Antes de iniciar con el análisis de la película del día dedicada a la I Guerra Mundial hago un breve inciso para pedir disculpas por no estar analizando "Gallipoli", que sería la representante ideal tanto del ANZAC, como, por lo tanto, del cine australiano dedicado a la I Guerra Mundial. Sin embargo, inicié esta aventura de 24 análisis durante al año con el objetivo de desempolvar viejas películas y descubrir nuevas, y en ese aspecto el film protagonizado por Mel Gibson lo tenía mucho más reciente.
"Jinetes de leyenda" fue, en mi infancia, una de las películas que más vería en casa de mi abuelo o más buen recuerdo tengo. No llegaba a la altura de grandes clásicos como "El puente sobre el río Kwai", "El día más largo" o "La gran evasión", pero era una película que recuerdo cuando la compró en VHS y como me la vería dos o tres veces en poco espacio de tiempo, convirtiéndose en una de mis preferidas.
El tiempo, sin embargo, flaco favor le ha hecho como me esperaba. Posiblemente no veía la película desde ¿El siglo pasado? y se nota lo poco trabajo de algunos aspectos posiblemente debido a la escasez de recursos por mucho que dentro de la filmografía australiana del momento (años 80) fuera una superproducción. Pero aquí, y en USA, tiene más pinta de TV movie lograda que de un largometraje para la gran pantalla.
La Historia
La película tiene dos puntos fuertes para ser analizada hoy aquí. El primero es el hecho de estar basada en hechos reales, y el segundo es el tema de narrar una de las batallas más famosas lejos de territorio europeo. El Ejército británico y australiano peleaba en Palestina contra los otomanos, aliados del Imperio alemán. En esa tesitura y tras dos fracasos atacando Gaza, el Ejército británico y el ANZAC cambiaría su principal objetivo centrándose en asaltar y ocupar primero Beersheva, con lo que conseguirían pozos de agua para militares y sus caballos.
La operación fue un éxito en gran parte debido a que en lugar de bajarse del caballo y atacar las líneas enemigas a pie, la caballería australiana decidió lanzar una carga contra las trincheras defensivas otomanas logrando un gran éxito. Eso sí, gran parte del éxito se debería a tener una superioridad abrumadora (10 a 1) gracias a una maniobra vital donde con nocturnidad diferentes tropas aliadas se moverían hacia Beersheva pillando en pañales al enemigo.
La película
"Jinetes de leyenda" se inicia contándonos exactamente lo que va a suceder. No solo nos cuenta los precedentes de la batalla sino que anuncia perfectamente que la película va de una carga heroíca (hoy en día leyenda) de la caballería australiana. Y a ellos va dedicada la película de una forma patriótica. Ya desprende ese aroma la primera secuencia donde un oficial enemigo recalcará que "son la caballería australiana, grandes soldados... pero desaprovechados por el Ejército británico". Dos comentarios en uno, por un lado ensalzando al ANZAC y por otro atacando a los británicos.
Durante la película se verá lo poco amigables que eran australianos y británicos. Para los aussies el Ejército británico era un estorbo y les tenía maniatados. La película se centrará en un grupo de amigos en concreto, inicialmente cuatro, aunque pronto caerá uno herido (en apariencia sin gravedad) pero llegará la noticia de su muerte en El Cairo mientras acaba de llegar un jovenzuelo en busca de aventuras. Posiblemente podamos decir que este es el protagonista principal.
Ese chaval que dirá que en Australia mata conejos y que tiene muy buena puntería verá que es incapaz de arrebatar una vida humana, lo que le acarreará más de un problema. Si bien se ganará a sus compañeros de aventuras (uno de ellos irlandés, llamado Scottie) gracias a una heroicidad intentando salvar a varios caballos durante un ataque aéreo en el que caerá herido.
Ahí vienen los principales problemas de la película. Encasquetan una historia de amor un tanto rudimentaria y sin apenas protagonismo, pero lo encasquetan, entre una enfermera y el joven soldado. Cabe señalar que el amor surge en dos secuencias de ¿un minuto?, poco espacio de tiempo. El soldado volverá al combate pero vista su incapacidad para disparar durante las pequeñas escaramuzas con los turcos recibirá la recomendación de uno de sus amigos de dejar el frente, yendo a parar, de este modo, al Cuerpo de enfermeros.
Allí volverá a coincidir con la enfermera de la que está enamorado, mientras sus amigos en el frente se disponen, en la noche del 30 de Octubre de 1917 a arrancar en silencio en un trayecto de más de 40 kilómetros que les separa de Beersheva. Allí, tras una hora de película, viene la parte brillante de la película y la que merece la pena (salvando el hecho de parecer un telefilm).
Los australianos pillan desprevenidos al enemigo y lanzan una carga donde, cabe señalar, el montaje está muy logrado. A pesar de ser algo tramposo y alargar deliberadamente el metraje del mismo, la parte de la carga a caballo sigue mereciendo la pena con el desenlace en las trincheras enemigas. Nuevamente vemos el gesto patriótico australiano en otro comentario del enemigo recalcando que "son la caballería australiana" con cierto asombro.
