Llega el final del año y con ello concluyo hoy el homenaje al cine de la Primera Guerra Mundial. El 11 de noviembre de 1918 concluía aquella contienda. Cien años después decidí dedicarle un tributo desde mi modesto blog, analizando dos películas sobre el conflicto cada mes. Hoy toca la 24ª y última película y dado que se acerca la Navidad, me parecía lo adecuado concluir con "Feliz navidad" este homenaje.
En 1914, la primera navidad de la Gran Guerra provocó que en diversos lugares del frente se hiciera una tregua de 24 horas, llegando a confraternizar con el enemigo. Alemanes y franceses; alemanes y rusos y alemanes y británicos llegaron a parar por un momento la guerra (como si de un chiste de Gila se tratara). Intercambiaron productos, jugaron pachangas futboleras o a las cartas... todo lo que os podáis imaginar para tomarse un respiro durante el día de Navidad.
Esta historia que intentó ser tapada por los altos mandos, que veían signos de debilidad, al mismo tiempo que se mostraba al enemigo como "ser humano" algo que no cabía en las mentes pensantes que querían a toda costa convencer al pueblo de que el enemigo era poco menos que el Demonio en persona. Sin embargo, la historia vería la luz y ya en el Siglo XXI se le dedicó una película, si bien anteriormente en el musical "Oh, qué guerra tan bonita!" de Richard Attenborough llegó a verse la tregua.
Aquí, sin embargo, Christian Carion centra exclusivamente su película en la noche del 24 de diciembre y el día de Navidad, ese 25 de diciembre de 1914, en un lugar del frente sin determinar en tierras francesas. Eso sí, permitiéndose la licencia de unir a un batallón escocés y uno francés que combatían "juntos pero separados". De esta manera la película se nos muestra a tres bandas: Alemania, Francia y Escocia (Gran Bretaña).
Sinopsis
Tras un breve inicio donde se nos muestra a tres niños de tres nacionalidades distintas cantando a la clase (delante de la pizarra) una canción de la época donde ponían al enemigo a caer de un burro, se nos pasa a la acción presentándonos los tres principales personajes en los que se centrará este drama-bélico coral. Por un lado una cantante danesa (Diane Kruger) y un Tenor alemán (Benno Fürmann) que verán su matrimonio truncado cuando él debe ir a la guerra. Por otro lado el de un Pastor escocés (Gary Lewis) que va al combate como médico para "cuidar de su rebaño" cuando dos de sus fieles del pueblo se alistan... y por último, el de un Teniente francés (Guillaume Canet) cuyo padre, un oficial de alto rango, le quiere fuera del frente.
Tras un fracasado ataque por parte de las tropas francesas y escocesas a la trinchera alemana, el Teniente francés decide que quiere seguir ahí con los suyos a pesar de la insistencia del General (su padre). Por otro lado vemos morir a uno de los dos jóvenes escoceses que fueron a la guerra, para desgracia de su hermano y del cura escocés. Mientras tanto, en las líneas alemanas, el Oficial al mando (Daniel Brühl) ve con recelo al Tenor, ya que piensa que no es de los suyos y ahí sobran cantantes, figuras, y hace falta hombres.
Es nochebuena y el Tenor consigue un permiso de una noche para ir a la retaguardia junto a su mujer para cantar villancicos a los oficiales. Una vez allí deciden volver a la trinchera y cantar a los soldados, algo que los altos mandos aceptan. Una vez en las trincheras, junto a la multitud de árboles de navidad que el Kaiser Guillermo ha enviado a sus tropas para animarles la navidad, el Tenor arranca a cantar un villancico después de que los escoceses hubieran tocado un tema sobre su tierra.
El ambiente se crece y el tenor sale de las trincheras con un árbol de Navidad para ofrecérselo a los escoceses en señal de amistad. Estos siguen tocando villancicos junto al tenor, a la par que aparece en escena el oficial alemán al mando para "rescatar" a su soldado. El oficial escocés hará lo propio y no le quedará más remedio al francés que entrar en escena. Ahí, en medio de la noche, aceptan una tregua y todos los soldados se acercan a saludarse.
