
No sería Gance, el único que dejaría incompleta su obra. Napoleón ha sido llevado al cine en numerosas ocasiones, en algunas (las más famosas) para contar batallas como "Austerlitz" o "Waterloo", pero no tanto centrada en el personaje en sí. Esa fue la idea que tuvo el maestro Stanley Kubrick entre los 60 y 70, años en los que recopiló numerosa información para llevar a cabo el proyecto que acabaría por no realizarse nunca. En palabras del propio Kubrick estábamos ante "el mejor film realizado jamás".... y, por desgracia, jamás lo pudimos ver, ni veremos.
Obsesión
El proyecto de Kubrick comenzó a coger forma tras el éxito de 2001: Una Odisea en el Espacio, que le valdría para ganarse el respeto suficiente para que una productora le produjera lo que fuera. Pero desde el primer día había problemas. Se obsesionó tanto que no paró de recopilar información y dejar claro que iba a meter de todo. Vamos, que la película sería descomunal y muy probablemente hubiera tenido que ser dividida en dos partes.
A la muerte del director en 1999, cuando se exploraron archivos (de los cuales Spielberg recogería el proyecto de Inteligencia Artificial), la editora Alison Castle reconocería que la investigación que tenía Kubrick sobre "le petit Caporal" superaba la de cualquier otro film hecho jamás, y es que se dice que el director llegó a leer más de 500 obras sobre el personaje y los diferentes momentos de la historia.

Uno de los motivos de dicho apagón fue que el presupuesto pasó de 3 millones de dólares a 6. ¿El motivo? Pues que Kubrick quería todo el realismo posible y ello implicaba que en las secuencias de combate no se vieran huecos, ni efectos especiales ni leches. La idea era contratar numerosos extras que se suponía iban a ser soldados del Ejército rumano que tendrían su jornal bastante majo para la época por día de rodaje (a saber cuantos podrían estar para las diferentes batallas).
Dentro de toda la información que recopiló Kubrick hay que destacar dioramas de batallas, dibujos, caricaturas, cuadros, fotografías, miniaturas, etc. Todo estaba realmente preparado para poder llevar a cabo el proyecto, incluida las cámaras Zeiss que necesitaba para llevar a cabo la idea de la luz natural. En cuanto a los campos de batalla, su idea era rodar allí donde tuvieron lugar las importantes batallas, pero en algunos lugares era imposible hacerlo ya que son reconocidos "lugares históricos" de gran valor, lo que le llevaría a tener que buscar acomodo en Yugoslavia, donde se rodarían las escenas de combate.
Sea como fuera, el "Napoleón" de Kubrick fue un proyecto que no llegó a pasar de esa parte previa, a pesar de contar ya con escenarios o guión (que se iría retocando en el tiempo) para llevar a cabo la producción, incluso nombres de actores sobre la mesa donde destacar los de Alec Guinnes, Oskar Werner o Ian Holm (que con el tiempo haría de Napoleón en tres ocasiones) . Finalmente todo quedó en la cabeza del director, una gran pena porque un personaje histórico como Napoleón sigue sin tener una película sonora mayúscula en su legado, y pensar en qué hubiera podido hacer uno de los mejores directores de la historia con el proyecto pone los pelos de punta.
Chaplin y el doble de Napoleón
Kubrick no sería la única gran persona del mundo del cine que quiso llevar su visión de "Napoleón" al cine. Años atrás, Charles Chaplin podría haber llevado al personaje a la gran pantalla, dirigido por él y protagonizado por sí mismo. De hecho, el actor británico llegó a recopilar diferentes cosas de la época y a posar vestido como Napoleón para una sesión de fotos y vídeo de un proyecto que no llegó a hacerse.

Se llegó a trabajar en un guión para la película, cuyo título escogido era el de "Return from St.Helena", isla donde fue "desterrado" el pequeño Napoleón. El tono cómico debía existir a pesar de que la película pretendía aportar un Chaplin más dramático en una idea de la cual dudaba bastante la productora. El propio Chaplin no fue el único pensado para el papel que se acabaría reservando. Llegó a contactar con James Cagney, tal y como reconocería este actor años más tarde, pero Cagney dijo no estar interesado en el proyecto.

Lo que aconteció es que Chaplin había perdido interés con el tiempo en llevar a cabo el proyecto, y cuando más cerca estaba, un nuevo Emperador/Conquistador amenazaba Europa. Fue entonces cuando se puso manos a la obra, a pesar de los avisos de que no lo hiciera, para que su película se centrara en Adolf Hitler. La idea pacifista o lo de que hubiera un "doble" del emperador de Europa salieron, sin duda alguna, del guión de "Return from St.Helena". Sin duda, nos quedará la duda de qué hubiera pasado con esa obra... lo que está claro es que es de agradecer que, a cambio, nos llegara esa joya del séptimo arte titulada: "El gran dictador".
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