El pianista (Roman Polanski, 2002)

Hoy toca meternos en el tema del holocausto con "El pianista", título escogido en la sección #HoyEligesTú por delante de otras películas que preseleccioné. Estamos, sin duda, ante una de las tres grandes películas (por fama y premios) sobre la temática, dirigida por Roman Polanski en 2002 y que, además de triunfar en Cannes, se alzó con el Óscar al Mejor Director o al Mejor Actor para el emergente (ahí se quedó) Adrien Brody.

Posiblemente sea una de esas películas que muchos tienen en su cabecera y que no pocos ven superior a "La lista de Schindler", el gran hito sobre la temática y obra maestra de Steven Spielberg. Resultan feas las comparativas, y más cuando se trata de entrar a valorar el título analizado hoy, pero yo me quedo claramente cin la obra spielbergiana, que llegó antes y aportó una crudeza que en "El pianista" volvemos a observar, pero que ya no nos sorprende. Quizás el llegar a posteriori en el tiempo y con un tema que en menos de 10 años trajo "La lista de Schindler" o "La vida es bella" hace que yo no la tenga en tan buena estima.

La sobriedad del papel de Adrien Brody, tímido en las maneras porque así debía ser el personaje, y con esa mirada perdida que, por desgracia, creo que es la única faceta que tiene, hacen que vista con el tiempo no me convenza tanto su interpretación valedora del Óscar. Y eso que era un año que tenía a un inmenso Daniel Day Lewis que era, con diferencia, lo mejor de la ninguneada "Gangs of New York". Pero Brody aparte, que su carrera fue como fue y aún así tiene el honor de  ser el Óscar a Mejor Actor más joven. Lo logró apenas cinco años después del chasco del estreno de "La delgada línea roja", película para la que pensaba que sería protagonista y en cuyo montaje final apenas aparecía 10 minutos y sin casi líneas de guion.

Pero Brody aparte, "El pianista" es una notable película de un director apartado de Hollywood por un tema escabroso y que por ello no fue a recoger su Óscar (no puede pisar suelo americano). El director impone su estilo intentando desmarcarse en lo que puede de Schindler. Aunque aquí no hay pluralismo en el reparto. Si Spielberg sostenía en dos o tres personajes su película, Polanski apenas tiene en el eje a ese pianista que da título a la película y sus peripecias para sobrevivir a la barbarie a la que quedó condenada su familia, camino de un campo de concentración.

Ese demoledor inicio es de los que marcan, con el artista ejerciendo su rol mientras fuera caen las bombas de una Varsovia invadida. La elección de no marchar de su hogar, y la esperanza posterior al escuchar por radio que Gran Bretaña y Francia declaraban la guerra a Alemania se irán desvaneciendo en unos cortes bastante bien lanzados. Los lances temporales rara vez tienen una fecha concreta, pero el tiempo va pasando inexorablemente. Y, con él, la sucesión de hechos macabros a los que vivió la población judía en una Varsovia que recibió por todos lados.

Veremos cómo se les trata en la calle, la esperanza en tener cartilla de trabajo que garantice la vida (o eso parece), el ghetto de Varsovia y como en él se cometían atrocidades, como la de esos fusilados tras ver cómo a un hombre en silla de ruedas se le lanzaba sin miramiento alguno desde un balcón. Otra de esas escenas que quedan en la retina del espectador una vez ven "El pianista". 

La película considero que tiene más fuerza en todos esos sucesos que van aconteciendo poco a poco, que una vez que Brody se queda como única alma en pena de la película. Sin su familia, durante un buen tramo, será la supervivencia pura y dura la protagonista dentro de esa Varsovia casi en ruinas. Únicamente ese petardazo con fecha anunciada para mostrarnos el levantamiento judío en el Ghetto muestra la fuerza de todo el tramo inicial (posteriormente la resistencia polaca realizaría otro con fatales consecuencias con el beneplácito del ejército rojo).

No podemos olvidar al oficial alemán, interpretado por el gran Thomas Kretshmann ("Stalingrado", tanto la alemana como la rusa) como el nuevo punto de inflexión de una película que intenta quitar la respiración pero que no acaba de conseguirlo en exceso (para mi gusto). Aún así pone en el mapa algunos aspectos que faltaban por cubrir tras Schindler o "La vida es bella" más centrados en el campo de exterminio, si bien en la primera sí veremos la vida en el Ghetto aunque previa en fechas a parte de lo narrado por Polanski.

Estamos ante una muy buena película porque la temática y el tono que ofrece un gran director (cuando se ponía) como Polanski tiene la suficiente fuerza para llevarte por delante en algunos tramos de la película. Las penurias de la población judía y la barbarie nazi son los dos elementos indispensables para ello. Quizás sea su montaje y el segundo tramo de la película (una vez queda solo ante el peligro) lo que menos me convenza de la propuesta. Si bien es difícil mantener el tono y el poderío de ese inicio, con escenas como la del "último caramelo" antes de ser deportados.

La realidad

"El pianista" está basada en la novela autobiográfica de Wladyskaw Szpilman, pianista y compositor polaco que sobrevivió al holocausto. Tal y como se muestra en la película, nunca más volvió a ver a su familia, y en su aventura por la supervivencia llegó a ser descubierto por el Capitán alemán Wilm Hosenfeld, que le pidió (en efecto) que tocara el piano para él. Szpilman pudo sobrevivir al Ghetto y a la posterior destrucción de Varsovia, y vivir hasta 2001, poco antes de que la película basada en su obra viera la luz. Hosenfeld, por su parte, se supo que ayudó a muchos más judíos y polacos en aquellos últimos meses de la guerra, pero una vez liberada Varsovia por el ejército rojo, fue hecho prisionero y condenado a trabajos forzados, falleciendo en 1952 en un campo de prisioneros en Stalingrado.

La película sirve, pues, como homenaje a todas las víctimas del holocausto a través de un hombre que tuvo que ir de escondite en escondite, como las ratas, mendigando, para lograr sobrevivir y poder continuar con su vida. Sin duda, su historia pone los pelos de punta, y Polanski saca jugo a gran parte de su película.

Nota: 7'5

Lo mejor: Toda la parte inicial, y las muestras paulatinas de esa atrocidaz que se iba a vivir en el caos.

Lo peor: La segunda parte de la película, interesante en lo que muestra, pero que no consigue cautivarme.


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