La faceta belicosera de James Cagney

Con cara de mala leche y pocos amigos, crack del cine negro durante un tiempo, pero que inevitablemente siempre recordaré en una comediaza del gran Billy Wilder como "uno, dos, tres", James Cagney también tuvo su pequeño periplo por el cine bélico, si bien lo hizo en muchas ocasiones con alguna comedia o título no puramente del género. Aprovechando que este lunes cayó un clásico suyo en la sección #HundirLaFlota, toca rendirle homenaje.

James Cagney no es un actor que muchos recordéis dentro del cine bélico por un motivo obvio: no aparece en ninguna película del género que pueda ser considerada entre las 50 mejores... Ni siquiera creo recordar algún título suyo en ningún libro que verse sobre las 100. Por ello, quizás su papel más logrado en el cine bélico fue en su última aproximación en 1960, cuando protagonizó "Los tigres del mar", película que muestra la batalla de Guadalcanal desde (sobre todo) el punto de vista del Almirante Halsey con un tono prácticamente de documental. 

Precisamente con el mar fue con lo que se estrenó en 1934 en la comedia de aventuras "Here comes de Navy" ("Aquí viene la armada") donde la comedia se mezclaba con el ejército y con la clásica historia romántica donde de protagonista femenina tenemos a Gloria Stuart (la yaya que cuenta su juventud en "Titanic"). Tendría que esperarse a los años de la IIGM para que Cagney volviese a tocar el ejército y lo hizo con uno de los pocos títulos de los años 40 que Hollywood dedicó a la Gran Guerra: "Regimiento heroico" (The fighting 69) que muestra las andanzas del Regimiento 69 de los EEUU durante el conflicto donde estuvo presente el Padre Duffy, reconocida figura en la historia militar de los EEUU.

Ya con la guerra en marcha Cagney no fue a parar a ninguna de las míticas del género que cada año se hacían. En 1942 se enrolaba (cinematográficamente) en las Fuerzas Aéreas de Canadá en "Capitanes de las nubes" donde arranca pilotando una avioneta para atravesar la frontera (recordemos que Canadá era aliada de Gran Bretaña y USA no estaba en el conflicto) para aprender a pilotar aviones de combate y, con ello, atravesar el charco para combatir a los alemanes. Drama aéreo que completa el triplete tierra-mar-aire que no muchos actores tienen.

Ese mismo año llegaba "Yankee Dandy" comedia musical propagandística que, si bien no es bélica, podría quedar enmarcada dentro del cine probélico y destinado a la guerra y a sus bonos de guerra. Ya en 1945 llegaba la que sería su última aportación en plena guerra: "Sangre sobre el sol", un thriller ambientado en el Japón preBélico pero título claramente ligado al esfuerzo de Hollywood de dejar claro cuan ruines y traicioneros eran los japoneses.

Su siguiente largometraje, ya en año postguerra (1946) era "13 rue de la Madeleine" donde Cagney estaba en su salsa, pues la temática de una misión de la Resistencia francesa le venía genial para su típico rol en el cine negro o lo que hoy en día pudiera considerarse thriller. Probablemente estemos ante su mejor aportación en el cine bélico y que era una nueva faceta tras las de alta mar, piloto o soldado en la Gran Guerra.

En los años 50 llegaron dos aportaciones con el sello John Ford, por un lado en el remake de "El precio de la gloria". La original, de Raoul Walsh, es muda, y en 1952 Ford realizó una nueva versión de ese drama bélico, si bien con cierto toque cómico y alejado del combate, muy secundario ya en la trama original y más aún en esta versión más teatralizada; y en 1955 tocaba el turno de "Escala en Hawaii", comedieta donde Cagney volvía a alta mar, aunque esta vez en la II Guerra Mundial junto a un reparto estelar con Henry Fonda y Jack Lemmon.

Por último, y tras un paso cercano a lo bélico con "Luces de rebeldía" (Michael Anderson, 1959), largometraje que tocaba el terrorismo del IRA en 1921, llegaba el turno (en 1960) de "Los tigres del mar", tercera incursión de Cagney en el cine marítimo y última en el cine bélico.

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