Zulú (Cy Enfield, 1964)

Si hace dos días os hablaba de la película "Amanecer Zulú" (1979), hoy toca hacer lo propio de la que se podría considerar su secuela: "Zulú" (1964), film británico que fue rodado 15 años antes de la película que narraba la masacre de Isandhlawana. En la producción estaría la estrella del reparto: Stanley Baker (Los cañones de Navarone), y como coprotagonista tenemos a un pipiolín Michael Caine que se nos presenta al final de los créditos con un "And Introducing...".

¿Por qué esta película llegó tantos años antes? Probablemente porque aquí, en Zulú, se nos narra un gran logro y triunfo del Ejército colonialista británico, puesto que once de los héroes de los hechos que narra "Zulú", serían condecorados con la Cruz Victoria. "Amanecer Zulú", por su parte, se centraba en una dolorosa y humillante derrota.



Sinopsis
Tras leerse una carta hablando de los hechos acontecidos el 22 de enero de 1879 en Zululandia (ya saben, la famosa derrota), la película nos transporta a aquella misma mañana. Vemos en primer lugar los cuerpos sin vida de numerosos soldados británicos. Es decir, quince años antes, la película parte precisamente del mismo punto donde acaba "Amanecer Zulú".

Despúes, vemos a un cura (interpretado por Jack Hawkins) y a una mujer, que están en una aldea zulú, aconteciendo a una masiva boda de mujeres con guerreros. Llega un hombre y avisa a la tribu (en su idioma) de que han vencido al ejército británico. El cura y la mujer, sabiendo que ahora irán a por la misión donde ellos se encuentran a acabar con los soldados que allí están, marchan con la carreta para dar el aviso.

Avisan al Teniente al mando, interpretado por Stanley Baker, que en realidad su misión allí es la de la construcción de un puente. Menudo marrón se le avecina. Sobretodo con la llegada de otro Teniente, interpretado por Michael Caine. Dos tipos que no se soportan inicialmente, de familias bien distintas, y que poco a poco veremos como irán limando asperezas para, al final de la película, ser un par de buenos colegas veteranos de guerra.

Preparan a todos los soldados, e incluso arman a los heridos del hospital para que estén preparados pro si toca defender el fortín. Un bóer les comunicará como es la forma de ataque de los zulúes, en forma de cuerno, y como deteneros, o intentar detenerlos, puesto que son pocos. Se prepararán como buenamente pueden hasta que llegan los zulúes... con esos gritos que se escuchan a lo lejos y (en boca de Michael Caine) parece una locomotora a lo lejos.

El grupo defenderá el puesto heroicamente, de día y de noche, un ataque tras otro, mientras que poco a poco van perdiendo efectivos. Esto es debido a que, por si fuera poco, los zulúes tienen armas que han robado "a los muertos" de la batalla de Isandhlawana. Eso y la ingente cantidad de nativos que, como indios en las películas del Oeste asedian una vez tras otra ese "fuerte" improvisado en mitad de la nada.

Finalmente, tras combatir como jabatos, tras perder a numerosos soldados, los británicos saldrán vencedores. No sin antes un último susto, puesto que cuando parece que los zulúes han marchado y están ya haciendo el recuento general, aparecen nuevamente, pero en este caso para lanzar cánticos y honrar a los "valerosos" soldados británicos que defendían el puesto. La voz del narrador, al final, nos cuenta como once de esos valerosos hombres, serían condecorados.

Comentario
Zulú no tiene, a diferencia de "Amanecer zulú" una última gran batalla. A cambio, tiene más de una hora de guerra pura y dura. Desde que los zulúes intentan el primer asalto hasta el final de la película no hay casi respiro. Esto se acentúa en una secuencia en la que el Teniente al mando se queja a sus hombres (hechos polvo tras el primer ataque) de que deben montar con más agilidad el puesto defensivo nuevamente, porque, además, tienen que retirar los cuerpos de los muertos.

Lo bueno de la película de Cy Enfield es que tiene ese toque de Gentleman inglés y el humor inglés de toda la vida. Se pasan media película hablando de un barítono que hay en el grupo, y las bromas al respecto. Frases como "¿No eras barítono? Pues sube a la colina y cuando veas a los zulúes canta", o esa previa a la última batalla que rompe el hielo de manera magistral, cuando Stanley Baker dice que los zulúes cantan bien y el que le acompaña le espeta: "Sí, tienen buenos bajos... pero nosotros tenemos buenos tenores". Por la cara que pone Baker y la medio risa del cansado compañero, podemos deducir que no habla explicitamente de música en ese momento. Frase magistral previa  a una última batalla espectacular.

Y esa última batalla es espectacular y sube un poco más el nivel de la película gracias, en primer lugar, a la música. Los soldados británicos, tras escuchar los cánticos zulúes, se ponen a cantar, para demostrar que no son menos, pero sabiendo que pueden morir en ese instante. Después, una última carga zulú, con los británicos colocados en tres columnas. Cada una dispara en orden, bajo las órdenes de Michael Caine, para posteriormente acabar con "fuego a discrección". Ese momento, unido a la estampida de ganado o a la secuencia del asalto e incendio al hospital, son de lo mejor de la película.

Sin duda alguna "Zulú" es una película que se avanza muchísimo al cine más futuro. Le faltan los ingredientes técnicos que tiene el cine de hoy en día para ser un film aún más reconocido dentro del género. Porque es de esas primeras películas que (como pasaría en BlackHawk Derribado) no se da respiro alguno al espectador a lo largo de más de una hora. Le falta ese maquillaje y sonido realistas de hoy en día, lógico al ser una película tan antigua. Pero, sin duda alguna, es reconfortante ver que ha envejecido bien y que se convierte en un film histórico-bélico camuflado en cine de aventuras.

...y Western! Porque "Zulú" no deja de ser casi como una película de Indios y vaqueros pero rodada por británicos (con su humor característico) y en África contra zulúes. El resto de ingredientes son parecidos o cercanos al de otras películas del género. Se acerca más, pues, al Western de fuertes que al cine colonialista de los años treinta, y triunfa en ese aspecto. Tenemos una notable película bélica con dos actores que llevan un buen peso, y una ristra de secundarios diferentes pero con participación. Muy recomendable.

Nota: 7,5
Lo Mejor: Una hora de batalla tras batalla sin descanso, de quitar el hipo. Y ese descubrimiento llamado Michael Caine
Lo Peor: No es culpa del film, pero que le falte algo más de realismo en las batallas... culpa de los tiempos modernos.

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