En 1959 el maestro del Western John Ford dirigió "Misión de Audaces", cuyo título original era "Horse soldiers". Este título tan descriptivo es el que empleó Doug Stanton para la novela que describía unos hechos reales acontecidos en Afganistán justo después del 11S. Han pasado más de 15 años para que esta historia llegue a la gran pantalla y, aunque el título original del proyecto era el mismo que el gran clásico de Ford, finalmente cambió por el cutrecillo "12 valientes".
Porque no nos engañemos. Este título desnuda las torpezas propias del cine más americano. Ese que quien le tenga tirria hará que la película le produzca sarpullidos. Lógico cuando se juntan los ingredientes típicos de este tipo de cine. Gente en paz capaz de dejar a la familia en casa para ir a combatir a miles de kilómetros con la promesa de que acabar con el enemigo allí les hará estar más tranquilos en casa.
Ese tipo de cine donde la música grandilocuente, las banderas (curiosamente aquí no se ven) de las barras y estrellas y ensalzar la figura de los héroes, con letras postfilm incluidas que nos narren quienes fueron, o quienes son y qué hicieron que les hace merecedores de toda una película.
Sin embargo, ese cine tan yankee y pro-marines/militares que aquí se ve aun ocultando en la medida de lo posible las barras y estrellas, tiene su lado positivo. Ese que hace que los amantes del cine bélico puro y duro puedan disfrutarlo. Ese que hace que uno disfrute de un rato entretenido gracias a esos mismos ingredientes mencionados. Esa música grandilocuente mezcla entre lo bélico y lo heroico, esa pose de cowboys que aquí queda justificada.
No vamos a comparar a 12 valientes con "Misión de Audaces" porque perdería con goleada. Ni siquiera la compararemos con otro cine sobre la Guerra de Afganistán o la de Irak, cine que tiene buenas películas pero al que le cuesta hacerse notar y llegar al notable. En cualquier comparativa, el pelotón de Hemsworth saldría perdiendo aunque fuera por la mínima.
Simplemente constataremos lo que es "12 valientes", un entretenimiento que nos muestra una historia desconocida por muchos sobre los inicios de la Guerra de Afganistán. Como clase de historia es un tanto escueta, como cine bélico-aventurero es una película conseguida, que cumple su función.
Y, por si fuera poco, ¿qué más podemos pedir a un cine patriótico y heroico que una carga de caballería? Da igual que hablemos del Cid Campeador, de John Wayne y de los suyos o de Errol Flynn bien sea como Custer o en Crimea... toda carga de caballería es heroica por naturaleza, por absurda que pueda ser. Y eso hace que "12 valientes" tenga algo de exótico, algo de Western y, sobretodo, que consiga que el heroismo le siente tan bien. Por si fuera poco, la película no abusa de enseñarnos lo que acontece en el hogar de los guerreros durante su ausencia, a pesar de que el primer cuarto de hora de la película pueda llevarnos a pensar en un drama tedioso.
Nota: 6
Lo Mejor: Una carga de caballería y los ingredientes necesarios para entretener al público
Lo Peor: Que no se pueda ocultar su condición de cine pro-yankee.
Porque no nos engañemos. Este título desnuda las torpezas propias del cine más americano. Ese que quien le tenga tirria hará que la película le produzca sarpullidos. Lógico cuando se juntan los ingredientes típicos de este tipo de cine. Gente en paz capaz de dejar a la familia en casa para ir a combatir a miles de kilómetros con la promesa de que acabar con el enemigo allí les hará estar más tranquilos en casa.
Ese tipo de cine donde la música grandilocuente, las banderas (curiosamente aquí no se ven) de las barras y estrellas y ensalzar la figura de los héroes, con letras postfilm incluidas que nos narren quienes fueron, o quienes son y qué hicieron que les hace merecedores de toda una película.
Sin embargo, ese cine tan yankee y pro-marines/militares que aquí se ve aun ocultando en la medida de lo posible las barras y estrellas, tiene su lado positivo. Ese que hace que los amantes del cine bélico puro y duro puedan disfrutarlo. Ese que hace que uno disfrute de un rato entretenido gracias a esos mismos ingredientes mencionados. Esa música grandilocuente mezcla entre lo bélico y lo heroico, esa pose de cowboys que aquí queda justificada.
No vamos a comparar a 12 valientes con "Misión de Audaces" porque perdería con goleada. Ni siquiera la compararemos con otro cine sobre la Guerra de Afganistán o la de Irak, cine que tiene buenas películas pero al que le cuesta hacerse notar y llegar al notable. En cualquier comparativa, el pelotón de Hemsworth saldría perdiendo aunque fuera por la mínima.
Simplemente constataremos lo que es "12 valientes", un entretenimiento que nos muestra una historia desconocida por muchos sobre los inicios de la Guerra de Afganistán. Como clase de historia es un tanto escueta, como cine bélico-aventurero es una película conseguida, que cumple su función.
Y, por si fuera poco, ¿qué más podemos pedir a un cine patriótico y heroico que una carga de caballería? Da igual que hablemos del Cid Campeador, de John Wayne y de los suyos o de Errol Flynn bien sea como Custer o en Crimea... toda carga de caballería es heroica por naturaleza, por absurda que pueda ser. Y eso hace que "12 valientes" tenga algo de exótico, algo de Western y, sobretodo, que consiga que el heroismo le siente tan bien. Por si fuera poco, la película no abusa de enseñarnos lo que acontece en el hogar de los guerreros durante su ausencia, a pesar de que el primer cuarto de hora de la película pueda llevarnos a pensar en un drama tedioso.
Nota: 6
Lo Mejor: Una carga de caballería y los ingredientes necesarios para entretener al público
Lo Peor: Que no se pueda ocultar su condición de cine pro-yankee.
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