Samuel Fuller fue un director que no tuvo nunca el reconocimiento de Hollywood y que estuvo nadando a menudo a contracorriente con films de bajo presupuesto. Ex soldado y obsesionado con las contiendas bélicas, quizás fue uno de los pioneros en no suavizar los horrores de la guerra y, a pesar de lo ajustadas económicamente que solían ser sus obras, se labró carrera entre el género bélico y el Western.
Había hecho dos modestos films del Oeste cuando en 1951 fue el primero en ofrecernos un film bélico sobre la olvidada guerra de Corea. "Casco de acero" es una de las dos obras más reconocidas sobre el conflicto (para curiosos; la otra es "La colina de los diablos de acero") que no fue cinematográficamente famoso y quedó sepultado entre las dos guerras que más movilizaron a los USA (IIGM y Vietnam).
Ese film de bajo presupuesto que arrancaba con un potente plano y concluía con cierta amargura, marcaría el devenir de su carrera como director. Los buenos pueden ganar, pero el coste de vidas generalmente es elevado, incluyendo en muchas de ellas alguno de esos actores que te acaba cayendo bien y no quieres que caiga. No tenía piedad, porque la guerra no la tenía.
Ese film le abriría las puertas a mejores presupuestos. Curiosamente, el mismo 1951 realizaría "A bayoneta calada", otro film sobre la guerra de Corea que a pesar de resultar interesante chirría más que su antecesor. El aumento de presupuesto no había sentado bien a su obra. Pero él seguiría con irregular ritmo, alternando obras con algo más de margen presupuestario con otras menores.
Para los amantes del género bélico ha sido un director de prestigio, reconocido. E incluso en el libro "100 mejores películas bélicas"tuvo tres de sus films incluidos. Al mencionado "Casco de acero" tocaría añadir "Invasión en Birmania" o su obra cumbre (por llamarla de algún modo), "Uno rojo: División de choque". Sin embargo personalmente, si bien estas tres obras son de lo mejor de su filmografía y están logradas, distan mucho de ser obras reconocidas del género bélico, habiendo un puñado mejores.
Además de esos films flirteó con la guerra en "Verbotten", donde se nos mostraban las postrimerías de la II Guerra Mundial en Alemania y en dos films donde el comunismo era al 100% el enemigo, la quasiapocalíptica y con mucho mensaje (pero a la vez irregular) "El diablo de las aguas turbias", como una de las primeras películas dedicadas a la guerra de Vietnam: "El Corredor hacia China". Precisamente, de éste film trata el texto de hoy, en el que he aprovechado para hablar y rendir tributo a un director reconocido dentro del género.
El Corredor hacia China
"China Gate" (en su versión original) es un film de Fuller que nos muestra los inicios de la guerra de Vietnam, cuando en ella los que combatían era (sorpresa!) los franceses, y la Legión extranjera cobraba importancia. En el film se nos muestra la historia de una mujer de familia china pero sin rasgos asiáticos (interpretada por Angie Dickinson), madre soltera de un niño chino que su padre, un soldado norteamericano, no quiso aceptar. A ambos se les propone una peligrosa misión con la recompensa de que el niño pueda lograr el visado a EEUU y salga del infierno.
Nuevamente un tópico de Fuller, el de los niños en la guerra que ya habíamos visto en su primera obra, "Casco de acero". Lástima que la época y las necesidades de presupuesto empañaran una interesante (sobre el papel) historia bélica con un mensaje constante (sobretodo al inicio) de que el enemigo es comunista, y que Moscú está detrás de todo. En un claro llamamiento, quizás, a que EEUU tomara cartas en el asunto. Algo que posteriormente harían para desgracia de miles de jóvenes americanos.
Las secuencias bélicas, por desgracia, no son lo logradas que se podía esperar. Una vez más la falta alarmante de presupuesto dejaba el film cojo en algunos momentos. Y esa jungla que perfectamente se podía haber rodado en los mismos parajes americanos donde se rodó la notable "Objetivo: Birmania" una década atrás, quedaba como lo poco real de unos decorados justitos.
El film, por lo tanto, no merece llegar al aprobado. Son muchas las lagunas que lo empañan. Sin embargo la mano de Fuller se deja notar en algunos planos. Desde ese inicio con el niño escondiendo a un perro, pasando por la relación del soldado americano con respecto al niño. Pero sin duda hay dos secuencias que llaman la atención por lo logradas que están.
La primera de ellas, cuando logran sobrepasar por río una aldea enemiga mientras los soldados que la defienden están entretenidos viendo como Dickinson canta la Marsellesa. Bajo ese himno y en un sensacional travelling la legión extranjera logra pasar por detrás de la aldea sin ser vistos, en silencio. La otra secuencia a mencionar es la última del film, que no me gustaría destripar por si alguno se interesa en ver la película.
En esa última secuencia se ve como Fuller era muy bueno a la hora de hacer encuadres. Al igual que a la hora de mostrarnos las consecuencias de la guerra. Pero, como en muchos otros films, las prisas del rodaje, unas historias poco logradas y el bajo presupuesto dejan al film en una clara Serie B que no hace justicia a la belleza de algunos momentos de lucidez que sí que hay en el film. Eso y que Fuller siempre se interesó por las relaciones personales en sus películas, dotando de profundidad a algunos de sus personajes, algo inusual en muchos films modestos de la época.
A pesar de ello, "Corredor hacia China" no logra salvarse de sus limitaciones y errores, pero resulta una obra interesante, pues trata la Guerra de Vietnam desde Hollywood antes de que los norteamericanos entrasen en la misma. Aunque el mensaje, lógicamente, no sea otro que el de ayudar a los hermanos franceses, una vez más, en la lucha común contra el comunismo.
*Como curiosidad, uno de los primeros papeles de Lee Van Cleef, haciendo de oficial comunista.
Nota: 4,5
Lo Mejor: La profundidad en el alma de las personas y algunos encuadres muy logrados
Lo Peor: Que la película no sea, al final, nada más que un vulgar intento de entretenimiento poco logrado
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