El duodécimo hombre (Harald Zwart, 2017)

En mi repaso por el cine bélico europeo hago hoy una breve parada en el cine nórdico, que en el Siglo XXI ha deparado algunos títulos interesantes desde sus filmografías danesa y noruega, sin olvidar breves incursiones de Suecia o Finlandia. Generalmente la II Guerra Mundial como telón de fondo, y con la resistencia como protagonista, hoy toca hablar de "El duodécimo hombre", película nórdica rodada hace pocos años y que trata una apasionante historia de supervivencia.

Los hechos (reales) nos remontan a 1943. Los créditos iniciales nos introducen un poco en la historia al igual que ya lo hicieran otras obras antes. Quienes no conozcan la historia de Noruega en la IIGM tendrán esa pequeña intro donde se detalla que noruegos libres, miembros de la Resistencia, consiguieron llegar a Gran Bretaña para formar parte de comandos especializados en sus propias tierras. Algo que ya habíamos visto tanto en la hollywoodiense, como en la miniserie noruega, "Los héroes del Telemark" u "Operación Telemark", sin duda la más apasionante historia bélica de aquel tiempo.

No podemos obviar que el cine noruego ya rindió homenaje a un héroe local como "Max Manus" por lo que el tema de la Resistencia y las misiones de comandos no es algo novedoso. Sin embargo aquí la misión será lo de menos, ya que tras fallar, se nos mostrará como el único superviviente, el duodécimo hombre, intenta lograr sobrevivir y atravesar al frontera hacia Suecia. Toda la película muestra esa huida hacia lo salvaje, donde los nazis no serán el mayor o único enemigo por el camino.

El hecho de que la película arranque con un flashback nos pone sobre aviso de que los hechos reales tienen un final feliz. Tranquilo el espectador tras haber sido spoileado sin necesidad alguna, la trama nos arranca con ese naufragio del que once son hechos prisioneros (para posteriormente ser ajusticiados por los alemanes) y uno, Jan Baalsrud será ese único superviviente que se lanza a la desesperada huida para no caer preso de las hordas nazis, lideradas por el anglosajón Jonathan Rhys Meyers, que me recuerda particularmente en su rostro a Malcolm McDowell en la (en mi opinión) chapucera y nada divertida "El pasaje".

Puestos los peones sobre la mesa, la película acaba siendo un pausado viaje por diferentes parajes de Noruega, todos ellos helados, y como este hombre se las ingenia para sobrevivir no sin la ayuda de algunos paisanos que le darán cobijo y tramarán el plan necesario para su posterior huida. Eso sí, por el camino se nos irán contando los días que pasa en cada uno de los diferentes terrenos que visitó, que incluyen una casa abandonada en el bosque, una piedra en una montaña, una especie de cueva... mientras el malo maloso nazi está empeñado en darle caza de una manera tan burda como peliculera.

Es en la fuerza de las imágenes y en el buen hacer de los medios tecnológicos de los tiempos que corren donde la película encuentra su paso más firme. O al menos todo lo firme que puede en sus más de dos horas que no se nos pasarán volando. El ritmo no es trepidante, con todo el dramatismo a flor de piel y la trama nazi para capturarlo excesivamente sujeta con pinzas. Son esas imágenes de la naturaleza contra el hombre, junto a la secuencia donde un avión alemán intenta darle caza, donde tenemos los puntos álgidos de la película. Es ahí donde se sujeta.

A destacar el final, muy peliculero y que, por mucho que nos lo anuncien los títulos iniciales con el "las cosas más increibles que se narrarán, sucedieron en realidad" uno acaba viendo ese final como excesivamente hecho a la medida de un largometraje. Pero no se le puede culpar, sin ese clímax con una escena repleta de suspense (pese a conocer el happy end) y con el montaje paralelo de Rhys Meyers consiguiendo dar con quienes le habían dado cobijo la película no acabaría alzando el vuelo. Y es ese alucinante viaje final el que consigue mejorar la nota.

No desvelaré mucho los entresijos de como logra escapar, puesto que en una historia donde se conoce prácticamente el final, es mejor no desvelar algunos misterios. Simplemente decir que la escena está bastante lograda pese a su tono peliculero y que hasta ese momento los altibajos predominaban en la propuesta. Tampoco ayuda que la película se monte en un flashback tan típico hoy en día como innecesario (comenzar con el final para hacer una intro de medio minuto y narrar los hechos cronológicamente), y que haya otro flashback tan innecesario como el de la misión en la que fueron cazados.

Es decir, el espectador arranca viendo como los doce hombres llegan a la costa siendo tiroteados, y no entiende por qué... aunque tampoco importa mucho puesto que la historia se centrará en la supervivencia de uno de los miembros y no en la fallida misión. Posteriormente veremos como habían sido traicionados y la secuencia en la cuál un buque alemán les da caza. La película podría haber arrancado perfectamente con esa trepidante escena que junto al momento de llegar a la costa hubieran servido para dar un inicio atronador y a la altura. Sin embargo, el hecho de partir y dejarse la única escena bélica para casi el final de la película no acaba resultando acertado. Y, sobretodo, no es necesario.

Se peca de un exceso conservadurismo en muchos aspectos. La película sobrevive, al igual que su protagonista, a duras penas, debido más al ímpetu de quienes en ella trabajan y a la apasionante historia que hay detrás, que a los méritos en cuanto a guionización y montaje. Hay muy buenas escenas, porque técnicamente está lograda en muchos de sus planos, pero no deja de ser una historia más de supervivencia de hombre contra las adversidades, si bien logra dejar claro durante todo el metraje (algo que nos comentarán en los títulos finales) que el protagonista no se veía como un héroe pese a ser condecorado. Los héroes fueron quienes le ayudaron en su camino a Suecia.

Para quien quiera conocer un rato de la historia de la II Guerra Mundial en Noruega y les guste las películas sobre supervivencia extrema la película cumplirá claramente su objetivo. Para el resto, no dejará de ser un correcto drama bélico con algunos momentos logrados y otros algo aburridos, pero siempre cortados por un patrón un tanto típico, poco dado a la imaginación ni al logro cinematográfico.

Nota: 5,5

Lo Mejor: La secuencia final y algunos planos técnicamente impecables
Lo Peor: El ritmo... y unos nazis que parece que pasaban por ahí.

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