La IIGM en el cine (III): "Rommel, el zorro del desierto" (1951, Henry Hathaway)

Habíamos dejado al ejército aliado escaldado  y "escapado" de tierras francesas, y a los alemanes dominando el Oeste de Europa, cuando se llevó a cabo la siguiente Operación de embergadura: El Norte de África. Con el objetivo puesto en conseguir petróleo para la futura campaña de invasión al Este de Europa, el Africa Korps, como se le conoció a las Divisiones alemanas allí enviadas, inició su periplo por un nuevo continente.

De este modo llegó la guerra a África el 10 de junio de 1940, poco después de lo de Dunkerque, y se mantendría dicho frente hasta mayo de 1943, casi 3 años combatiendo en Marruecos, Libia, Egipto, Argelia y Túnez. El mundo del cine no ha tratado grandes batallas de aquellos tiempos, siendo un territorio explorado en cine de comandos y de supervivencia (a las altas temperaturas y el desierto). Por ello es difícil ver en el cine alguna obra que entre mucho en alguno de estos conflictos, siendo una de las más "realistas" con los hechos: "Las ratas del desierto" sobre un destacamento australiano que defendió heroícamente Tobruk para que no cayera en manos del enemigo.


Ante las dudas de qué película escoger para hablar del Norte de África, decidí homenajear al gran hombre (y nombre) de dicha Campaña, el Mariscal de campo Erwin Rommel, y con ello he decidido hablaros de "Rommel, el Zorro del desierto", película dirigida por Henry Hathaway en 1951 y que suponía un rara avis en Hollywood al hablar de un oficial enemigo apenas seis años después de acabar el conflicto. ¿Por qué se hizo un film sobre Rommel?.

El Personaje
Erwin Rommel se ganó la fama como gran estratega en el Norte de África, donde sus tropas tuvieron no pocos triunfos al inicio de la campaña. Imaginaros, no obstante, a un grupo de soldados bien organizados y sabiendo claramente en qué territorios tenían el combustible "escondido", contra grupos aislados unos de los otros y sin los mismos medios. No querré quitar protagonismo al bueno de Rommel pero la realidad era esa.

Grandes triunfos a lo largo de los años hubieran dado para una película realmente buena, sin embargo el film de Hathaway, por desgracia, optó por contarnos más la parte final de su vida relacionada con el Complot a Hitler. En efecto, esta película trata más del complot contra Hitler del 20 de julio de 1944 que de la Campaña de África, lo cual es una pena (Y sí, una mala elección por mi parte, lo sé). Pero quería hablaros de Rommel y os hablaré a partir del film.

James Mason
El actor encargado de ejercer de Rommel fue James Mason, que un año después protagonizaría un film brillante sobre el Espionaje durante la II Guerra Mundial: "Operación Cicerón". La curiosidad con Mason es que llegó a interpretar al personaje en dos ocasiones, puesto que en 1953 volvería (en este caso como secundario) a hacer el rol de Rommel en "Las ratas del desierto", protagonizada por Richard Burton. Al menos dicho film sí tiene su totalidad en la Campaña de África. Entre los actores que alguna vez han realizado el papel del Mariscal de Campo en el cine, destacar el de Eric Von Stroheim, que en 1943 protagonizó "Cinco tumbas al cairo", notable film dirigido por Billy Wilder.

Sinopsis
El 6 de diciembre de 1941, un comando británico ataca de noche un puesto alemán con el objetivo claro de matar a Rommel. El comando no conseguirá su propósito. En 1942 vemos a Rommel "ayudando" a un prisionero británico que se negaba a ir a detener el fuego de los aliados, mostrando un gesto de caballerosidad. Dicho oficial británico será quien nos cuente el resto de la historia. Se nos muestra el futuro donde acabada la guerra él irá a visitar a la familia y vecinos de Rommel para que le cuenten la verdad sobre su muerte.

Volvemos a África, donde tras haber enfermado vuelve al combate. Estamos en Otoño de 1942 y la guerra se ha girado negativamente para el Ejército alemán que desde verano no recibe nuevos tanques, suministros ni nada por el estilo. En esa situación y a pesar de recibir de Hitler un mensaje de "Resistir o morir", Rommel debe decidir hacer caso omiso en un primer aviso de que la guerra se está perdiendo y el Führer ha perdido la cabeza y hundirá al país. Aquí será, a la media hora de película, cuando dejemos de ver el Norte de África.

Ya en Europa, curándose de una nueva enfermedad, y con el Norte de África perdido, recibe a un médico de su confianza que empezará a inculcarle la idea de que hay que hacer algo con "Hitler". A partir de ahí la película se centrará en su siguiente tramo en guiarnos a través de diferentes conversaciones, al 20 de julio de 1944. Inicialmente Rommel no está a favor de la idea, pero poco a poco no solo él se convencerá, sino que el General a su mando en el Oeste de Europa desesperará ante la gran idea de Hitler de que la auténtica invasión será por Calais, incluso una vez las tropas aliadas han desembarcado en Normandía.

