Soldados de Salamina (David Trueba, 2003)

Hoy dedico mi entrada a un título español de la tan cacareada Guerra Civil. "Soldados de Salamina" es un drama con tintes bélicos dirigida por David Trueba y que está basado en la novela homónima escrita por Javier Cercas, todo un éxito de ventas a principios del Siglo XXI.

Curiosamente no hizo falta ser tal éxito para ser llevada a la gran pantalla, ya que Trueba tenía en sus manos la novela previamente a salir a la venta y había decidido llevarla a la gran pantalla antes de que fuese un éxito. No obstante, ese éxito ayudó a que se dignaran en producir el enésimo viaje a la Guerra Civil española. Esta vez, no obstante, desde un punto de vista documental y algo alejado del frente, o incluso de 1939.

Porque la trama se centra en una periodista y profesora de Universidad que decide investigar sobre el poeta y fundador de la Falange, Sánchez Mazas, que en los meses finales de la contienda, habiendo sido hecho prisionero del bando republicano, fue fusilado junto a otros 49 hombres, logrando escapar de la matanza y huyendo por los bosques de la provincia de Girona.

Toca señalar, llegados a este punto, que en la novela el papel principal recae en un periodista de sexo masculino, pero Trueba decidió darle el protagonismo a una mujer, siendo Victoria Abril la escogida inicialmente. Pero Victoria cayó del proyecto al salirle uno mejor y Trueba acabaría reclutando a la entonces pareja suya, Ariadna Gil, ganadora del Goya por "Belle Epoque". Para el papel de Sánchez Mazas se optó por Ramón Fontsere, actor principalmente de teatro.

Si algo tiene de particular la película de Trueba es que mezcla el tono documental con el cinematográfico. De esta manera, todo el pasado, con la historia de Sánchez Mazas y del otro superviviente de aquellos fusilamientos, se acabará entremezclando con el presente y la historia de investigación del personaje interpretado por Ariadna Gil. El resultado es peculiar, pero bien trabajado, ya que el tono documental de las entrevistas para escuchar las voces de quienes vivieron (o los hijos de quienes lo hicieron) está muy logrado.

No se puede esperar algo bélico de una película que va oscilando entre sus personajes. De esta manera, Ariadna Gil irá perdiendo peso a medida que se adentre en la investigación, y el espectador irá escuchando nuevos detalles de lo sucedido. Si bien el carácter sorpresa brilla bastante por su ausencia, siendo una película que va de cara desde el principio, camino de un nostálgico recuerdo del pasado.

De la misma manera que Trueba nos muestra ese pasado, y nos hace recordar las viejas heridas y rencillas de una guerra que, pese a haber terminado, pareció no haberlo hecho nunca, el personaje de la periodista va dejando mostrar los hechos que le han llevado a su estancamiento profesional. Ella ha sufrido en esta vida una serie de infortunios que le han hecho ser como es, igual que el pasado de España la ha hecho ser como es.

No se trata de atizar ni a republicanos, que en esta ocasión son quienes cometen los vandálicos hechos de matar a prisioneros con suma facilidad, algo dejado en muchas ocasiones para 'los otros', ni a un bando fascista que queda retratado en otros momentos o, cuanto menos, se le reconoce en más de un momento el hecho de ser unos apestados. Se trata de poner la cámara y grabar un falso docimental, pero con los hechos que bailan entre la novela y la historia.

Hablando de bailes, el que se marca ese soldado republicano al son de "Suspiros de España" bajo la lluvia, es el momento más emotivo de la película. Un momento que une bajo la misma bandera a vencedores y vencidos. Y, aunque su superior rompa la magia, deja claro que Trueba no quiere levantar ampollas ni urgar en viejas heridas. Su película se basa en una novela que intenta coger un poco de cada casa, y desde el respeto rueda una película sobria.

Digo sobria, porque no lo es más, porque sus casi dos horas se siguen con interés y detenimiento. Pero toda la parte de la Guerra Civil está rodada como si fuese un reportaje donde uniformes y demás senseres no alcanzan el grado de realismo necesario. Queda muy bien ligados los dos tiempos de la película, también sus historias con similitudes en cuanto a lo que buscan sus personajes, pero esta claro que le falta algo más de mala baba o de intento de ser más película que documental para ser mejor película de lo que es.

"Soldados de Salamina" se queda, por lo tanto, como una historia del presente (del de sus personajes) recordando una batallita de la Guerra Civil. El cine español ha abusado, como es lógico, de los dramas derivados de esa guerra. Trueba ofrece su película sobre el conflicto, alejado más que nadie del mismo. Recuerda la guerra desde un libro. Y únicamente ese instante, ese "suspiro" de España es el sello o firma para dejar claro lo que es una guerra entre hermanos o compatriotas.

Señalar que la película optó a ocho Goyas, incluidos el de Mejor Película, Director o Actriz para Ariadna Gil. Llevándose únicamente un premio, a la Mejor Fotografía.

Nota: 6'5

Lo mejor: El baile bajo la lluvia y lo bien encadenadas que monta las escenas.

Lo Peor: El poco realismo de una parte histórica narrada con la frialdad y poca chicha de un reportaje ficcionado

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