NO SIN MI PADRE!

El cine bélico está repleto de actos heroicos. Pero pocos son tan "emotivos", por decirlo de algún modo, como aquellos en los que son los más jóvenes los encargados de hacer las cosas. De defender la patria o de rescatar al padre de turno. Cualquier excusa es buena para hacer de ella una película.

Ya lo hizo el alemán Bernhard Wicky cuando realizó allá por los años 50 su obra maestra: "El Puente". Nunca un film se ha acercado tanto como ese a la absurdidad del niño soldado. Sin embargo no estoy en este tema para hablar de esa joya escondida, si no de otras películas con argumentos inverosímiles que no pasan de ser de sobremesa.


Si hay un film reconocido mundialmente donde el hijo de turno tiene que rescatar a papá ese es "Águila de acero". Saga de hasta cuatro películas, cada cual peor -aunque la palma posiblemente se la lleve la tercera- donde la primera aun se dejaba ver.

Con telón de fondo en Irak o algún país árabe, y un padre hecho prisionero en zona enemiga. Será su hijo quien con ayuda de un mayor del ejército aéreo quien idee un plan de rescate. Reirse de todo un ejército supuestamente organizado por parte de un chaval con ganas de coger un avión... no tiene precio.

Pero no es el único rescate a la vista. La saga de Iron Eagle se iniciaba en 1986 y apenas dos años después un joven Kevin Dillon protagonizaba una de las películas más olvidadas y olvidables y que aun eran más difíciles de creer en "El rescate" (1988).

Corea del Norte era el país escogido, una serie de Navy Seals especializados a más no poder en hacer misiones peligrosas y salir vivos concluye con éxito una misión pero son hechos prisioneros. El gobierno de los EEUU no quiere saber nada. ¿Adivinan quienes harán la labor sucia? En efecto, los propios hijos de esos padrazos Seals serán los encargados de elaborar el plan de rescate.

Madre Patria

Aunque no se trata de jóvenes rescatando a padres propiamente dicho hay otros films donde los jóvenes son los héroes necesarios para combatir en tiempo de guerra. Ahí toca destacar sin lugar a dudas a "Amanecer rojo" (1986), esa joya de John Millius que se pasó tres pueblos al hacer creer que los soviéticos invadían EEUU. Peor aún, ayudados por los cubanos, que eran los auténticos villanos del film.

Hace escasos años Red Dawn tuvo un remake que no llegó a tener reconocimiento aquí. No cabe la menor duda de que no era ninguna película memorable, pero el tiempo la ha colocado en un lugar destacado. Es de esas frikadas que se recuerdan. A lo que ayudó tener a Patrick Swayze o Charlie Sheen. En la versión nueva tenemos al mismísimo Chris Hemsworth.

En los 80 se dio carta blanca a la juventud. Ahí triunfaron films con actores jóvenes como pudiera ser "Gremlins", "Karate Kid" o "Juegos de Guerra". Es por ello que en esa época nos encontramos los films mencionados. En 1991, aun a cobijo de estas películas nos encontramos con "Operación soldados de juguete" (Toy soldiers) con Sean Astin mucho antes de acompañar a Frodo en "El señor de los anillos", con Louis Gosset Jr (Águila de Acero) y el mismísimo R.Lee Ermey (La Chaqueta metálica).

El resultado de la ecuación era bastante interesante dentro de un argumento también inverosímil. Secuestran a un grupo de estudiantes de un colegio y son los propios estudiantes los que deben ser los héroes de turno y librar la batalla por su liberación.

Dentro de los últimos años también tenemos algún ejemplo de ello. "Mañana, cuando la guerra empiece", no es sino un libro con posterior película que viene a emular descaradamente a lo propuesto en "Amanecer rojo". De la noche a la mañana alguien inicia una guerra y serán los más jóvenes los que, una vez agrupados lejos de la ciudad realicen la guerra de guerrillas. Es lo que tiene tener la guerra en casa.

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