
La historia
"El rey proscrito", lo nuevo de David McKenzie, que coló su anterior film: "Comancheria" entre las 9 nominadas al Oscar de mejor película. Con Chris Pine como estrella del proyecto y con Aaron Taylor Johnson en un alocado papel, sin duda alguna la productora no ha escatimado a la hora de llevar a cabo el proyecto.

De hecho se habla de William Wallace y de su captura, tortura y muerte. Precisamente ese es el detonante para que Robert The Bruce decida intentar unir a Escocia, no con tanto éxito inicialmente para combatir al déspota enemigo inglés y recuperar lo que le pertenece: Su tierra. Es la época de Eduardo I de Inglaterra y su hijo, un personaje comandado por la ira y al mismo tiempo la torpeza.
Crítica
La película comienza con un largo y efectivo (o efectista) plano secuencia que es el mayor logro visual del film. Se nos llega a ver cuatro acciones bien diferenciadas: La rendición ante el Rey Eduardo, un combate a espada perfectamente coreografiado, el lanzamiento de una catapulta gigantesca y posteriormente la marcha de quienes son derrotados con honores, pero con dudas.

El estilo visual, empapado en barro y sangre, es todo un logro para la película. Intentar asemejarse a Braveheart o El Señor de los anillos en cuanto a cine épico no era una idea buena, pudiendo caer en la repetición y la vulgaridad. Por ello, el tono gris, lluvioso, para remarcar perfectamente lo que es Escocia pero, sobretodo, lo que era en aquella época, unido a los bellos paisajes contrastan con ligera armonía.

En ese alegato proescocés, pero sin entrar en el sentimentalismo de "Braveheart", "El Rey proscrito" tiene su modus operandi. La película nos lleva de un lugar a otro en ese viaje en busca de sobrevivir a toda costa para, posteriormente iniciar la revolución una vez tuviera un ejército en condiciones. El gore se apodera de las pantallas y las escasas batallas son de un gusto exquisito, especialmente el clímax de la película.
Porque sí, esa batalla final bien merece la espera. Antes, se nos ha mencionado como los escoceses utilizaron una especie de guerra de guerrillas de la época, asaltando como podían y quemando sus propios castillos para que el enemigo no los pudiera recuperar. La lucha cuerpo a cuerpo y desde los bosques y montañas, conociendo el terreno. También la invención, en cierto modo, de una especie de trincheras. Curiosa la batalla final, pero realmente buena.

Porque sí, "El rey proscrito" es una de aventuras medievales, cine histórico. Pero bebe del cine bélico, de las guerras, no con fusiles pero sí con lanzas y espadas. Lo sangriento, esa manera de luchar a lo bestia, como animales. Despiadados y traicioneros como era aquel mundo. Quizá podamos obviar que para no existir teléfonos móviles ahí todo el mundo se enteraba de las noticias con una rapidez increible. Eso y la historia de amor que no sabemos si llega a justificar el resto del film, están ligeramente por debajo de la media. Aún así, una película que recomiendo.
Nota: 7
Lo Mejor: Ese toque sangriento y repleto de suciedad que recuerda al buen cine de la Primera Guerra Mundial.
Lo Peor: Sencilla en las transiciones, y una historia de amor que no acaba de sernos del todo útil.
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