de aventuras de aquella época debía tener. Tenemos una historia de amor, en este caso triángulo amoroso que nos sirve de nexo para las secuencias no bélicas; tenemos a un destacamento en la India y a un enemigo despiadado. Unas brillantes secuencias bélicas, una puesta en escena espectacular junto al resto de medios como la Dirección artística, decorados y el vestuario.

Ha envejecido realmente bien la película, un gran logro técnico para la época y un film que es uno de los grandes de ese dúo que formaron Errol Flynn y Michael Curtiz, trío si incluimos a la musa Olivia De Havilland en la ecuación, un auténtico galán de cine de aventuras de los 30-40, su pareja artística perfecta y un director que quizá haya merecido mayor reconocimiento a su gran labor en el mundo del cine (sí, dirigió Casablanca pero muchos solo recuerdan otras cosas de la película). Una obra recomendable al 100% que me ha gustado volver a ver.
Nota: 8
Lo Mejor: La carga final que justificaría en la época el pago de una entrada... y de dos
Lo Peor: Tener que camuflarlo todo con una historia de amor que da excesivos vaivenes
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