Tras largo tiempo anclado en la pereza por arrancar la miniserie (he de reconocer que soy de ver películas antes que series), por fin me digné en conseguir y ver "Hijos del tercer Reich", obra de la que tan bien se hablaba dentro del cine bélico moderno y que, por lógica, debía ser visualizada y analizada por este blog.
La miniserie alemana viene a ser, si tiramos por lo básico, lo que Hermanos de Sangre suponía al cine norteamericano. Sin embargo aquí tenemos solo tres capítulos. Largos, sí, pero solo tres (de hora y media), lo que nos deja en total cuatro horas y media, por las 10 horas que suponía la producción de Spielberg, Hanks y Cía.
Lo bueno de estas tres partes es que se dividen perfectamentte en función de la moral que imperaba en aquel momento. Una primera parte es dedicada a los cinco protagonistas del relato y sus ilusiones con la guerra que Alemania ha iniciado y pretenden ganar... "En navidad estaremos de vuelta", una de esas teorías que desconozco si tras no haber invadido aún Gran Bretaña, y con los soviéticos al otro lado en el Este verdaderamente creían los alemanes, o es pura ficción para dramatizar aún más el asunto. Pero que 20 años antes no consiguieran ni llegar a París no era buena señal.
La segunda parte se inicia con el comienzo del fin. Las primeras derrotas, quedarse a las puertas de Moscú para después ir rumbo a ninguna parte o a la perdición absoluta; y una tercera parte donde ya es directamente un "sálvese quien pueda" con Alemania hecha trizas, el Reich de los mil años hundido en la miseria y los jóvenes alemanes, perdidos sin rumbo alguno.
Cinco frentes
Bien, con las bases definidas toca hablar de los aspectos positivos de la serie. En el ámbito bélico está muy lograda, los combates contra los soviéticos tienen momentos realmente espectaculares y duros. Al mismo tiempo que no se esconde en esa barbarie que supuso ir diezmando poblaciones (no ya únicamente el holocausto judío).
También está muy bien querer abarcar los distintos frentes que podía tener la guerra, desde un judío traicionado y enviado al matadero que logra escapar uniéndose a partisanos polacos que odian igualmente a los judíos. Una mujer que hace todo lo necesario para llegar a ser una gran cantante, aunque ello la rompa por dentro. Ahí se nos enseña la parte del espectáculo en el frente, aunque quizás se eche en falta (eso sí que está totalmente ausente) conocer los bombardeos a Alemania, algo que no se enseña.
Después tenemos a los dos soldados en el frente. El líder que acabará trastocado y enviado a un batallón de castigo (como el que contaban las novelas de Sven Hassel) y su hermano, que pasa de ser el cobarde que nadie querría tener a su lado en el combate a ser un hombre desalmado, sin sentimientos, capaz de obedecer y al que le importa ya poco su vida, cada día que pasa puede llegar a ser el último... hasta convertirse en todo un veterano de guerra. Por último, una enfermera que nos enseñará los trapos sucios que había en ese mundillo, como el de tener enfermeras soviéticas colaborando (que serían posteriormente castigadas por el Ejército rojo).
¿Y lo negativo? Podríamos ponernos un poco quisquillosos con ciertas casualidades de la vida que se justifican aquí para que los personajes vayan cambiando el chip. Que un judío perdido por Polonia acabe encontrándose en una escaramuza con un viejo amigo, que posteriormente se tope con el oficial alemán que le envió al matadero y ahora trabaja para el ejército americano habiéndose negado a suicidarse intentando sobrevivir y borrar las huellas del pasado.
Tampoco son demasiadas cosas. Quizás una historia de amor que no termina de ser tal y poco construida y ese detalle de algunas casualidades un tanto excesivas choquen. Es lógico que de 5 personajes alguno (no diré cuales) le tiene que tocar morir, y otros sobrevivir, sobretodo cuando hablamos de dos enviados a un frente donde la mayoría murieron o fueron hechos prisioneros de los soviéticos y uno que al ser judío iba camino de Auswitch.
Lo que queda es una notable miniserie muy trabajada de un director (Philip Kadelbach) que no ha vuelto a hacer una obra ni la mitad de reconocida que esa, con buenas interpretaciones y que no tiene que envidiar (si bien es claramente inferior) a la joya de "Hermanos de sangre". Está patente el derrotismo y expiación que desprende la obra al ser dirigida tantos años después habiendo asimilado claramente la culpabilidad del III Reich y una derrota tan dolorosa.
Muy recomendable para quien le gusten las series (o al menos las miniseries) y, sobretodo, aquellos que disfruten (como es el caso) con el Frente Este, aquel que el cine americano vagamente ha tocado por motivos obvios (no ser los jefes del cotarro, la guerra fría contra el comunismo...) pero que algunas obras tanto alemanas como soviéticas han mostrado como uno de los frentes más salvajes y sangrientos de la contienda.
