
En 1927, tres años antes, se había iniciado el rodaje de este film del que conocemos algo más gracias a Scorsese y Di Caprio y "El aviador" (2004). La película del oscarizado director arrancaba con el rodaje precisamente de esta película. Y aunque era más una biografía del Hughes aviador y jefe de una compañía aérea, nos mostraba en su brillante arranque (lo más interesante de largo, del film) como era Hollywood y algunos entresijos del rodaje.

No contento con ello, optó por tener un aeródromo propio del que saldrían todos esos aviones. Cámaras colocadas en muchos de ellos, en otro aspecto que relata brevemente Scorsese, donde Hughes llega a pedir un par de cámaras más porque las treintaitantas que tiene no le son suficientes para alcanzar la perfección que quería conseguir con las secuencias aéreas.

Por si esto fuera poco, tener tantos aviones en tan poco espacio haciendo las acrobacias más complicadas posibles dieron como resultado que dos aviones se estrellaran durante el rodaje, o que el propio Hughes resultara herido en el mismo.
Y entonces...
La película ya estaba terminada de rodar y montada cuando el boom por la irrupción del cine sonoro estalló en los morros. Hughes, lejos de estrenar su obra maestra, optó por repetir numerosas escenas, aunque si por él fuera, hubiese repetido todo, para poder incorporar sonido. Era importante, sobretodo para las secuencias con diálogos.
Y ahí estuvo otro de los inconvenientes del rodaje. La actriz que aparecía junto a los dos hermanos de la película era la noruega Greta Nissen. Sin embargo, como ocurriría con muchos actores y actrices de la época, esta mujer no tenía un inglés para nada fluido, lo cual chirriaba a los oídos de Hughes al escucharla y no quedó más remedio que sustituirla. Han oído bien, ella fue la actriz en todas las secuencias rodadas inicialmente, pero al tener que volverlas a rodar fue despedida del proyecto.

En su lugar Hughes rescató de papeles secundarios para llevar al estrellato a una joven rubia platino: Jean Harlow, que a la postre sería el reclamo del film tanto en el cartel como en muchos medios de publicidad... a pesar de que su papel en la trama era ínfimo, tal y como comenté en el análisis de la película.
Se rumoreó o se llegó a confirmar que la propia Harlow fue uno de los innumerables ligues que tuvo el multimillonario Hughes a lo largo de su vida (asunto que también se trata en "El aviador"). Al final, tras los problemas económicos derivados de los numerosos aviones, los problemas con el cielo, la irrupción del sonido que obligó a volver a rodar la película e incluso la necesidad de contratar nuevas caras... "Los ángeles del infierno" vio la luz.
Y fue, como he comentado en el párrafo introductorio, todo un éxito de público y crítica, si bien el tiempo no ha acabado dejándola entre las grandes del género. El estreno en 1927 de "Alas" dejaba al largometraje de Hughes en un segundo plano. Por si fuera poco en 1930, año de su estreno, llegaría todo un clásico del cine bélico (ya analizado en este blog): "Sin novedad en el frente" (Lewis Milestone).
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