Cuando Wellman voló bajo

William A. Wellman pasó a la historia por ser el director del primer film galardonado con el Oscar. Corría el año 1927 cuando se estrenó "Alas", único film 100% mudo que se ha llevado el premio. Ya entonces se pudo contemplar la afición del director por la aviación, temática que repetiría en numerosas ocasiones.

Una de ellas fue en "Thunder Birds", película poco reconocida y de las más flojas de la carrera del director. Víctima, en toda regla, de la época en la que fue realizada. Se trata de un film de 1942, por lo que fue realizado menos de 1 año después de lo acontecido en Pearl Harbor, y el cine americano se dedicó a hacer films bélicos como churros, todos ellos con la obligada etiqueta de la propaganda.


No cabe la menor duda de que de aquellos años "difíciles" llegaron algunos clásicos que aun perduran en las hemerotecas bélicas, otros clásicos que si bien no son tan recordados son notables films. Y por último, una larga lista de películas más o menos interesantes pero que llegan a ser prescindibles. Sin duda alguna, estamos ante una de esas.

Cuesta creer que un director que en 1927 logró un excelente realismo de secuencias bélicas se conformase con las tres o cuatro secuencias aéreas de poco fuste que tiene "Thunder Birds". Sin duda alguna lo que debía ser el plato fuerte del film queda diluido, y todo resulta al final una excusa para contar un amor a tres bandas y la moralina patriótica de fondo.

Con Gene Tierney (belleza del momento) como reclamo, los 78 minutos que dura el film comienzan y terminan con imágenes de la escuela de aviación "Thunder Birds" que se encarga de formar a los aviadores belicoseros del futuro. También dichos momentos se aprovechan para vender que ahí entrenan además de americanos, aliados chinos y británicos, con clara muestra de que el enemigo común es Japón (aunque a diferencia de otros films de la época, aquí se menciona abiertamente también a la Alemania Nazi).

La historia de amor a tres bandas entre instructor jefe, británico que quiere volar y tiene miedo y la chica guapa de turno acapara completamente el film hasta, como he mencionado, desaparecer cualquier rastro de tensión en las secuencias aéreas. Un clímax de dos minutos rodado de una forma algo torpe lastra el final del film, que solo se salva porque la historia romántica, a pesar de ser muy simple y de la época, no acaba por aburrir. La corta duración del film también ayuda.

Pero, en definitiva, la película es una muestra de que incluso buenos directores sucumbieron a hacer films patrióticos por cuatro dólares a pesar de que la calidad de dichos films diste mucho de la de la gran mayoría de su filmografía. Film prescindible donde los haya que, además, no cuenta con ninguna secuencia bélica a pesar de ser enmarcada dentro del género.

Nota: 4/10

Lo Mejor: Que no aburre
Lo Peor: De Wellman se esperaba bastante más en las secuencias aéreas.

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