El resto de la película no tiene mucha más chicha o acción que las historias personales que nos cuenta. Vemos a los oficiales confraternizar, sobretodo entre los personajes de Canet y Brühl, el primero con su mujer en un pueblo francés ocupado por el enemigo y el segundo cuya mujer es francesa, con ganas de volver a París, donde pasó su luna de miel. También vemos las historias de los soldados, a la vez que la del Tenor y su mujer que intentan eludir la guerra a toda costa.
Vemos a los soldados jugar a cartas, al fútbol... intercambiar bebida y comida. Todo muy "yupi", ya que todo lo que se ve en la película desprende buenrollismo, llegando al extremo de que ante un ataque de la Artillería alemana, los alemanes ofrecen su trinchera al enemigo... mientras que poco después se cambian todos de trinchera para ver como los aliados lanzan su bombardeo a las trincheras germanas.
La historia se acaba con el fin de la Navidad, y la llegada de diversas cartas a manos del Alto mando de cada país. Diferentes treguas en el frente, muchas cartas de soldados que quieren contar la hazaña... y la necesidad de cortarlo de raiz. El tenor y su mujer deciden no volver a las líneas alemanas al acabar la tregua y se presentan como prisioneros de los franceses pidiendo que, por favor, no les separen más. El oficial francés acepta, a la par que da por perdido a su Ordenanza, que ha cruzado las líneas para ir a visitar a su madre y comer con ella.
La vuelta a la realidad estalla después. El ordenanza intenta volver a las líneas francesas tras pasar por su pueblo, vestido de alemán... y un oficial escocés ordena que le disparen (al ir vestido de alemán, no saben que es él). Será el reloj que siempre lleva y suena a las 10 de la mañana, el que desvele la identidad del mismo cuando, una vez alcanzado por una bala escocesa, cae herido de muerte. El pastor escocés será enviado a su casa al haber deshonrado al Cristianismo según un cura de rango superior, que lanzará un discurso lamentable y vergonzoso poniendo a los alemanes como demonios y a la guerra mundial como una cruzada.
El Teniente francés recibirá la reprimenda de su padre, el General. Llegará a reconocer que comparte más cosas con los soldados alemanes que con los oficiales de alto rango que, desde los despachos mandan a morir a la gente. También sabrá a estas alturas que es padre de un hijo ya que el Oficial alemán habría conseguido hacerle llegar cartas e información desde el pueblo ocupado donde vive su mujer. Por último, veremos a los soldados alemanes, con Daniel Brühl al frente, dentro de un vagón de un tren. Serán enviados al frente oriental, a combatir a los rusos, pasando por su amada Alemania pero "sin poder bajar del tren" como castigo por confraternizar con el enemigo. Marcharán cantando esa vieja canción escocesa que les han enseñado "sus amigos".
Valoración
"Feliz navidad" es una película cargada de muy buenas intenciones. Hacernos llegar un episodio de la Gran Guerra que no hay que olvidar y que habla del valor de la humanidad, de como se comportan los seres humanos y, en defintiva, suena a cuento bonito de Navidad, capaz de unir a personas de diferentes nacionalidades y tipologías al menos por unos días.
Fuera de eso se ve a la legua la ficción forzada de la película. Todo suena demasiado "guay" y "chachi" como para pensar que realmente sucedió así. Se cogen diferentes historias que probablemente existieran y se unen para contarnos las peripecias. Eso sí, el momento en que intercambian opiniones todos los soldados fue de día, tal y como muestra el film "¡Oh, que guerra tan bonita!", y en esta película el primer contacto con el enemigo se da en nochebuena.
Aún así, nos queda una película bastante interesante y buena. Un drama conseguido que merece la pena ver una vez en al vida, a poder ser, por Navidad... pero que no va mucho más allá. La historia da para lo que da, y no hay recelos entre ningún protagonista, todos son muy amigos desde el principio y eso deja un buen rollo que, al mismo tiempo, hace algo más aburrida la película. Eso sí, la duración, 105 minutos, no es excesivamente larga y ayuda.
El film obtuvo muy buenas críticas y fue la apuesta francesa para los Oscars, a pesar de que no llegaría a vencer en los César (premios de la Academia de cine francés). Logró ser nominado tanto a los Oscars como a los Globos de Oro, a pesar de que no conseguiría vencer en ninguno de los dos premios.
