Avatar: El sentido del agua

Los más fieles seguidores del blog no comprenderán qué hago hablando de un título fantasioso como "Avatar: El sentido del agua". Los menos puristas reconocerán que, si aceptamos "Espartaco" como cine bélico alegando todo conflicto armado, deberíamos aceptar también pulpo con "Avatar" y toda su saga.

De momento me había resistido a utilizar estas películas para el blog. Pero tres horazas de visionado de una película sobre una guerra (aunque futurista) deben justificarse de alguna manera. La mejor manera de hacerlo es rindiéndole unas líneas. Tras esta breve introducción pasaré a hacer una breve crítica de la película.

Parto de la base de que "Avatar" únicamente la vi en salas de cine. No la he vuelto a ver. Y eso que me convenció. Sin ser una película para pasar a la historia, sí fue un fenómeno cinematográfico, aplaudido por la crítica, no lo olvidemos. Una "Pocahontas" del cine futurista repleta de acción, amor y belicismo. Su secuela se ha hecho de rogar para sus fans aférrimos, como si hubiera hecho falta que crecieran sus protagonistas, cuando hablamos de personajes azules con CGI de por medio (sí, ya me sé lo de los parches).

"Avatar: El sentido del agua" es, por momentos, una excusa para sacar dinero y estirar el chicle, por mucho que se venda que ya estaba prevista. James Cameron se hizo de oro con "Titanic" y desde entonces tarda más de 10 años en sacar largometraje. A los 12 que tardó con "Avatar" sumémosle ahora los 13 que separan ambas películas de la saga. Y la espera, en estos casos, juega en su contra, si bien la taquilla nos diga otra cosa. Lo ha vuelto a hacer.

En lo que respecta al contenido de la película, si la primera iba de contenido multirracial y en pos del entendimiento entre culturas diferentes, en esta ocasión parece un largo spot de Greenpeace. Sus fantásticas criaturas, inspiradas en parte en animales reales, con una especie similar a las ballenas, hacen inevitable ver que la defensa del medioambiente y el ecosistema es lo que preocupa a Cameron. Hay que aplaudir que su contenido no sea únicamente el de buscar las palomitas y el refresco y ofrecer un claro mensaje. Si bien este sea tan sencillo de detectar y muy happyflower, en cuanto a que desde el principio se ven claras las intenciones.

Junto a ese mensaje en pos de la madre naturaleza que viene a compaginar con el de la primera "Avatar", tenemos el tema de la familia. El romance da paso aquí a unos personajes mucho más maduros que buscan lo mejor para sus hijos. Incluso en el villano más villano encontraremos brotes verdes en forma de sentimiento paternal. El director se preocupa de mostrarnos estos dramas familiares a lo largo y ancho de las tres horas que dura la película.

¿Y qué hay del espectáculo? "Avatar: El sentido del agua" lo ofrece. De manera desigual, eso sí. Tras unas buenas presentaciones para mostrar el paso del tiempo y que servirán para ubicar incluso al vago que, como yo, no se haya preocupado de recuperar la original en su memoria, se pasa a un inicio con fuerza, acción y que sirve de detonante para la acción. Después viene esas pausadas vacaciones en familia donde podría sobrar metraje, el director se torna sensiblero alargando momentos para tocar la fibra y aguardar el clímax.

Por último, el clímax vendrá en forma de Tour de force donde con un poquito de "Avatar", otro poquito de "Titanic" y algunos dejes de su "Aliens ", James Cameron parece hacer un refrito de autohomenajes para la hora (si no más) final destinada al puro espectáculo. Como si de la batalla de Midway se tratara, asistimos a un combate por mar y aire, a bordo de toda serie de criaturas fantásticas que sirven de vehículo, y con el ser humano como auténtico villano del momento. Por si no había quedado claro su mensaje.

Al final "Avatar: el sentido del agua" no vuela como su presecesora, pero sabe ofrecer un espectáculo diferente y, en el ámbito de la acción, suficientemente entretenido para pasar cualquier filtro. James Cameron demuestra que sigue abogando por la sensiblería barata para contar su historia, pero ello no es problema para asistir y disfrutar con una buena película de acción, aventuras, belicismo y Ciencia Ficción. Aunque por el camino se torne más juvenil ofreciendo un protagonismo mayor a las jóvenes criaturas de la familia. Se allana así el camino, quiero creer, al cambio de ciclo que debería venir en algún momento de la saga.

Nota: 6'75 

Lo mejor: El espectáculo en forma de seres fantásticos y del tour de force final.
Lo peor: Su sencillez formal en todos sus aspectos.

Comentarios

  1. Muy buena pelicula.




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