Nota: 8/10
Lo Mejor: Dividir en tres partes bien marcadas y el frente soviético
Lo Peor: Quizás muy suave en algunos aspectos, autocomplaciente
La miniserie alemana viene a ser, si tiramos por lo básico, lo que Hermanos de Sangre suponía al cine norteamericano. Sin embargo aquí tenemos solo tres capítulos. Largos, sí, pero solo tres (de hora y media), lo que nos deja en total cuatro horas y media, por las 10 horas que suponía la producción de Spielberg, Hanks y Cía.
Lo bueno de estas tres partes es que se dividen perfectamentte en función de la moral que imperaba en aquel momento. Una primera parte es dedicada a los cinco protagonistas del relato y sus ilusiones con la guerra que Alemania ha iniciado y pretenden ganar... "En navidad estaremos de vuelta", una de esas teorías que desconozco si tras no haber invadido aún Gran Bretaña, y con los soviéticos al otro lado en el Este verdaderamente creían los alemanes, o es pura ficción para dramatizar aún más el asunto. Pero que 20 años antes no consiguieran ni llegar a París no era buena señal.
La segunda parte se inicia con el comienzo del fin. Las primeras derrotas, quedarse a las puertas de Moscú para después ir rumbo a ninguna parte o a la perdición absoluta; y una tercera parte donde ya es directamente un "sálvese quien pueda" con Alemania hecha trizas, el Reich de los mil años hundido en la miseria y los jóvenes alemanes, perdidos sin rumbo alguno.
Cinco frentes
Bien, con las bases definidas toca hablar de los aspectos positivos de la serie. En el ámbito bélico está muy lograda, los combates contra los soviéticos tienen momentos realmente espectaculares y duros. Al mismo tiempo que no se esconde en esa barbarie que supuso ir diezmando poblaciones (no ya únicamente el holocausto judío).
También está muy bien querer abarcar los distintos frentes que podía tener la guerra, desde un judío traicionado y enviado al matadero que logra escapar uniéndose a partisanos polacos que odian igualmente a los judíos. Una mujer que hace todo lo necesario para llegar a ser una gran cantante, aunque ello la rompa por dentro. Ahí se nos enseña la parte del espectáculo en el frente, aunque quizás se eche en falta (eso sí que está totalmente ausente) conocer los bombardeos a Alemania, algo que no se enseña.
Después tenemos a los dos soldados en el frente. El líder que acabará trastocado y enviado a un batallón de castigo (como el que contaban las novelas de Sven Hassel) y su hermano, que pasa de ser el cobarde que nadie querría tener a su lado en el combate a ser un hombre desalmado, sin sentimientos, capaz de obedecer y al que le importa ya poco su vida, cada día que pasa puede llegar a ser el último... hasta convertirse en todo un veterano de guerra. Por último, una enfermera que nos enseñará los trapos sucios que había en ese mundillo, como el de tener enfermeras soviéticas colaborando (que serían posteriormente castigadas por el Ejército rojo).
¿Y lo negativo? Podríamos ponernos un poco quisquillosos con ciertas casualidades de la vida que se justifican aquí para que los personajes vayan cambiando el chip. Que un judío perdido por Polonia acabe encontrándose en una escaramuza con un viejo amigo, que posteriormente se tope con el oficial alemán que le envió al matadero y ahora trabaja para el ejército americano habiéndose negado a suicidarse intentando sobrevivir y borrar las huellas del pasado.
Tampoco son demasiadas cosas. Quizás una historia de amor que no termina de ser tal y poco construida y ese detalle de algunas casualidades un tanto excesivas choquen. Es lógico que de 5 personajes alguno (no diré cuales) le tiene que tocar morir, y otros sobrevivir, sobretodo cuando hablamos de dos enviados a un frente donde la mayoría murieron o fueron hechos prisioneros de los soviéticos y uno que al ser judío iba camino de Auswitch.
Lo que queda es una notable miniserie muy trabajada de un director (Philip Kadelbach) que no ha vuelto a hacer una obra ni la mitad de reconocida que esa, con buenas interpretaciones y que no tiene que envidiar (si bien es claramente inferior) a la joya de "Hermanos de sangre". Está patente el derrotismo y expiación que desprende la obra al ser dirigida tantos años después habiendo asimilado claramente la culpabilidad del III Reich y una derrota tan dolorosa.
Muy recomendable para quien le gusten las series (o al menos las miniseries) y, sobretodo, aquellos que disfruten (como es el caso) con el Frente Este, aquel que el cine americano vagamente ha tocado por motivos obvios (no ser los jefes del cotarro, la guerra fría contra el comunismo...) pero que algunas obras tanto alemanas como soviéticas han mostrado como uno de los frentes más salvajes y sangrientos de la contienda.
Nota: 8/10
Lo Mejor: Dividir en tres partes bien marcadas y el frente soviético
Lo Peor: Quizás muy suave en algunos aspectos, autocomplaciente
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