Ahí definitivamente pasa de todo. El joven enfermero, que ha vuelto a tiempo para ir detrás de la caballería acabará cargando con la misma cuando ve morir a uno de sus amigos, aquel que le recomendó dejar el Ejército. Posteriormente podrá salvar la vida de otro de sus amigos arriesgando la suya. El asalto es un éxito y nuestro héroe volverá herido, reencontrándose por tercera vez con su enfermera favorita. Los títulos nos dirán que se casaron y vivieron hasta tal año... y también como le fue la vida a otros de los involucrados en la contienda.
La secuencia
Aunque la secuencia bélica por excelencia que ocupa la parte importante (clímax) del film es lo que merece la mención (la primera hora de película llega a ser un pasatiempo prescindible), me quedo con otra que le precede. Un oficial de inteligencia británico (aunque con apellido danés, toca señalar) con el que se juega en todo momento a "no fiarse" de él, le dirá a la enfermera co-protagonista que escriba una carta anunciando el nacimiento de un bebé a un soldado.
La carta la escribe desde el corazón como si ella fuera la protagonista al "pensar en alguien a quien quieras" tal y como le encomienda el oficial de Inteligencia. Posteriormente este oficial irá de expedicionario junto a otro militar (uno de los amigos protagonistas) a territorio enemigo, y al ser atacados dejará caer una carpeta con planes. El enemigo dudará de la veracidad de esos planes, indicando que puede ser una trampa, pero es la carta escrita por la enfermera la que les hará descartar que sea una trampa al "no tener pinta de ser manipulada". Puede resultar un plan rudimentario y todo lo que se quiera, pero me gusta como se acaba aclarando las buenas intenciones del Oficial de Inteligencia del que se nos ha hecho dudar en todo momento.
Crítica
La película es un entretenimiento sencillo. Que aprueba en todo momento al narrar con cierto interés unos hechos reales y levanta el vuelo en la media hora final, carga de caballería en mano. Esa reminiscencia a la caballería, al cine más clásico, y a las cargas heroicas son las que mejoran una película que recomiendo por dos motivos: El primero, ser un entretenimiento que no llega a aburrir, y el segundo el conocer una historia que algunos puede que no conocieran de la I Guerra Mundial.
Eso sí, la historia de amor está de más, porque aunque en algunas películas se puede entender su inclusión, aquí apenas ocupa poco espacio de tiempo del metraje y, por lo tanto, es totalmente prescindible. Si exceptuamos ese pequeño detalle, film interesante que se deja ver, pero que hay que ver sin pensar en el cine realista actual repleto de sangre. Aquí la película es de corte clásico, batallas cuerpo a cuerpo con muertos pero sin mostrar la sangre.
Nota: 5,75
Lo Mejor: La carga de la caballería australiana
Lo Peor: La historia de amor que, por suerte, abarca poco tiempo.
"Jinetes de leyenda" fue, en mi infancia, una de las películas que más vería en casa de mi abuelo o más buen recuerdo tengo. No llegaba a la altura de grandes clásicos como "El puente sobre el río Kwai", "El día más largo" o "La gran evasión", pero era una película que recuerdo cuando la compró en VHS y como me la vería dos o tres veces en poco espacio de tiempo, convirtiéndose en una de mis preferidas.
El tiempo, sin embargo, flaco favor le ha hecho como me esperaba. Posiblemente no veía la película desde ¿El siglo pasado? y se nota lo poco trabajo de algunos aspectos posiblemente debido a la escasez de recursos por mucho que dentro de la filmografía australiana del momento (años 80) fuera una superproducción. Pero aquí, y en USA, tiene más pinta de TV movie lograda que de un largometraje para la gran pantalla.
La Historia
La película tiene dos puntos fuertes para ser analizada hoy aquí. El primero es el hecho de estar basada en hechos reales, y el segundo es el tema de narrar una de las batallas más famosas lejos de territorio europeo. El Ejército británico y australiano peleaba en Palestina contra los otomanos, aliados del Imperio alemán. En esa tesitura y tras dos fracasos atacando Gaza, el Ejército británico y el ANZAC cambiaría su principal objetivo centrándose en asaltar y ocupar primero Beersheva, con lo que conseguirían pozos de agua para militares y sus caballos.
La operación fue un éxito en gran parte debido a que en lugar de bajarse del caballo y atacar las líneas enemigas a pie, la caballería australiana decidió lanzar una carga contra las trincheras defensivas otomanas logrando un gran éxito. Eso sí, gran parte del éxito se debería a tener una superioridad abrumadora (10 a 1) gracias a una maniobra vital donde con nocturnidad diferentes tropas aliadas se moverían hacia Beersheva pillando en pañales al enemigo.
La película
"Jinetes de leyenda" se inicia contándonos exactamente lo que va a suceder. No solo nos cuenta los precedentes de la batalla sino que anuncia perfectamente que la película va de una carga heroíca (hoy en día leyenda) de la caballería australiana. Y a ellos va dedicada la película de una forma patriótica. Ya desprende ese aroma la primera secuencia donde un oficial enemigo recalcará que "son la caballería australiana, grandes soldados... pero desaprovechados por el Ejército británico". Dos comentarios en uno, por un lado ensalzando al ANZAC y por otro atacando a los británicos.
