La tierra de nadie es esa zona ubicada entre dos trincheras enemigas. Ese terreno que no pertenece a ninguno de los dos bandos, y donde quedaban olvidados a su suerte los soldados heridos en combate. También era donde se enviaba durante la I Guerra Mundial a condenados a muerte.
"Castillo de arena" (Sand Castle) te deja esa inevitable sensación de haberse quedado ahí, en un terreno sin dueño alguno, abandonada a su suerte, sin lograr enganchar al espectador. Y no tenía malos mimbres, comenzando por un director brasileño que podía dar cierta neutralidad a las imágenes. Pero Coimbra no acaba de alzar el vuelo.
Corren unos tiempos donde el cine bélico parece estancado cara a la crítica a la necesidad de ser moralista. Influye, y mucho, que ninguna de las guerras actuales, más cercanas al fracaso que fue Vietnam que a las guerras mundiales, invita a cargarse el petate a cuestas con un "Boinas verdes" de turno. El cine clásico de buenos y malos, el de las hazañas bélicas, está cerca de la extinción, y en parte es una pena.
Sobretodo cuando no acabas de tocar la fibra. Lejos de contarnos batallitas, "Castillo de Arena" es un film sobrio, equilibrado por momentos, pero sin nada que esté a la altura de ese primer par de minutos que pueden mostrarnos las pocas ganas de combatir de su protagonista. Al final del film no acaba del todo claro si nos están enseñando el horror de la guerra o simplemente nos quiere contar unos hechos acontecidos en Irak.
El caso es que por un motivo u otro la casa queda sin barrer. Coimbra se limita a ser excesivamente plano en la planificación, que todo acaba cogiendo cierto aroma a telefilm más que a una película con todas las letras. Quizás tenga parte de culpa el tratarse de un film lanzado directamente en Streaming. Pero queda con esa suficiente poca chicha que invitaría a no pagar una entrada por ella.
Tampoco seré cruel con el film. Lejos de la gran mayoría de films bélicos de los últimos tiempos, y lejos de lo que me esperaba del film, no es el entretenimiento que podía ser, pero tampoco es una mala película, para nada. Simplemente, no toca, no se siente lo suficiente... ni será recordada ni siquiera como una de esas numerosas películas del género entretenidas que pueden ser recordadas por los más fans.
Y eso, para alguien que ha mamado del género bélico desde pequeño, deja a Coimbra en mal lugar, y a su "Castillo de arena" directamente roto por los suelos. Lo dicho, en tierra de nadie.
Nota: 5
Lo Mejor: Que no es mala, y no aburre
Lo Peor: no engancharía a nadie que no le guste un mínimo el género.
"Castillo de arena" (Sand Castle) te deja esa inevitable sensación de haberse quedado ahí, en un terreno sin dueño alguno, abandonada a su suerte, sin lograr enganchar al espectador. Y no tenía malos mimbres, comenzando por un director brasileño que podía dar cierta neutralidad a las imágenes. Pero Coimbra no acaba de alzar el vuelo.
Corren unos tiempos donde el cine bélico parece estancado cara a la crítica a la necesidad de ser moralista. Influye, y mucho, que ninguna de las guerras actuales, más cercanas al fracaso que fue Vietnam que a las guerras mundiales, invita a cargarse el petate a cuestas con un "Boinas verdes" de turno. El cine clásico de buenos y malos, el de las hazañas bélicas, está cerca de la extinción, y en parte es una pena.
Sobretodo cuando no acabas de tocar la fibra. Lejos de contarnos batallitas, "Castillo de Arena" es un film sobrio, equilibrado por momentos, pero sin nada que esté a la altura de ese primer par de minutos que pueden mostrarnos las pocas ganas de combatir de su protagonista. Al final del film no acaba del todo claro si nos están enseñando el horror de la guerra o simplemente nos quiere contar unos hechos acontecidos en Irak.
El caso es que por un motivo u otro la casa queda sin barrer. Coimbra se limita a ser excesivamente plano en la planificación, que todo acaba cogiendo cierto aroma a telefilm más que a una película con todas las letras. Quizás tenga parte de culpa el tratarse de un film lanzado directamente en Streaming. Pero queda con esa suficiente poca chicha que invitaría a no pagar una entrada por ella.
Tampoco seré cruel con el film. Lejos de la gran mayoría de films bélicos de los últimos tiempos, y lejos de lo que me esperaba del film, no es el entretenimiento que podía ser, pero tampoco es una mala película, para nada. Simplemente, no toca, no se siente lo suficiente... ni será recordada ni siquiera como una de esas numerosas películas del género entretenidas que pueden ser recordadas por los más fans.
Y eso, para alguien que ha mamado del género bélico desde pequeño, deja a Coimbra en mal lugar, y a su "Castillo de arena" directamente roto por los suelos. Lo dicho, en tierra de nadie.
Nota: 5
Lo Mejor: Que no es mala, y no aburre
Lo Peor: no engancharía a nadie que no le guste un mínimo el género.
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