Nota: 6,5
Lo Mejor: Contarnos una historia poco vista en el cine y que merece la pena ver
Lo Peor: Demasiado buen rollo como para creérnosla del todo.
En 1914, la primera navidad de la Gran Guerra provocó que en diversos lugares del frente se hiciera una tregua de 24 horas, llegando a confraternizar con el enemigo. Alemanes y franceses; alemanes y rusos y alemanes y británicos llegaron a parar por un momento la guerra (como si de un chiste de Gila se tratara). Intercambiaron productos, jugaron pachangas futboleras o a las cartas... todo lo que os podáis imaginar para tomarse un respiro durante el día de Navidad.
Esta historia que intentó ser tapada por los altos mandos, que veían signos de debilidad, al mismo tiempo que se mostraba al enemigo como "ser humano" algo que no cabía en las mentes pensantes que querían a toda costa convencer al pueblo de que el enemigo era poco menos que el Demonio en persona. Sin embargo, la historia vería la luz y ya en el Siglo XXI se le dedicó una película, si bien anteriormente en el musical "Oh, qué guerra tan bonita!" de Richard Attenborough llegó a verse la tregua.
Aquí, sin embargo, Christian Carion centra exclusivamente su película en la noche del 24 de diciembre y el día de Navidad, ese 25 de diciembre de 1914, en un lugar del frente sin determinar en tierras francesas. Eso sí, permitiéndose la licencia de unir a un batallón escocés y uno francés que combatían "juntos pero separados". De esta manera la película se nos muestra a tres bandas: Alemania, Francia y Escocia (Gran Bretaña).
Sinopsis
Tras un breve inicio donde se nos muestra a tres niños de tres nacionalidades distintas cantando a la clase (delante de la pizarra) una canción de la época donde ponían al enemigo a caer de un burro, se nos pasa a la acción presentándonos los tres principales personajes en los que se centrará este drama-bélico coral. Por un lado una cantante danesa (Diane Kruger) y un Tenor alemán (Benno Fürmann) que verán su matrimonio truncado cuando él debe ir a la guerra. Por otro lado el de un Pastor escocés (Gary Lewis) que va al combate como médico para "cuidar de su rebaño" cuando dos de sus fieles del pueblo se alistan... y por último, el de un Teniente francés (Guillaume Canet) cuyo padre, un oficial de alto rango, le quiere fuera del frente.
Tras un fracasado ataque por parte de las tropas francesas y escocesas a la trinchera alemana, el Teniente francés decide que quiere seguir ahí con los suyos a pesar de la insistencia del General (su padre). Por otro lado vemos morir a uno de los dos jóvenes escoceses que fueron a la guerra, para desgracia de su hermano y del cura escocés. Mientras tanto, en las líneas alemanas, el Oficial al mando (Daniel Brühl) ve con recelo al Tenor, ya que piensa que no es de los suyos y ahí sobran cantantes, figuras, y hace falta hombres.
Es nochebuena y el Tenor consigue un permiso de una noche para ir a la retaguardia junto a su mujer para cantar villancicos a los oficiales. Una vez allí deciden volver a la trinchera y cantar a los soldados, algo que los altos mandos aceptan. Una vez en las trincheras, junto a la multitud de árboles de navidad que el Kaiser Guillermo ha enviado a sus tropas para animarles la navidad, el Tenor arranca a cantar un villancico después de que los escoceses hubieran tocado un tema sobre su tierra.
El ambiente se crece y el tenor sale de las trincheras con un árbol de Navidad para ofrecérselo a los escoceses en señal de amistad. Estos siguen tocando villancicos junto al tenor, a la par que aparece en escena el oficial alemán al mando para "rescatar" a su soldado. El oficial escocés hará lo propio y no le quedará más remedio al francés que entrar en escena. Ahí, en medio de la noche, aceptan una tregua y todos los soldados se acercan a saludarse.
El resto de la película no tiene mucha más chicha o acción que las historias personales que nos cuenta. Vemos a los oficiales confraternizar, sobretodo entre los personajes de Canet y Brühl, el primero con su mujer en un pueblo francés ocupado por el enemigo y el segundo cuya mujer es francesa, con ganas de volver a París, donde pasó su luna de miel. También vemos las historias de los soldados, a la vez que la del Tenor y su mujer que intentan eludir la guerra a toda costa.
