Vamos con la primera de ellas: "La gran escapada", que es la última interpretación hasta la fecha del grandísimo Michael Caine y que está disponible en la plataforma Prime Video. Una película basada en hechos reales sobre un anciano que se larga de la Residencia donde vive con su esposa, para llegar a Normandía y rememorar el pasado.
El viaje va contemplándose a la par que breves flashbacks que nos recuerdan al día del desembarco donde una herida sin cicatrizar le come por dentro. Esos brevísimos fragmentos son lo único bélico de un drama con algún tinte cómico muy British. Tampoco se puede pedir más, ya que podrían haberse ahorrado el dinero en esa escena en la playa sin problemas.Pero queda más dramático observar el destino de sus protagonistas contemplando esos breves flashbacks donde, obviamente, no sabremos el desenlace de los mismos hasta no tener todas las piezas. Este será el único misterio de una bienintencionada cinta que no ofrece mucho más.
La escena con los alemanes en un bar, donde se nos muestra la otra cara de la moneda, la de los vencidos que también rinden homenaje a sus amigos perdidos en la batalla, resulta ser la mejor escena (con diferencia) de la producción. Junto a ella, la emotividad de uno de los cementerios en Normandía, pone la nota dramática y el recuerdo de los caídos.Son los platos fuertes de una película que homenajea el Día D sin necesidad de mostrar tripas como hiciera Spielberg. Ello y la siempre interesante puesta en escena de Michael Caine (ya anciano) son los pros de una película que, más allá de ellos y su puesta a punto, no tiene mucho más que ofrecer.
Resulta sencilla, por no decir básica, o digna de telefilm, en todo su acabado. Más allá de la bondadosa apariencia de su propuesta, y auspiciada en los hechos reales "La gran escapada" acaba siendo un sencillo melodrama hecho para el escaso lucimiento de sus protagonistas. Sobre todo, Michael Caine.El amor, que perdura en el tiempo, debería ser protagonista, tal y como muestra la (segunda) espera en el hogar de quien aguarda al héroe que va al combate, pero el rol queda deslucido, alejándonos de lo que de verdad le da chicha a la historia. El querer abarcar varios frentes acaba por darle un toque insípido o anodino a parte de la película. De ello no tiene culpa la inmensa Glenda Jackson, en cuyo papel se desenvuelve muy bien pero queda eclipsado por los acontecimientos.
Como buena película sobre el Día D y Normandía, es cuando la película explora las playas, cementerios y localidades francesas donde más fuerte se hace. Michael Caine brilla en un (pen)último baile y la película acaba mostrándonos la cara desconocida de esos veteranos de guerra. Hasta ahí lo interesante de una aceptable (no sé si tanto como buena) película de sobremesa.
Nota: 5'5
Lo mejor: Michael Caine en Normandía.
Lo peor: Lo poco estimulante que resulta.
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