Decepción. Esa es la palabra que uno siente cuando un proyecto esperado desde hace tiempo ve la luz y pasa con bastante más pena que gloria por la pantalla. Una gloria bien escasa, inexistente, debido a un film (War Machine) que acaba siendo aburrido en su nudo y no levanta el vuelo en la parte final.
No culparé a Brad Pitt de un papel bien logrado, claramente lo mejor del film. Pero a la media hora ya has visto todo de su personaje y el resto es repetir muecas para tapar un guión un tanto flojo. No en lo que nos vende o quiere contar, que es bastante interesante, si no en las formas.
Con un arranque típico de las comedias del Siglo XXI donde se nos quiere contar en voz en Off todo lo que vemos, y que es de lo más interesante del film, al poco rato uno se da cuenta de que no está cuajando la película. Se supone que si le pusiéramos a "Máquina de guerra" una etiqueta, esta debiera ser la de comedia, que intentan en más de una ocasión pero sin buen resultado.
Apenas un par de bromas acaban sacando una sonrisa (que no la risa) a lo largo del film. Y como film político, como sátira bélica que es, la película también patina. Lo hace porque no termina de entretener lo más mínimo. El mensaje está ahí, y era una buena base para arrancar el film. Pero solo con el mensaje no debiera bastar para hacer una buena película.
Con un guión que parece hecho a desgana, sin pizca de gracia, la película se autocondena al fracaso más absoluto. Ni un buen o correcto Brad Pitt puede levantar un proyecto fallido desde bien pronto. Tras el mencionado arranque la película en su nudo, donde debiera tener la chicha necesaria para entretenernos y llevarnos a alguna parte, se pierde por el periplo europeo de los personajes.
Para colmo se remata con unos minutos finales que no casan con lo anterior. Que se llegue a ver contienda bélica cuando la película parecía ir por otros derroteros, no casa. Como no casan unas cuantas cosas de un proyecto donde Netflix vuelve a demostrar la necesidad de mejorar en sus largometrajes.
Eso sí, un cameo en los minutos finales (hasta aquí puedo leer) logró sacar la sonrisa de quien escribe estas líneas. Pero tener que esperar dos horas para un par de momentos de satisfacción no justifican el largometraje, ni mucho menos la eterna espera de un proyecto al que ha costado ver la luz, y que quedará sepultado en la filmografía de Brad Pitt.
Nota: 3
Lo Mejor: El personaje de Pitt, y un cameo
Lo Peor: Acabas engullido por el sofá del aburrimiento
No culparé a Brad Pitt de un papel bien logrado, claramente lo mejor del film. Pero a la media hora ya has visto todo de su personaje y el resto es repetir muecas para tapar un guión un tanto flojo. No en lo que nos vende o quiere contar, que es bastante interesante, si no en las formas.
Con un arranque típico de las comedias del Siglo XXI donde se nos quiere contar en voz en Off todo lo que vemos, y que es de lo más interesante del film, al poco rato uno se da cuenta de que no está cuajando la película. Se supone que si le pusiéramos a "Máquina de guerra" una etiqueta, esta debiera ser la de comedia, que intentan en más de una ocasión pero sin buen resultado.
Apenas un par de bromas acaban sacando una sonrisa (que no la risa) a lo largo del film. Y como film político, como sátira bélica que es, la película también patina. Lo hace porque no termina de entretener lo más mínimo. El mensaje está ahí, y era una buena base para arrancar el film. Pero solo con el mensaje no debiera bastar para hacer una buena película.
Con un guión que parece hecho a desgana, sin pizca de gracia, la película se autocondena al fracaso más absoluto. Ni un buen o correcto Brad Pitt puede levantar un proyecto fallido desde bien pronto. Tras el mencionado arranque la película en su nudo, donde debiera tener la chicha necesaria para entretenernos y llevarnos a alguna parte, se pierde por el periplo europeo de los personajes.
Para colmo se remata con unos minutos finales que no casan con lo anterior. Que se llegue a ver contienda bélica cuando la película parecía ir por otros derroteros, no casa. Como no casan unas cuantas cosas de un proyecto donde Netflix vuelve a demostrar la necesidad de mejorar en sus largometrajes.
Eso sí, un cameo en los minutos finales (hasta aquí puedo leer) logró sacar la sonrisa de quien escribe estas líneas. Pero tener que esperar dos horas para un par de momentos de satisfacción no justifican el largometraje, ni mucho menos la eterna espera de un proyecto al que ha costado ver la luz, y que quedará sepultado en la filmografía de Brad Pitt.
Nota: 3
Lo Mejor: El personaje de Pitt, y un cameo
Lo Peor: Acabas engullido por el sofá del aburrimiento
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