Vemos a los soldados jugar a cartas, al fútbol... intercambiar bebida y comida. Todo muy "yupi", ya que todo lo que se ve en la película desprende buenrollismo, llegando al extremo de que ante un ataque de la Artillería alemana, los alemanes ofrecen su trinchera al enemigo... mientras que poco después se cambian todos de trinchera para ver como los aliados lanzan su bombardeo a las trincheras germanas.
La historia se acaba con el fin de la Navidad, y la llegada de diversas cartas a manos del Alto mando de cada país. Diferentes treguas en el frente, muchas cartas de soldados que quieren contar la hazaña... y la necesidad de cortarlo de raiz. El tenor y su mujer deciden no volver a las líneas alemanas al acabar la tregua y se presentan como prisioneros de los franceses pidiendo que, por favor, no les separen más. El oficial francés acepta, a la par que da por perdido a su Ordenanza, que ha cruzado las líneas para ir a visitar a su madre y comer con ella.
La vuelta a la realidad estalla después. El ordenanza intenta volver a las líneas francesas tras pasar por su pueblo, vestido de alemán... y un oficial escocés ordena que le disparen (al ir vestido de alemán, no saben que es él). Será el reloj que siempre lleva y suena a las 10 de la mañana, el que desvele la identidad del mismo cuando, una vez alcanzado por una bala escocesa, cae herido de muerte. El pastor escocés será enviado a su casa al haber deshonrado al Cristianismo según un cura de rango superior, que lanzará un discurso lamentable y vergonzoso poniendo a los alemanes como demonios y a la guerra mundial como una cruzada.
El Teniente francés recibirá la reprimenda de su padre, el General. Llegará a reconocer que comparte más cosas con los soldados alemanes que con los oficiales de alto rango que, desde los despachos mandan a morir a la gente. También sabrá a estas alturas que es padre de un hijo ya que el Oficial alemán habría conseguido hacerle llegar cartas e información desde el pueblo ocupado donde vive su mujer. Por último, veremos a los soldados alemanes, con Daniel Brühl al frente, dentro de un vagón de un tren. Serán enviados al frente oriental, a combatir a los rusos, pasando por su amada Alemania pero "sin poder bajar del tren" como castigo por confraternizar con el enemigo. Marcharán cantando esa vieja canción escocesa que les han enseñado "sus amigos".
Valoración
"Feliz navidad" es una película cargada de muy buenas intenciones. Hacernos llegar un episodio de la Gran Guerra que no hay que olvidar y que habla del valor de la humanidad, de como se comportan los seres humanos y, en defintiva, suena a cuento bonito de Navidad, capaz de unir a personas de diferentes nacionalidades y tipologías al menos por unos días.
Fuera de eso se ve a la legua la ficción forzada de la película. Todo suena demasiado "guay" y "chachi" como para pensar que realmente sucedió así. Se cogen diferentes historias que probablemente existieran y se unen para contarnos las peripecias. Eso sí, el momento en que intercambian opiniones todos los soldados fue de día, tal y como muestra el film "¡Oh, que guerra tan bonita!", y en esta película el primer contacto con el enemigo se da en nochebuena.
Aún así, nos queda una película bastante interesante y buena. Un drama conseguido que merece la pena ver una vez en al vida, a poder ser, por Navidad... pero que no va mucho más allá. La historia da para lo que da, y no hay recelos entre ningún protagonista, todos son muy amigos desde el principio y eso deja un buen rollo que, al mismo tiempo, hace algo más aburrida la película. Eso sí, la duración, 105 minutos, no es excesivamente larga y ayuda.
El film obtuvo muy buenas críticas y fue la apuesta francesa para los Oscars, a pesar de que no llegaría a vencer en los César (premios de la Academia de cine francés). Logró ser nominado tanto a los Oscars como a los Globos de Oro, a pesar de que no conseguiría vencer en ninguno de los dos premios.
Nota: 6,5
Lo Mejor: Contarnos una historia poco vista en el cine y que merece la pena ver
Lo Peor: Demasiado buen rollo como para creérnosla del todo.
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