Acabado el #belicómetro, me veo en la obligación de recalcar que algunos títulos no han entrado en la lista al no considerarlos como cine bélico. He aquí una pequeña lista de 10 títulos que no entraron en el #belicometro pero que tienen nivel de sobra para haber entrado entre las 40 mejores películas "Sobre la guerra". No están todas (He querido obviar "Sopa de ganso" de los hermanos Marx, por ejemplo), y hay alguna más que no ha podido entrar pero también tiene mucho nivel.
1. Remordimiento (Ernst Lubitsch, 1932)
Película que tendrá su pequeño hueco en el homenaje a la Primera Guerra Mundial que dedicamos este año en el blog. Narra la historia de un francés que, machacado por su conciencia, decide ir a visitar a la familia de un soldado alemán que mató en la guerra. Las fobias entre germanos y franceses post-guerra, el perdón, el amor y un innumerable número de cosas se nos juntan en una historia que aboga por la hermandad.
2. El gran dictador (Charles Chaplin, 1940)
Charles Chaplin más allá del cine mudo. La primera película sonora se la dedicó a un famoso dictador de la década de los años 30 y 40. Pese a que su Hynkel no era tan fiero como Hitler, las similitudes eran muchas (comenzando por el bigote). La historia de un barbero judío que se parece al dictador de un país con ganas de entrar en guerra. El mensaje para la paz en el mundo del final aún sigue sobrecogiendo. Para secuencia, ese juego con la bola del mundo.
3. Casablanca (Michael Curtiz, 1942)
Mucho más que una historia de amor para la historia. Mucho más que una de esas películas de cine negro que protagonizaba Humphrey Bogart. El actor del momento, junto a Ingrid Bergman; Michael Curtiz dio en el clavo... y para momentazo el ya mítico "Tócala otra vez, Sam" que tantas y tantas veces hemos escuchado. Una historia sobre nazis sin necesidad de entrar en la guerra y desde Marruecos.
4. Ser o no ser (Ernst Lubitsch, 1942)
"Hizo con Shakespeare lo que nosotros estamos haciendo con Polonia", así le espetaba un oficial alemán al gran, mítico, descomunal actor Viktor Tura (disfrazado de oficial nazi) sobre el nivel actual del mismo. Una compañía de Teatro polaca, Shakespeare y el ingenio mordaz de Ernst Lubitsch, maestro de la comedia, hacen de la misma una de las mejores comedias de la historia del cine.
5. Los mejores años de nuestra vida (William Wyler, 1946)
La Segunda guerra mundial había terminado apenas un año antes cuando William Wyler, autor de la notable "La señora Miniver" (que sí está en el #belicometro) nos regaló este drama que mostraba la dura vida que esperaba a los que volvían del combate. El shock, los traumas de la guerra... cosas que el cine había toqueteado en pequeñas dosis, era aquí el lema de una película de casi tres horas. Tres hombres con sus diferentes historias a la hora de volver a casa. Toca readaptarse a la vida civil.
6. De aquí a la eternidad (Fred Zinneman, 1953)
Amor y celos se unen en esta obra maestra de Fred Zinneman que tiene lugar en el Pearl Harbor previo al bombardeo. Un bombardeo que se muestra aquí como final del film con apenas 5-10 minutos de duración. En el camino, un reparto de lujo con Burt Lancaster, Montgomery Clifft (ambos considerados actores principales, se pisaron en los Oscars), Frank Sinatra (ganador como secundario), Deborah Kerr y Donna Reed. La escena del revolcón en la playa forma parte viva de la historia del cine, rodada en una época donde eso era poco menos que pornográfico.
7. ¿Vencedores o vencidos? (Stanley Kramer, 1961)
Drama judicial, obra cumbre en la carrera de Kramer, y que contó con un reparto de campeonato donde se incluía a Spencer Tracy, Burt Lancaster, Montgomery Cliff y el oscarizado Maximilian Schell. Una historia sobre los juicios de Nuremberg donde se acusó a numerosos miembros de la Alemania nazi, condenando a algunos de ellos a la muerte por crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra. Obra gigantesca en su envoltorio (tres horas) pero que merece la pena visionar como documento histórico.
8. Teléfono rojo: Volamos hacia Moscú (Stanley Kubrick, 1964)
La guerra fría no tuvo una película mejor para definirla que esta obra maestra de Kubrick cuyo título original es muchísimo mejor. Ese Dr Strangelove que puso en jaque a Estados Unidos. Ese zumbado que declaró la guerra automáticamente a los soviéticos. Ese tira y afloja entre dos gobiernos desde esa "cámara de guerra" donde no se puede pelear... Sin duda el humor acido no eclipsaba el drama y el terror nuclear que recorría cada escena de la película, con el momento cumbre del Cowboy a lomos de una bomba nuclear que detonará la guerra que acabará con la humanidad. Soberbio final.
9. La lista de Schindler (Steven Spielberg, 1993)
Obra maestra de Spielberg, sin duda alguna. Rodada en blanco y negro, acaparó todos los elogios posibles y devolvió el cine sobre el holocausto a la gran pantalla con la que posiblemente sea su obra cumbre. Una de las películas más tristes que se puedan recordar, ayudado por la Banda Sonora del sensacional John Williams. Liam Neeson y Ralph Fiennes nunca han estado a tan alto nivel como en este film (sí, ni en "El paciente inglés", en el caso del segundo).
10. La vida es bella (Roberto Benigni, 1998)
¿Una comedia sobre el holocausto? A alguno le podría parecer una payasada, un tema sobre el que no se puede reir. Pero el humorista Roberto Benigni dio en el clavo (no lo volvería a hacer, ni de lejos) con esta comedia que llegó a todo el mundo. Un padre dispuesto a hacer la existencia de su hijo más llevadera en el duro campo de concentración donde están... la dura vida de los que huelen la muerte contada como si fuera un juego. ¿Y al final del juego? Si ganas, te llevas un tanque. ¿Verdad que es bonito el premio?