Ante esta tesitura Rommel recibe el aviso de que la operación se ejecutará y poco después caerá herido ante un ataque aéreo al coche en el que viajaba. Acto seguido llega el 20 de Julio y se nos muestra el fallido intento de asesinar al Führer. El narrador nos avisará de que hasta 5.000 personas murieron acusadas de estar involucradas en el complot contra Hitler.

La Película concluye con un grupo de oficiales yendo a la casa de Rommel a buscarle, teóricamente para una propuesta sobre su nuevo destino. Sin embargo le anuncian que él está acusado por traición y que tienen una "pastillita" esperándole. Si no acepta este destino y prefiere ser enviado a juicio, su familia puede resultar perjudicada, además de su reputación. Rommel aceptará por el bien de su familia y marchará sabiendo que nunca más verá a sus seres queridos. El film acaba con un mensaje a favor de la labor de este Oficial, como Caballero en el combate y como hombre que, además de militar, fue persona y quiso acabar con el mandamás nazi.

Secuencias
En la corta duración de Rommel, un drama-político, por llamarlo de algún modo, nos topamos con pocas secuencias de combate. La primera, que puede resultar la más llamativa y entretenida, no nos aporta realmente nada a la historia. Un film basado en un hombre que arranca con unos actores secundarísimos intentando matarle en una escena donde él no aparece.

Algo parecido nos pasa con la secuencia del complot contra Hitler. La bomba en el famoso maletín que se coloca cerca del Führer en una escena donde Rommel no está por ahí debido a que está en el hospital herido. Por lo tanto, los dos momentos más interesantes de la película (o entretenidos) no tienen a James Mason por protagonista.

Si debemos quedarnos con un secuencia sobre Rommel, esta es la que sucede después del arranque de la película. Se ve a un grupo de prisioneros británicos, comienzan a caer bombas aliadas. Un oficial alemán pide a un oficial prisionero británico que vaya a donde sus líneas a ordenar parar el fuego puesto que "tienen prisioneros". El oficial aliado se quejará diciendo que no puede hacer tal cosa, y cuando el alemán está dispuesto a obligarle por las malas se ve como al fondo de la pantalla Rommel le llama. El oficial volverá y dirá "Tienes razón, no tienes que ir".

De este modo se nos habla de la buena persona y caballero que era Rommel. No sería el único momento del film donde le alaban. Justo antes se ve a un grupo de soldados británicos recibiendo órdenes de su oficial al mando. El comandante lanzará un discurso hablando de que dejen de pensar que es un superhombre (y cosas así), que piensen que Rommel simplemente es un hombre más, un militar más. En efecto, corría el mito de que era un ser superior preparado para la guerra y por ello estaban ganando los alemanes en el Norte de África.

También destacar como al final, a modo homenaje, se nos recuerdan las principales batallas donde Rommel combatió. Y es que es una pena que un film dedicado a su persona contenga únicamente un combate en el suelo africano y sea, precisamente, el de la última derrota que iniciaba el principio del fin de la Alemania de Hitler. También se destacan las palabras de Churchill alabando lo caballeroso y gran militar que fue.

Crítica
La película de Hathaway no ha envejecido tan mal como pudiera recordarse. Es un interesante drama centrado en un momento de la historia que, por desgracia, no tiene tanto que ver con ese gran oficial que fue Rommel. El mayor pero de la película es que intenta centrarse en una parte de la vida de ese hombre que no es la más interesante en términos bélicos.

A pesar de ello, se construye una película con cierto tono documental en la narración (algo que ya había hecho Hathaway en más ocasiones), apoyado en imágenes de documentales, sobretodo para el día D, y en alguna secuencia bélica para ampliar el interés en la película. Esa primera secuencia que aporta poco a la historia pero sirve para meternos adrenalina desde el principio.

A pesar de ello, no deja de ser un interesante y buen drama con tintes más políticos y de despachos que bélicos. Se nos muestra más la imagen de una Alemania desunida y camino del fin de la guerra que la imagen del héroe que durante un tiempo llegó a ser Erwin Rommel. La actuación de Mason está bastante bien, dando veracidad al personaje, además de lo bien caracterizado que estaba.

En definitiva, una película recomendable como curso de historia y para quienes adoren el cine bélico. Un interesante relato que en aquella época (apenas 6 años después de acabar la guerra) debía resultar más interesante. ¿El gran pero? Que algo más de Campaña del Norte de África, incluyendo alguna prestigiosa victoria de Rommel hubiera estado mejor. Si, por ejemplo, el film en lugar de con el ataque de los comandos británicos se hubiera centrado en uno de sus triunfos iniciales, hubiera ganado más puntos.

Nota: 6

Lo Mejor: La caracterización del personaje y el guión
Lo Peor: Que se centre en una parte de la historia que no nos interesa tanto como la persona en sí.

Comentarios

  1. La película se inscribe dentro de la política de la guerra fría donde se estaba tratando de revitalizar al nuevo ejército de la Alemania Federal como un elemento de la estrategia de la NATO de contención a los soviéticos, ejército sería conducido por generales del IIIer Reich, como Blumentritt. O sea, había q señalarle al público la existencia de alemanes buenos q hicieran tolerable la idea de esa colaboración. Te vuelvo a felicitar por tu siempre interesante sitio.

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