Durante la película se verá lo poco amigables que eran australianos y británicos. Para los aussies el Ejército británico era un estorbo y les tenía maniatados. La película se centrará en un grupo de amigos en concreto, inicialmente cuatro, aunque pronto caerá uno herido (en apariencia sin gravedad) pero llegará la noticia de su muerte en El Cairo mientras acaba de llegar un jovenzuelo en busca de aventuras. Posiblemente podamos decir que este es el protagonista principal.
Ese chaval que dirá que en Australia mata conejos y que tiene muy buena puntería verá que es incapaz de arrebatar una vida humana, lo que le acarreará más de un problema. Si bien se ganará a sus compañeros de aventuras (uno de ellos irlandés, llamado Scottie) gracias a una heroicidad intentando salvar a varios caballos durante un ataque aéreo en el que caerá herido.
Ahí vienen los principales problemas de la película. Encasquetan una historia de amor un tanto rudimentaria y sin apenas protagonismo, pero lo encasquetan, entre una enfermera y el joven soldado. Cabe señalar que el amor surge en dos secuencias de ¿un minuto?, poco espacio de tiempo. El soldado volverá al combate pero vista su incapacidad para disparar durante las pequeñas escaramuzas con los turcos recibirá la recomendación de uno de sus amigos de dejar el frente, yendo a parar, de este modo, al Cuerpo de enfermeros.
Allí volverá a coincidir con la enfermera de la que está enamorado, mientras sus amigos en el frente se disponen, en la noche del 30 de Octubre de 1917 a arrancar en silencio en un trayecto de más de 40 kilómetros que les separa de Beersheva. Allí, tras una hora de película, viene la parte brillante de la película y la que merece la pena (salvando el hecho de parecer un telefilm).
Los australianos pillan desprevenidos al enemigo y lanzan una carga donde, cabe señalar, el montaje está muy logrado. A pesar de ser algo tramposo y alargar deliberadamente el metraje del mismo, la parte de la carga a caballo sigue mereciendo la pena con el desenlace en las trincheras enemigas. Nuevamente vemos el gesto patriótico australiano en otro comentario del enemigo recalcando que "son la caballería australiana" con cierto asombro.
Ahí definitivamente pasa de todo. El joven enfermero, que ha vuelto a tiempo para ir detrás de la caballería acabará cargando con la misma cuando ve morir a uno de sus amigos, aquel que le recomendó dejar el Ejército. Posteriormente podrá salvar la vida de otro de sus amigos arriesgando la suya. El asalto es un éxito y nuestro héroe volverá herido, reencontrándose por tercera vez con su enfermera favorita. Los títulos nos dirán que se casaron y vivieron hasta tal año... y también como le fue la vida a otros de los involucrados en la contienda.
La secuencia
Aunque la secuencia bélica por excelencia que ocupa la parte importante (clímax) del film es lo que merece la mención (la primera hora de película llega a ser un pasatiempo prescindible), me quedo con otra que le precede. Un oficial de inteligencia británico (aunque con apellido danés, toca señalar) con el que se juega en todo momento a "no fiarse" de él, le dirá a la enfermera co-protagonista que escriba una carta anunciando el nacimiento de un bebé a un soldado.
La carta la escribe desde el corazón como si ella fuera la protagonista al "pensar en alguien a quien quieras" tal y como le encomienda el oficial de Inteligencia. Posteriormente este oficial irá de expedicionario junto a otro militar (uno de los amigos protagonistas) a territorio enemigo, y al ser atacados dejará caer una carpeta con planes. El enemigo dudará de la veracidad de esos planes, indicando que puede ser una trampa, pero es la carta escrita por la enfermera la que les hará descartar que sea una trampa al "no tener pinta de ser manipulada". Puede resultar un plan rudimentario y todo lo que se quiera, pero me gusta como se acaba aclarando las buenas intenciones del Oficial de Inteligencia del que se nos ha hecho dudar en todo momento.
Crítica
La película es un entretenimiento sencillo. Que aprueba en todo momento al narrar con cierto interés unos hechos reales y levanta el vuelo en la media hora final, carga de caballería en mano. Esa reminiscencia a la caballería, al cine más clásico, y a las cargas heroicas son las que mejoran una película que recomiendo por dos motivos: El primero, ser un entretenimiento que no llega a aburrir, y el segundo el conocer una historia que algunos puede que no conocieran de la I Guerra Mundial.
Eso sí, la historia de amor está de más, porque aunque en algunas películas se puede entender su inclusión, aquí apenas ocupa poco espacio de tiempo del metraje y, por lo tanto, es totalmente prescindible. Si exceptuamos ese pequeño detalle, film interesante que se deja ver, pero que hay que ver sin pensar en el cine realista actual repleto de sangre. Aquí la película es de corte clásico, batallas cuerpo a cuerpo con muertos pero sin mostrar la sangre.
Nota: 5,75
Lo Mejor: La carga de la caballería australiana
Lo Peor: La historia de amor que, por suerte, abarca poco tiempo.
Comentarios
Publicar un comentario