Este martes una noticia recorrió el mundo del cine. Fallecía Roger Moore, el que sería el segundo agente 007 de la historia -y primero que nos deja-. Sé que este blog está dedicado a películas de guerra y que Moore solo ha sido famoso por un papel para la historia, pero desde aquí lanzo el particular homenaje de este pequeño blog a uno de los mitos del cine.
Y es que Roger Moore sí realizó unas pocas películas bélicas. Por desgracia, nunca estuvo en un proyecto de renombre ni mínimamente decente, ni de este género ni de otros que no fueran el de acción y espionaje.
Roger Moore debutó en el cine, como muchos actores, en papeles residuales. De este modo en los años 40 ya aparecería en un par de films bélicos olvidados hoy en día como "Separación peligrosa" (1945) e "Incidente en Picadilly" (1946). Dos dramas románticos con la guerra como telón de fondo donde aparecía muy poco.
La carrera de Moore fue cociéndose poco a poco. Tan poco a poco, que su primer film bélico como protagonista fue un modesto film italiano de 1962 titulado "Un branco di vigilacchi", ambientando en la propia Italia y donde Moore encabeza un reparto poco reconocido, como el film, del que poco se sabe. Ese mismo año Moore estrenaría la serie "El santo", que fue su primer auténtico papelón y que a la postre sería determinante en su carrera para conseguir ser el sustituto de Sean Connery como Agente 007.
Su siguiente película de guerra data de 1976. Ya entonces Moore se había puesto en la piel de James Bond en más de una ocasión. Fue su gran década gracias a ello, cuando llegó "Gritar al diablo", A pesar de contar con un reparto excelente junto a Lee Marvin o Ian Holm, se trata de una película excesivamente larga ambientada en África en la I Guerra Mundial. Dos horas y media que son más dignas de un film épico como Dios manda y no de un film un tanto inconexo y poco lúcido como fue el caso.
A partir de ahí siguió alternando el papel de James Bond con films bélicos. En 1978, 79 y 80 estrenaría otros tres films del género. El primero de ellos "Patos Salvajes" que posteriormente tendría secuelas (sin Moore) y que contó con un reparto excepcional de viejas glorias. A Moore se le unirían Richard Burton, Richard Harris y Hardy Kruger, Cuatro ases cuya estrella estaba apagándose en un film sobre mercenarios en África. Interesante y entretenido film dirigido por un hombre con una carrera tan extraña como fue Andrew V.McLaglen, del que hablaré pronto en este blog.
En 1979 George Pan Cosmatos dirigiría uno de los films bélicos más torpes que recuerdo, aunque con algunas secuencias que parecen más cercanas a la parodia (quizás descarada y consciente) que a un film de hazañas bélicas. A Moore le volvieron a colocar en un reparto de lujo. Telly Savalas (Doce del Patíbulo), David Niven (Los cañones de Navarone) y William Holden (El Puente sobre el río Kwai) además de Claudia Cardinale. Pero el film es una sucesión de momentos rocambolescos que no acaban por cuajar.
La carrera bélica de Moore se remataría con un último film también poco logrado, aunque con una base mucho más "lograda" que anteriores. "Lobos marinos" junta el espionaje de James Bond con una trama bélica ubicada en la India. Una misión imposible que debe estar dedicada a gente que parezca "retirada". De ahí que un Moore entrado en edad, nuevamente David Niven, el sensacional Gregory Peck y Trevord Howard formaban un cuarteto de viejas glorias (¿nos suena?) dispuestas a llevar a cabo la misión. Tras las cámaras, el mismo V.McLaglen de "Patos salvajes" con quien comparte la similitud de tratarse de 4 cracks de la actuación bien entrados en edad, dispuestos a dar guerra.
Y es que Roger Moore sí realizó unas pocas películas bélicas. Por desgracia, nunca estuvo en un proyecto de renombre ni mínimamente decente, ni de este género ni de otros que no fueran el de acción y espionaje.
Roger Moore debutó en el cine, como muchos actores, en papeles residuales. De este modo en los años 40 ya aparecería en un par de films bélicos olvidados hoy en día como "Separación peligrosa" (1945) e "Incidente en Picadilly" (1946). Dos dramas románticos con la guerra como telón de fondo donde aparecía muy poco.
La carrera de Moore fue cociéndose poco a poco. Tan poco a poco, que su primer film bélico como protagonista fue un modesto film italiano de 1962 titulado "Un branco di vigilacchi", ambientando en la propia Italia y donde Moore encabeza un reparto poco reconocido, como el film, del que poco se sabe. Ese mismo año Moore estrenaría la serie "El santo", que fue su primer auténtico papelón y que a la postre sería determinante en su carrera para conseguir ser el sustituto de Sean Connery como Agente 007.
Su siguiente película de guerra data de 1976. Ya entonces Moore se había puesto en la piel de James Bond en más de una ocasión. Fue su gran década gracias a ello, cuando llegó "Gritar al diablo", A pesar de contar con un reparto excelente junto a Lee Marvin o Ian Holm, se trata de una película excesivamente larga ambientada en África en la I Guerra Mundial. Dos horas y media que son más dignas de un film épico como Dios manda y no de un film un tanto inconexo y poco lúcido como fue el caso.
A partir de ahí siguió alternando el papel de James Bond con films bélicos. En 1978, 79 y 80 estrenaría otros tres films del género. El primero de ellos "Patos Salvajes" que posteriormente tendría secuelas (sin Moore) y que contó con un reparto excepcional de viejas glorias. A Moore se le unirían Richard Burton, Richard Harris y Hardy Kruger, Cuatro ases cuya estrella estaba apagándose en un film sobre mercenarios en África. Interesante y entretenido film dirigido por un hombre con una carrera tan extraña como fue Andrew V.McLaglen, del que hablaré pronto en este blog.
En 1979 George Pan Cosmatos dirigiría uno de los films bélicos más torpes que recuerdo, aunque con algunas secuencias que parecen más cercanas a la parodia (quizás descarada y consciente) que a un film de hazañas bélicas. A Moore le volvieron a colocar en un reparto de lujo. Telly Savalas (Doce del Patíbulo), David Niven (Los cañones de Navarone) y William Holden (El Puente sobre el río Kwai) además de Claudia Cardinale. Pero el film es una sucesión de momentos rocambolescos que no acaban por cuajar.
La carrera bélica de Moore se remataría con un último film también poco logrado, aunque con una base mucho más "lograda" que anteriores. "Lobos marinos" junta el espionaje de James Bond con una trama bélica ubicada en la India. Una misión imposible que debe estar dedicada a gente que parezca "retirada". De ahí que un Moore entrado en edad, nuevamente David Niven, el sensacional Gregory Peck y Trevord Howard formaban un cuarteto de viejas glorias (¿nos suena?) dispuestas a llevar a cabo la misión. Tras las cámaras, el mismo V.McLaglen de "Patos salvajes" con quien comparte la similitud de tratarse de 4 cracks de la actuación bien entrados en edad, dispuestos a dar guerra.
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