1. Remordimiento (Ernst Lubitsch, 1932)
Película que tendrá su pequeño hueco en el homenaje a la Primera Guerra Mundial que dedicamos este año en el blog. Narra la historia de un francés que, machacado por su conciencia, decide ir a visitar a la familia de un soldado alemán que mató en la guerra. Las fobias entre germanos y franceses post-guerra, el perdón, el amor y un innumerable número de cosas se nos juntan en una historia que aboga por la hermandad.
2. El gran dictador (Charles Chaplin, 1940)
Charles Chaplin más allá del cine mudo. La primera película sonora se la dedicó a un famoso dictador de la década de los años 30 y 40. Pese a que su Hynkel no era tan fiero como Hitler, las similitudes eran muchas (comenzando por el bigote). La historia de un barbero judío que se parece al dictador de un país con ganas de entrar en guerra. El mensaje para la paz en el mundo del final aún sigue sobrecogiendo. Para secuencia, ese juego con la bola del mundo.
3. Casablanca (Michael Curtiz, 1942)
Mucho más que una historia de amor para la historia. Mucho más que una de esas películas de cine negro que protagonizaba Humphrey Bogart. El actor del momento, junto a Ingrid Bergman; Michael Curtiz dio en el clavo... y para momentazo el ya mítico "Tócala otra vez, Sam" que tantas y tantas veces hemos escuchado. Una historia sobre nazis sin necesidad de entrar en la guerra y desde Marruecos.
4. Ser o no ser (Ernst Lubitsch, 1942)
"Hizo con Shakespeare lo que nosotros estamos haciendo con Polonia", así le espetaba un oficial alemán al gran, mítico, descomunal actor Viktor Tura (disfrazado de oficial nazi) sobre el nivel actual del mismo. Una compañía de Teatro polaca, Shakespeare y el ingenio mordaz de Ernst Lubitsch, maestro de la comedia, hacen de la misma una de las mejores comedias de la historia del cine.
5. Los mejores años de nuestra vida (William Wyler, 1946)
La Segunda guerra mundial había terminado apenas un año antes cuando William Wyler, autor de la notable "La señora Miniver" (que sí está en el #belicometro) nos regaló este drama que mostraba la dura vida que esperaba a los que volvían del combate. El shock, los traumas de la guerra... cosas que el cine había toqueteado en pequeñas dosis, era aquí el lema de una película de casi tres horas. Tres hombres con sus diferentes historias a la hora de volver a casa. Toca readaptarse a la vida civil.
6. De aquí a la eternidad (Fred Zinneman, 1953)
Amor y celos se unen en esta obra maestra de Fred Zinneman que tiene lugar en el Pearl Harbor previo al bombardeo. Un bombardeo que se muestra aquí como final del film con apenas 5-10 minutos de duración. En el camino, un reparto de lujo con Burt Lancaster, Montgomery Clifft (ambos considerados actores principales, se pisaron en los Oscars), Frank Sinatra (ganador como secundario), Deborah Kerr y Donna Reed. La escena del revolcón en la playa forma parte viva de la historia del cine, rodada en una época donde eso era poco menos que pornográfico.
7. ¿Vencedores o vencidos? (Stanley Kramer, 1961)
Drama judicial, obra cumbre en la carrera de Kramer, y que contó con un reparto de campeonato donde se incluía a Spencer Tracy, Burt Lancaster, Montgomery Cliff y el oscarizado Maximilian Schell. Una historia sobre los juicios de Nuremberg donde se acusó a numerosos miembros de la Alemania nazi, condenando a algunos de ellos a la muerte por crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra. Obra gigantesca en su envoltorio (tres horas) pero que merece la pena visionar como documento histórico.
8. Teléfono rojo: Volamos hacia Moscú (Stanley Kubrick, 1964)
La guerra fría no tuvo una película mejor para definirla que esta obra maestra de Kubrick cuyo título original es muchísimo mejor. Ese Dr Strangelove que puso en jaque a Estados Unidos. Ese zumbado que declaró la guerra automáticamente a los soviéticos. Ese tira y afloja entre dos gobiernos desde esa "cámara de guerra" donde no se puede pelear... Sin duda el humor acido no eclipsaba el drama y el terror nuclear que recorría cada escena de la película, con el momento cumbre del Cowboy a lomos de una bomba nuclear que detonará la guerra que acabará con la humanidad. Soberbio final.
9. La lista de Schindler (Steven Spielberg, 1993)
Obra maestra de Spielberg, sin duda alguna. Rodada en blanco y negro, acaparó todos los elogios posibles y devolvió el cine sobre el holocausto a la gran pantalla con la que posiblemente sea su obra cumbre. Una de las películas más tristes que se puedan recordar, ayudado por la Banda Sonora del sensacional John Williams. Liam Neeson y Ralph Fiennes nunca han estado a tan alto nivel como en este film (sí, ni en "El paciente inglés", en el caso del segundo).
10. La vida es bella (Roberto Benigni, 1998)
¿Una comedia sobre el holocausto? A alguno le podría parecer una payasada, un tema sobre el que no se puede reir. Pero el humorista Roberto Benigni dio en el clavo (no lo volvería a hacer, ni de lejos) con esta comedia que llegó a todo el mundo. Un padre dispuesto a hacer la existencia de su hijo más llevadera en el duro campo de concentración donde están... la dura vida de los que huelen la muerte contada como si fuera un juego. ¿Y al final del juego? Si ganas, te llevas un tanque. ¿Verdad que es bonito el premio?
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