Los 31 del patíbulo (Silmido)

Entre 1968 y 1971 en una isla de Corea del Sur llamada Silmido, un grupo de ex presidiarios condenados a muerte y a largas penas fue entrenado para ser perfectas máquinas de matar. El objetivo de dicho grupo no era otro que cortarle la cabeza a Kim Il Sung, líder de Corea del Norte. Sin embargo, dicha operación nunca vería la luz.

En 1971 en Corea del Sur, un grupo de soldados que fueron denominados en su momento como comunistas enviados por los norcoreanos sembró el terror en el país hasta llegar a plantarse en la capital del mismo, donde fueron abatidos. Se desconoció la historia real -o parte de ella- durante gran tiempo, y se sigue sin aclarar los motivos de dicho acontecimiento.


Con la realidad-ficción jugaría, muchos años más tarde el director de cine surcoreano Kang Woo-Suk, que realizaría en 2005 el film "Silmido", al que, como han adivinado, pertenece el texto de hoy. Película no muy conocida (aunque cuenta con 415 votos en filmaffinity) y que pretende narrar lo que sucedió en aquellos días.

No obstante, cabe aclarar que el film nos instruye, al principio, avisándonos que pretende rendir tributo a los 31 hombres que estuvieron en aquella isla y a sus instructores; pero que ni los nombres, ni los acontecimientos del film debieron suceder estrictamente así. Es decir, con tanto secretismo puede que el director y guionistas del film intentaran mostrar una "versión" de los hechos que quizás no sea al 100% la acontecida.

Pero tendremos que creérnosla, a pesar de algunas dudas que surge el visionado de la última media hora de metraje, donde todo se vuelve bastante confuso no solo para los protagonistas, y donde se nos enseñará que, en efecto, fueron creados como máquinas de matar.

La película camina hasta entonces con paso firme, con la incertidumbre de ver si se vería algo más que el entrenamiento. Los hechos históricos yo los desconocía antes de ver la película -de hecho clickando en Silmido no aparece demasiado por internet y mucho hace mención a la película que dio a conocer la historia al mundo.

Se nos muestra el duro entrenamiento al que fueron enviados dichos presos que, como en los "Doce del patíbulo" de Aldrich (curiosidades de la vida, film de 1967 un año antes de que a los surcoreanos se les ocurriera implantar la idea). Se les propuso morir o tener una vía de escape, y lógicamente los presos decidieron jugarse la vida por una mínima opción que tuvieran.

Abocados a entrenarse y a aprender a convivir para una misión suicida son entrenados para poder cumplir un objetivo que se presuponía quimérico. De hecho, aunque no se sepan los acontecimientos, se sabe que Kim Il Sung no murió en 1971, por lo que uno puede hacerse a la idea de que la operación sale por la culata.

La película de Kang Woo-Suk es un relato ficticio que rinde homenaje a los caídos, y en cierto modo acusa con el dedo al Gobierno surcoreano de la época, que dejó que todo ello sucediera. Hombres que perdieron su nombre y después su honor para que tuviera un film que rescatarlos del injusto olvido. Ellos iban a dar sus vidas por su país, y nadie lo supo.

Al final, queda un relato entretenido, que está realmente lejos de la gloria de los 12 de Aldrich -ni pretenden suplantarlos estos 31- e incluso del interés, y nos queda un film donde la parte de los entrenamientos resulta interesante a pesar de estar muchas veces visto algo parecido. No llega a ser un film bélico -aviso a quienes busquen una de hazañas bélicas-, pero merece la pena verlo, cuanto menos por saber algo más sobre Silmido y sus 31 del patíbulo. Y algo más sobre el cine coreano.

Nota: 6,25 /10

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