Hoy toca Sesión de Cine histórico-bélico anterior a la Primera Guerra Mundial. Una temática a la que cada mes dedico un título. Esta vez toca hablar de la Independencia de Texas, y de aquellos heroícos hombres, los 185 que defendieron "El Álamo", una misión en medio de Texas, del Ejército mexicano del General Santa Ana, todo ello sabiéndose en inferioridad, pero con el objetivo de ganar tiempo.
La película sería dirigida por John Wayne, en la que sería su primera producción detrás de las cámaras, para repetir únicamente en "Boinas verdes", sobre la guerra de Vietnam. Dirigida en 1960, obtuvo gran reconocimiento este Western histórico-bélico, llegando a ser nominada al Oscar a la Mejor película, y a seis categorías más, obteniendo el premio al Mejor Sonido.
Quién es Quién

Richard Wydmark sería el Coronel Jim Bowie, casado con una mexicana y que había sido un héroe en la batalla contra los mexicanos. También un borracho y un experto con el cuchillo. Precisamente al encontrarse indispuesto, el General Huston no le otorgará el puesto de Comandante en Jefe del Álamo, provocando su enemistad con el Coronel Travis, enfrentándose en más de una ocasión al defender diferentes maneras de combatir a los mexicanos.
Laurence Harvey, el tercero en discordia, el Coronel Travis. Estricto y en todo momento con la presión de sentirse responsable de 185 vidas humanas. Intenta combatir con lo que se puede y mantener la posición a la espera de refuerzos. También es capaz de recular y dejar a los soldados decidir su futuro antes de la masacre final.
Sinopsis
Corre 1836 y Texas está en pleno movimiento por su Independencia de México. En ese momento, el General Houston (Richard Boone), antes de intentar conseguir tropas para combatir a los mexicanos, le pide al Mayor Travis (a quién asciende a Coronel) que resista con lo que pueda en el Álamo a los 7000 hombres que maneja el General Santa Ana. Deberá esperar refuerzos y aguantar para que Houston tenga las tropas suficientes.
A partir de ahí vendrá la división con otro Coronel, Jim Bowie, que horrorizado se ha dado a la bebida. No obstante ambos tienen hombres a su cargo, con lo cual es necesario tenerlo "contento" para que sus hombres se queden a defender el puesto. Bowie reconocerá el rol de su nuevo comandante en jefe a pesar de no gustarle sus decisiones. Llegan noticias de que los mexicanos están cerca y con numerosas tropas.

Llega el General Santa Ana y los defensores de el Álamo se niegan a salir. Al día siguiente uno de los miembros del fuerte dirá que el enemigo tiene un cañón enorme, gigantesco. Los mexicanos utilizan el cañón y provocan una escabechina. No queda otra a Crockett y Bowie que organizar una pequeña patrulla que con nocturnidad saldrán a destruir dicho cañón a pesar de no tener órdenes del Coronel Travis. Destruyen el cañón y consiguen escapar por los pelos gracias a la intervención de otros miembros del Álamo. Travis tendrá entonces pelea con Bowie, con quien acabará retándose "cuando termine la contienda" a un duelo.

Los mexicanos, entonces, deciden atacar con todo, no sin antes avisar para que mujeres, niños y quienes quieran rendirse salgan de la misión. De ahí saldrán casi todas las mujeres y niños, pero ningún hombre. Los 185 están decididos a defender a muerte la fortificación. La primera embestida mexicana la defenderán con honor y, a pesar de las víctimas, consiguen salir airosos de la situación. Travis sabe que en un día llegarán refuerzos, que aunque inicialmente iban a ser 1000, finalmente serán 500, pero que vendrán de perlas a los defensores.
Pero en ese momento llega un hombre al galope para informar que las tropas que venían han sido diezmadas. Travis avisa a sus hombres de que no serán considerados cobardes si deciden marchar. Esos hombres libres, incluido un negro que es esclavo de Bowie, decidirán quedarse a defender la posición, conscientes de que aquella será la última noche sobre la tierra. El chaval que había salido de el Álamo llegará a informar a Houston de la situación y marchará de vuelta heroícamente, puesto que no quiere dejar solos a los suyos. El General sabe que no pueden llegar a el Álamo, y de que las tropas de refuerzo tampoco llegarán, sabiendo que morirán allí y lanzando un discurso a modo narrador para enaltecer lo que los 185 han logrado.
Santa Ana acabará atacando con todo, a degüello, no dejarán supervivientes. Ni falta que hará puesto que una vez superados, seguirán defendiendo con todo. Travis morirá el primero de los tres héroes, posteriormente Crockett, el valiente John Wayne, acabará malherido entrando al almacén donde se esconde la pólvora para hacerlo estallar por los aires, para que, al menos, Santa Ana y los suyos no puedan robarles la munición. Por último, un herido Bowie acabará siendo abayonetado junto a su ex esclavo, totalmente acorralados.

Escena
Sin duda alguna la secuencia por excelencia de El Álamo es esa batalla final. Durante más de dos horas apenas vemos como se prepara el combate y como hay un par de escaramuzas, pero no un gran batalla. Tras una previa donde Travis y los suyos defienden la posición llega el momento heroico donde saben que les espera lo peor y, aún así, deciden quedarse.

Y como acaba cada uno de los héroes, sin miramientos. Vemos morir a todos los que nos han caido bien durante el metraje. Travis, el gran Coronel al mando, se defiende de un ataque masivo y cuando parece salir airoso le disparan porque de ahí era imposible salir. Crockett, antorcha en mano, inmolándose a punto de morir haciendo estallar todo, y un cojo Jim Bowie defendiéndose a dos pistolas en mano de un ataque a bayonetazo de toda una marabunta de enemigos.
Crítica
"El Álamo" es, sin lugar a dudas, una de esas grandes del género que de pequeño me encantaban y que sigue teniendo, años después, mucha fuerza. Puede que no lo vea con los ojos de un niño cuando, desconociendo el fatal destino de sus protagonistas, me impactó ese final. ¡John Wayme muriendo! (vale que lo ha hecho en más películas), algo que no cabía en mi cabeza... los buenos, los héroes, muriendo heroicamente.

El resultado fue espectacular porque Dimitri Tiomkin, un año antes de la espectacular BSO que nos regalaría en "Los cañones de Navarone" nos orquestaba con esta joya, ganadora del Globo de Oro a la Mejor Banda Sonora, a pesar de caer derrotada en los Oscars. Tiomkin nos llevaba en volandas con una mezcla de música de western y de cine épico-histórico.
El espectacular final ayuda a que la sensación, el regusto final, sea plenamente satisfactorio, a pesar de que quizá el metraje sea un tanto largo debido a una primera parte de la película que se centra en diferentes aspectos que podrían recortarse. Santa Ana y los suyos llegan a la hora y cuarto de película, justo a la mitad. Con lo que esta se divide en dos partes perfectamente diferenciadas.
La primera, interesante pero carente de emoción a pesar de verse en todo momento que no se niega a avanzar hacia el objetivo final. Y una bélica segunda parte con dos escaramuzas nocturnas y dos batallas, una de las cuales, la final, tiene todos los ingredientes para una sensacional película. Notable propuesta la de Wayne en una de sus escasas películas como director (únicamente dos), y un ¿Western? ¿cine bélico?, cine histórico tan sensacional como imprescindible como gran clásico.
Nota: 7,5
Lo Mejor: La Banda Sonora de Tiomkin y ese espectacular bélico final.
Lo Peor: Lentitud o exceso de metraje en la primera parte de la película, romance incluido.
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